ASAMBLEA GENERAL DEL 2006
LAS OPCIONES ANTE LAS CUALES NOS ENCONTRAMOS CON VISTAS AL FUTURO.
Esta plática quiero articularla en tres partes:
- En la primera quiero informar acerca de la situación estadística actual de la comunión.
- En la segunda explicaré los pasos seguidos hasta que la Jerarquía Eclesiástica Romana decidió declarar la ruptura de la comunión con nosotros.
- Finalmente quiero plantearles las diferentes opciones ante las cuales nos enfrentamos con vistas al futuro.
1. Situación estadística actual de la comunión.
- Considero que el último año, a pesar de las dificultades y críticas que se han sufrido, ha sido altamente positivo para nuestra Comunión.
- Actualmente contamos: Con siete sacerdotes. Cuatro de nosotros parte de la Comunidad Nazaret y, por lo mismo, al servicio itinerante de las Comunidades y los otros tres, aunque son parte de la Comunión, están dedicados a apostolados específicos que tenían antes de unirse a la Comunión. Tenemos un diácono y veintiséis seminaristas en proceso de formación, así como numeroso candidatos que están decididos a incorporarse a la formación próximamente.
- El número de comunidades asciende a unas 400 y estimamos que el número de miembros es aproximadamente de 175,000. Hay 25 regiones (tres más que el año pasado).
- Considero que, aunque no hemos tenido un crecimiento tan acelerado en el número de regiones, sí ha habido un crecimiento sostenido en el número de miembros de cada comunidad. En algunos casos el número de miembros incluso se ha duplicado.
- Los últimos acontecimientos provocados por la decisión de la Jerarquía Eclesiástica Romana de declararnos fuera de la Comunión con ellos y la consecuente publicidad que se ha hecho, lejos de crear desaliento o crisis en la Comunión, parece estar creando un fortalecimiento en las Comunidades, las cuales ahora se sienten con más estabilidad, ante la decisión que hemos hecho de seguir adelante con nuestro ministerio y con más libertad para ir siguiendo el impulso del Espíritu en cada momento.
- Además, en los pocos días que han pasado desde las declaraciones de la Jerarquía, hay múltiples comunidades que han hecho alianza en Quiché y Huehuetenango y están en proceso de hacer alianza otras en Alta Verapaz.
2. Pasos seguidos en el proceso que desembocó en la decisión de la Jerarquía Eclesiástica Romana de declarar la ruptura de la comunión con nosotros.
- Me parece que en el Comunicado que fue distribuido el 19 de Agosto y del que les damos una copia actualmente, en su versión final y amplia, se resumen los pasos seguidos hasta la fecha de publicación del mismo Comunicado, el 15 de Agosto. Por lo mismo no repetiré esos hechos y les pido que los revisen en el comunicado.
- El Cardenal Quezada Toruño me convocó para una reunión en la Nunciatura para el cinco de Septiembre del corriente. En la misma se me comunicó que el Vaticano había dado autorización para que nos devolviera todos los privilegios sacerdotales que teníamos, a cambio de que abandonáramos a las Comunidades que atendemos y que hacen parte de la Comunión. Y, si no aceptábamos este ofrecimiento, se tenían instrucciones de declararnos fuera de la comunión con la Jerarquía Eclesiástica Romana.
- Sin vacilar y, como fruto de un discernimiento que hemos venido haciendo todos a lo largo de muchos años, manifesté que aunque no era nuestra intención romper nuestra comunión con la sede de Pedro y a pesar de que nos seguiríamos sintiendo en plena comunión con el Papa y con toda la Iglesia, preferíamos perder todos los privilegios y que se nos declarara fuera de la comunión con la Jerarquía Eclesiástica Romana, antes que traicionar la misión que el Señor nos ha confiado y el compromiso que, después de un profundo discernimiento espiritual, hicimos con cada una de las comunidades que hacen parte de la Comunión.
- Como resultado, el 2 de Octubre, el Cardenal Quezada emitió el decreto declarando la excomunión.
- Consideramos que no era necesario dar ningún aviso ni explicación a las comunidades, pues ya desde el comunicado de Agosto, nosotros habíamos expresado nuestra determinación de seguir con nuestro ministerio y habíamos aceptado sin apelación la decisión que sabíamos había sido ya tomada y que, sin embargo, no encontraban la manera de formularla y de publicarla.
- Solo para recordar lo que efectivamente significa la excomunión y reafirmar la validez sacramental de todos los sacramentos que celebramos, quiero expresarles algunas informaciones que se encuentran en el Comunicado y que abordamos en la Asamblea del año pasado:
- Del Comunicado del 15 de Agosto 2006 (n. 3b-5)
La excomunión únicamente significa que la Jerarquía Eclesiástica declara que no estamos en comunión con ellos y, eso quiere decir, que no estamos bajo su jurisdicción ni bajo su autoridad y que, por lo mismo, no podemos celebrar los sacramentos ni ejercer el ministerio en nombre de ellos.
Se trata de una medida meramente canónica o jurídica Desde el punto de vista espiritual, la excomunión no cambia en nada ni la relación que tenemos con Jesucristo y con su Santo Espíritu ni nuestra plena pertenencia e íntegra comunión con la Iglesia Una, Santa y Católica, como Cuerpo Místico de Cristo.
Desde el punto de vista sacramental, tampoco se ve afectada ni la validez de nuestra ordenación sacerdotal, ni la validez sacramental de los sacramentos que celebramos. Lo único que se ve afectado es la validez canónica o jurídica de los sacramentos. Esto quiere decir que, a través de los sacramentos se sigue comunicando la gracia eficaz y la efusión del Espíritu Santo, aunque la Jerarquía Eclesiástica no reconozca su validez jurídica.
Por otra parte, nosotros nos seguimos sintiendo en plena comunión espiritual y existencial con toda la Iglesia, es decir: con el Papa, con los obispos, con los sacerdotes, los pastores, ministros y servidores, así como con todo el Pueblo de Dios, congregado en la diversidad de comunidades y denominaciones a través de todo el mundo. El hecho de que la Jerarquía Eclesiástica declare la ruptura de la comunión con nosotros, no quiere decir que nosotros rompamos la comunión con ellos. Les seguimos amando y oramos por ellos, para que cumplan plenamente la voluntad de Dios.
- Termino esta segunda parte de la plática informándoles que con fecha 15 de Octubre escribí una carta al Cardenal Bertone, Secretario de Estado del Papa, la cual fue enviada el día 28 a través de un medio que el mismo Cardenal indicó, para que llegara directamente a sus manos. Les doy una copia de la carta para que estén plenamente informados de cada uno de los pasos que damos. En la misma no pedimos que reconsideren la declaración del dos de octubre sino que expresamos que, al mismo tiempo que estamos convencidos de que nuestro ministerio está guiado por el Espíritu, estamos también convencidos de que seguimos estando en plena comunión con la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica y, por lo mismo, suplicamos que se abran espacios para acoger a muchas iniciativas como la nuestra.
3. Opciones ante las que nos enfrentamos con vistas al futuro.
- Estando totalmente convencidos de que seguimos estando en plena comunión y perteneciendo íntegramente a la Iglesia UNA, SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA como Cristo la fundó, es necesario que tomemos ciertas decisiones especialmente ante dos aspectos:
- Ante todo, sobre la forma concreta en que somos católicos. Con frecuencia se dice que ya no somos católicos y que somos una secta. Tenemos que saber cómo responder.
- Además tenemos necesidad urgente de garantizar la sucesión apostólica dentro de la Comunión.
- Para afrontar correctamente estas dos cuestiones, quiero explicar algunos aspectos teológicos.
- En primer lugar, sobre lo que significa ser secta y cómo nosotros somos todo lo contrario de una secta:
Una secta es un grupo religioso en el que sus miembros carecen de libertad, siguen a un líder que les amenaza y consideran que quien no hace exactamente lo que ellos hacen y se somete a lo que ellos exigen no tiene salvación.
Por eso podemos afirmar que nuestra comunión es totalmente lo contrario de una secta:
- En nuestra comunión cada persona y cada comunidad son libres.
- Tenemos una amplia diversidad de comunidades: carismáticos y muchas otras clases de grupos, comunidades y corrientes de espiritualidad.
- Ninguna de las comunidades de la comunión sigue a un líder más que a Jesucristo, bajo la guía del Espíritu Santo. Si las comunidades hacen parte de la comunión es porque han descubierto en nuestro servicio la forma de garantizar su ser católicos y de responder a la llamada de Jesús por medio de su Espíritu.
- Estamos abiertos a recibir a las personas y comunidades como son y nuestra misión es ayudarles, a través de nuestro servicio y ministerio, a que guiados por el Espíritu vayan creciendo en su fe y en su identidad. Pero siempre respetándoles y nunca amenazándoles o tratando de uniformarlos.
El que diga que somos una secta o lo dice porque no nos conoce, o porque no sabe lo que se entiende sociológica y religiosamente por secta o por malicia, para intimidar y atemorizar a las personas, porque pueden tener miedo de perderlos si ellos descubren la verdad y la auténtica libertad.
Más bien los que excluyeron a las comunidades que actualmente hacen parte de la Comunión, negándoles los sacramentos y queriéndoles obligar a que dejaran su propia espiritualidad y renunciaran a su libertad, son los que se comportaron como secta y, actualmente, se siguen comportando como secta, aunque lleven el nombre de Iglesia, si para mantener a sus fieles recurren a las amenazas, a la intimidación y a la mentira.
- Sobre la relación entre la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica y la Iglesia Católica Romana:
- Lo primero que debemos decir es que el nombre con el que se reconoce legalmente en la mayor parte de países a lo que aquí conocemos como Iglesia Católica es: Iglesia Católica Romana. Este nombre se usa por que hay muchas otras iglesias que son católicas y que no están sometidas al Papa.
- El Concilio Vaticano II en la Constitución sobre la Iglesia enseña que la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica, “subsiste” en la Iglesia Católica Romana, como institución visible.
- Subsiste quiere decir que la Iglesia Católica Romana es parte de la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica, pero no la abarca toda, aunque tenga un lugar especial.
- Además de la Iglesia Católica Romana, también hay otra serie de Iglesias Católicas. Incluso todas las Iglesias Ortodoxas, se llaman Iglesias Católicas Ortodoxas y el nombre ortodoxo lo usan no porque no sean católicas sino para distinguirse de la Iglesia Católica Romana a la que consideran que se alejó de la recta doctrina como la enseñaron los apóstoles y los padres de la Iglesia. También todas las Iglesias Protestantes y Evangélicas hacen parte de la Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica, en la medida en que estén animadas por el Espíritu Santo y se abran a vivir el amor y la comunión con los demás hermanos.
- El pensar que la Iglesia Católica se identifica y se limita a la Iglesia Católica Romana como la conocemos aquí, sería comparable a alguien que vive en un pueblo y nunca ha salido de allí y por eso cree que todo el mundo se limita a su pueblo, a los valores y costumbres que tiene y conoce. Es un acto de ignorancia para el que no sabe y de malicia para el que sabiendo no explica las cosas correctamente.
- Sobre la sucesión apostólica:
- La necesidad de la sucesión apostólica viene de la fe en que para la validez de la ordenación sacerdotal se necesita que la misma se conferida por un obispo que, a su vez, haya sido ordenado por otro obispo válidamente ordenado, hasta llegar a los mismos apóstoles.
- Por lo mismo, es importante que:
- Lleguemos a encontrar la forma de que en nuestro nombre de católicos se refleje el hecho de que, a pesar de que la jerarquía católica romana nos haya declarado fuera de la comunión con ellos, no solo nos seguimos sintiendo en plena comunión con todos y somos parte de la iglesia UNA, SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA, como la fundó Jesús, sino realmente somos plenamente católicos.
- Además tenemos que encontrar la forma de comunicar la sucesión apostólica dentro de la Comunión, para que se puedan realizar las ordenaciones sacerdotales cuando sea necesario y, de acuerdo a las necesidades, nos podamos organizar en Obispados y Zonas Misioneras, para que se dé una atención conveniente y continuada a todas las comunidades y se siga realizando con intensidad la obra de evangelización y misión.
DIÁLOGO Y VOTACIÓN ACERCA DE LAS OPCIONES QUE DEBEMOS HACER.
CÓMO NOS RECONOCEMOS CATÓLICOS:
- Es importante subrayar que, para nosotros, seguiremos siendo simplemente católicos.
- La necesidad de encontrar un nombre que nos distinga es solamente para explicar a las personas de fuera, cuando nos preguntan qué somos, ante la afirmación que hace la Jerarquía Católica Romana y muchos de sus fieles, de que somos una secta y que ya no somos católicos.
- Debemos ser conscientes de que no solamente no somos una secta sino que la actitud sectaria la han tomado los que nos han excluido, como se explicó en la plática anterior.
Con respecto a nuestro nombre de identificación denominacional:
- Debemos tener claro que el nombre específico de los católicos tradicionales no es solamente católicos sino católicos romanos.
- Ante los católicos tradicionales romanos, propongo que nosotros nos identifiquemos como:
CATÓLICOS RENOVADOS ECUMÉNICOS.
- Somos Católicos porque:
- Mantenemos íntegra la fe católica.
- Porque mantenemos íntegra la vida sacramental.
- Nos reconocemos en constante y plena comunión con la iglesia una, santa católica y apostólica.
- Porque amamos y veneramos a María como Madre y Modelo de vida cristiana.
- Somos Renovados porque:
-Tenemos el compromiso de fidelidad total a la Palabra de Dios.
- Porque estamos comprometidos a vivir la vida del Espíritu y dejarlo que se manifieste.
- Porque tenemos el compromiso de vivir la Iglesia como Jesús la quiso y la fundó.
- Somos Ecuménicos porque:
- Tenemos el compromiso de cumplir el mandato de Jesús de ir a todo el mundo a proclamar el Evangelio
y la llegada del Reino.
- Porque nos sentimos en comunión con católicos romanos, ortodoxos, protestantes, evangélicos y con
todos los seres humanos, por haber sido redimidos por Cristo y tener de alguna forma la presencia del
Espíritu.
- Porque mantenemos apertura, pluralismo y libertad en todo lo que no sea indispensable.
- Con respecto a la necesidad de encontrar una forma de acceder a la transmisión de la sucesión apostólica dentro de la Comunión, es importante expresar:
- No se trata de negociar ni nuestra identidad, ni nuestras características, ni nuestra libertad, ni nuestra forma de vivir y celebrar la fe. Se trata simplemente de abrirnos a la comunión con alguna o algunas iglesias católicas que sean autónomas de Roma, que tengan la sucesión apostólica reconocida por la mayor parte de sedes apostólicas y que estén dispuestas a compartirla con nosotros.
- A este respecto considero que lo que se necesitaría aprobar es:
- La autorización para que se puedan comenzar diálogos con otras Iglesias católicas, que estén dispuestas a compartir con nosotros la sucesión apostólica que ellas tienen y con las cuales, nosotros, manteniendo nuestra autonomía, establezcamos también plena comunión.
- Autorizar que comencemos a estudiar la posibilidad de que la Comunión se organice en forma tal que pueda responder a las necesidades de las comunidades. Entre lo que eso podría abarcar en el futuro estaría: que se vea la posibilidad de ir estableciendo ciertos ministerios estables, como el Diaconado Permanente para los servidores que elijan las comunidades y que completen todo el itinerario de formación teológica necesario; que se vayan creando “Zonas Misioneras”, en las que haya una “Casa Misionera” en la que residan sacerdotes de la Comunión para dar atención pastoral continuada a las comunidades y miembros de las regiones que pertenecen a cada zona misionera y que, con una serie de zonas misioneras se vayan desarrollando obispados en los que se anime y coordine la actividad de las regiones y zonas misioneras que harían parte de los obispados.
- Autorizar que tratemos de establecer contactos para hacer parte de diversos Organismos Ecuménicos Internacionales, como el Consejo Mundial de las Iglesias y otros. Igualmente que, en la medida que sea posible, sigamos en diálogos con la Iglesia Católica Romana, para insistir en que se estudie la posibilidad de que, respetando nuestra identidad y reconociendo nuestra forma de espiritualidad, de organización y de ministerio, pudiéramos estar también en plena comunión canónica con la sede de Pedro, aunque por el momento y, en las presentes circunstancias, eso no parezca humanamente posible.
- Teniendo estos dos temas claros, podemos ahora pasar al tiempo de las preguntas para dar explicaciones y luego a las votaciones.
LOS RESULTADOS DE LAS VOTACIONES SE ENCUENTRAN PRESENTADOS EN LAS CONCLUSIONES A LAS QUE SE LLEGÓ Y QUE SE HAN PUBLICADO EN LA PÁGINA PRINCIPAL DE ESTE SITIO
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