El sábado 6 de abril, a media mañana, el arzobispo, acompañado del padre José Alfredo Hernández, llegó hasta la comunidad de San Andrés de Toquian Las Nubes, Tapachula, Chiapas, para hacer la primera visita pastoral.

Los hermanos salieron a recibirle y, seguidamente, le dieron una calurosa bienvenida.

El arzobispo pidió que se rindiera un informe pastoral del Centro Parroquial en formación que e ubica en el área del sur de Chiapas, en torno a Tapachula.

Los hermanos compartieron su historia, hasta encontrarse actualmente, como parte de nuestra santa iglesia.

El arzobispo inauguró la celebración del primer decanato del sur de Chiapas, con comunidades, particularmente ubicadas en el área de Tapachula.

Contó el proceso que se ha seguido en la vida de la Arquidiócesis, las dificultades y las mnifestaciones de la elección divina.

Las celebraciones litúrgicas comenzaron con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que se encontraban participando en el decanato.

Se comenzó explicando el fundamento para administrar el sacramento de la reconciliación de la manera que se hace.

Durante la homilía, a la luz de las lecturas bíblicas, el arzobispo explicó cuál es el sentido de la celebración de la santa resurrección del Señor, dentro de la vida de la iglesia.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a orar con intensidad, suplicando del Señor la gracia de estar abieros a recibir el don de la divina presencia.

La niña Megan fue preparada para que pudiera recibir los tres sacramentos de la iniciación cristiana.

Después de explicar a los padres y a los padrinos el sentido de la administración simultanea de la iniciación cristiana, se procedión a administrarla.

Cuantro hermanas mayores de las comunidades del Centro Pastoral del Sur de chiapas, recibieron la confirmación de la crismación y el envío misionero.

Se trata de las hermanas Marcela, Eugenia, Dora y Audelina.

También fue preparada la niña Nathalie, para que hiciera su primera reconciliación y la comunión solemne.

El arzobispo oró sobre ella, junto al padre José Alfredo y a los fieles, bendijo a la hermana y, en su momento, les administró el sacramento de manera solemne.

El hermano Everildo fue elegido para ser ministro para la distribución de la comunión, al servicio de la comunidad San Marcos de toquián Grande, Tapachila-.

Después de recordar cuál es la dignidad del ministerio que se recibiría y la actitud con la que hay que desempeñar, procedión a hacer la institución.

La visita a los hermanos de las comunidades que conforman el decanato del sur de Chiapas, se concluyó con la celebración de la divina liturgia para los participantes.

Los hermanos asumieron el compromiso de trabajar incnasablemengte, para la extensión del Evangelio en todos y en todas partes.

El domingo 7 de abril, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la sede de la comunidad Unción del Espíritu Santo de Cuyotenango, para celebrar el decanato de la Costa Sur de Guatemala.

Se comenzó con una instrucción dedicada, específicamente, a explicar el sentido del signo de la cruz y de la doxología del Padrenuestro.

Los representantes de cada una de las comunidades que estaban participando en el decanato, presentaron un breve informe del camino que se está haciendo.

Al final, el padre Rolando, encargado pastoral, hizo una presentación del camino que se ha seguido.

Seguidamente, el arzobispo impartió la formación que estaba preparada para la realización del decanato de la Costa Sur de Guatemala.

Se explicó el sentido específico de la Renovación Carismática Católica, en la Iglesia siro ortodoxa de Antioquía, cuyas raíces se encuentran en la Iglesia Apostólica.

Luego, el arzobispo pidió al padre José Alfredo Hernández que dirigiera una oración de acción de gracias y de súplica por todos los participantes en el decanato.

Los hermanos oraron intensamente por todas las necesidades que se tenían, dando gracias al Señor por las bendiciones recibidas.

La celebraciones litúrgicas comenzaron con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos que estaban participando en el decanato de la costa sur de Guatemala.

El arzobispo invitó a reconocerse pecadores, a arrepentirse y a confesar los pecados, para recibir el don del Espíritu Santo.

Dos niños de la comunidad del Sector Oc, fueron preparados para que se les administraran los sacramentos de la iniciación cristiana, dentro de la celebración del decanato.

El arzobispo explicó cuáles son las gracias y los compromisos que se asumen y procedió a administrar los sacramentos.

Cinco hermanos fueron instituidos para las comunidades de la Costa Sur de Guatemala.

Se trata de los hermanos Gilberto, Crescencio y Delfina para la comunidad de Cuyotenango, Unción del Espíritu Santo. Los hermanos Esquipulas y María fueron instituidos para la comunidad de Yoxajá.

Finalmente, la visita pastoral concluyó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo y concelebrada por los padres Rolando, encargado pastoral y José Alfredo, de Chiapas.

Lo hermanos participaron con profunda devoción, conscientes de la transcendencia de la celebración.

El lunes 8 de abril, por la mañana, en el Centro Arquidiocesano de Santiago Sacatepéquez, se celebró la reunión del Consejo Episcopal Arquidiocesano.

Se contó con la participación del Arzobispo, quien presidió y de los tres obispos que conforman el Consejo.

Cada uno de los obispos compartió sus experiencias en el tiempo que ha transcurrido.

Se determinó cuál es el proceso para la elección del consejo presbiteral. También cuál es el proceso que se puede seguir en el caso de que un presbítero o un seminarista cambie de una diócesis a otra.

También se aprobó el formato para elaborar los decretos de nombramiento de los presbíteros.

Se tuvo una experiencia muy positiva de fraternidad y solidaridad en el afrontar los desafíos de la Arquidiócesis. La próxima reunión se fijó para el martes 2 de julio.

El martes 9 de abril, por la noche, el arzobispo llegó hasta Los Ángeles, para iniciar la visita pastoral de la parroquia San Miguel Arcángel, de California.

El miércoles, al caer el día, se inició la visita en la comunidad Poder del Espíritu Santo, administrando el sacramento de la reconciliación.

Durante la homilía, el arzobispo explicó a los hermanos cuáles son los efectos del tener en la vida personal la experiencia de la resurrección del Señor.

Por lo mismo, invitó a todos a orar con intesidad para implorar del Señor la gracia de ser capaces de abrirse a tener la experiencia del Señor resucitado en la vida.

Algunos hermanos de la comunidad Poder del Espíritu Santo que está sufriendo dolencias y enfermedades, pidieron al arzobispo que les fuera administrado el sacramento de la unción de los enfermos.

El arzobispo oró por los hermanos enfermos y los ungión con el óleo santo.

La visita a la comunidad Poder del Espíritu Santo concluyó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo.

Los hermanos participaron en la liturgia con profunda devoción y, en su mayoría se acercaron a comulgar con los divinos misterios.

El mismo día miércoles 10 de abril, ya entrada la noche, el arzobispo llegó hasta la comunidad Pacto Divino, ubicada en el Centro de la ciudad de Los Ángeles.

La visita a la comunidad inició con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos.

Durante la homilía, el arzobispo explicó que la presencia del Señor resucitado hace que quien cree salga de las tinieblas y alcance una libertad que nadie le puede quitar.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a orar para recibir la gracia de la fe y participar de la lus y la libertad de la resurrección.

Finalmente, la visita pastoral a la comunidad Pacto Divino concluyó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo y contó con la devota participación de los hermanos.

El arzobispo hizo énfasis en que, a través de la Eucaristía es como se mantiene vivo en la Iglesia el misterio de la Resurrección del Señor.

El jueves 11 de abril, por la noche, el arzobispo llegó hasta la sede de la comunidad El Pescador, para realizar la visita pastoral que se hace mensualmente.

La visita comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación, después de invitar a confesarse pecadores, al arrepentimiento y a la conversión.

Durante la homilía, el arzobispo explicó el sentido en el que el misterio de la resurrección es una realidad actual, que hace pasar de la muerte a la vida eterna.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a entrar en oración, para implorar del Señor la gracia de abrirse auténticamente al don de la fe, para participar en el don de la vida eterna.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, en la que todos los fieles de la comunidad participaron con profunda devoción y genuina piedad.

Siempre se enfatizó el hecho de que, es a través de la eucaristía como el misterio de la resurrección se actualiza y se comunica a los creyentes, como don permanente a la Iglesia.