El jueves primero, fiesta de Todos los Santos, el obispo llegó hasta la Capellanía de Chiantla, sede central de la Parroquia Católica Renovada, para dar formación a más de 200 líderes y servidores que se habían congregado.

El tema que el obispo abordó fue la Comunión e Intercesión de los Santos.

Esta temática, que ha constituido hasta cierto punto un problema para algunos de los líderes de esa parroquia, fue tratada por más de cuatro horas, habiendo sido íntegramente fundamentada en la Sagrada Escritura.

El obispo explicó que la experiencia de Comunión de los Santos y la aceptación de la intercesión de los santos está estrechamente ligado al Misterio de la Iglesia, de acuerdo a lo que aparece en el Nuevo Testamento.

Al final de la formación el obispo se comprometió a que en el futuro, con el material que ha preparado, será publicada una Carta Pastoral, para que esta enseñanza pueda llegar a todos los hermanos.

El sábado 3 por la tarde, el obispo, desde la cabina 3 de Radio Nueva Vida de Nucá, Barillas, transmitió el programa "Creciendo en la Fe".

Se habló acerca de la solemnidad de Todos los Santos y de la fiesta de Los Difuntos, así como de las características que tiene la Renovación Carismática, como nosotros la vivimos.

Varios hermanos desde diferentes partes de Guatemala y desde los Estados Unidos participaron en el programa haciendo preguntas, que el obispo respondió.

El sábado tres por la tarde, Monseñor Eduardo presidió la Eucaristía con la comunidad central de la parroquia de San Miguel Arcángel.

Los hermanos iniciaron recientemente un ministerio especial para niños, para lo cual contruyeron un pequeño salón adyacente al templo. El obispo estuvo muy complacido por la iniciatuva y bendijo a los niños al inicio de la celebración.

Durante la homilía, el obispo animó a los hermanos a comprometerse asiduamente en el proceso de evangelización.

Al caer del día, nuestro obispo, celebró la Eucaristía con la Comunidad Pacto Divino.

Se pudo notar el momento positivo que está viviendo la comunidad: muchos hermanos nuevos han ingresado y el ambiente general era de gozo y esperanza.

Los hermanos están ahora comprometidos en profundizar en lo referente a la identidad específica de nuestra Iglesia, para dar una formación adecuada, que ayude a los hermanos a definir mejor su sentido de fe y pertenencia.

Al final de la celebración, los hermanos agradecieron a Monseñor Eduardo el acompañamiento que durante numerosos años le ha dado nuestra Iglesia y se comprometieron a seguir trabajando con renovado entusiasmo.

Por la noche, Monseñor Eduardo llegó hasta la comunidad Restauración en el Espíritu Santo, para celebrar la misa con ellos.

También en esta comunidad se pudo notar la afluencia de miembros y la alegría con la que participaron en la celebración.

Después de la homilía, se acercaron algunos hermanos para que se orara por su sanación. El obispo presidió la oración, pero todos los hermanos participaron en la misma con devoción.

Antes de despedirse el obispo exhortó a todos los hermanos a renovar su compromiso de crecer en el conocimiento de la identidad de la Iglesia, para fortalecer su fe.

El domingo 4 por la mañana, Monseñor Eduardo continuó con la formación a los líderes de la parroquia de san Miguel Arcángel.

Los temas abordados fueron: la identidad de la Renovación Carismática y la Historia de la Iglesia en el siglo XVII.

Con respecto a la Renovación Carismática, el obispo subayó que la misma se da con características diferentes en otras Iglesias como la Pentecostal y la Romana. Para nosotros Renovación Carismática significa el retorno a la identidad y características de la Iglesia primitiva, la cual nació bajo la guía del Espíritu Santo y se caracterizó por que toda su vida estaba guiada por el Espíritu. En conclusión el obispo dijo que para nosotros ser carismáticos no es un movimiento sino un modo de ser Iglesia.

Con respecto a la historia de la Iglesia el obispo enfatizó que el proceso de restauración que se realizó en el occidente tuvo efectos tan nefastos como el de reforma que se había llevado a cabo en el siglo XVI, porque lejos de llevar a la Iglesia de occidente a sus orígenes, la siguió contaminando, al inundarla de la mentalidad de la época y convertirla más en otra institución social que en el Misterio visible del Cuerpo de Cristo.

Por la tarde del día 4, Monseñor Eduardo celebró la Eucaristía con los alumnos del DETYM, Los Ángeles.

Los hermanos participaron con gran devoción.

El ministerio de alabanza que animó la celebración, dio muestras de alta calidad musical.

Durante la homilia el obispo insistió en que la autenticidad de nuestra Iglesia no dependerá solamente de que histórica, teológica y bíblicamente estemos conectados con la Iglesia una, santa católica y apostólica sino requiere que nuestra forma de vivir y de trabajar apostólicamente refleje íntegramente las características de la Iglesia de los primeros siglos.

El miércoles 7, nuestro obispo presidió la celebración del Decanato del occidente de Huehuetenango, que abarca el área Huista.

Cada uno de los representantes de las comunidades presentó un pequeño balance de la marcha de sus respectivas comunidades. El balance fue muy positivo en cuanto al crecimiento en el número de miembros y a la organización de las comunidades.

Se señaló, sin embargo, que existen fuerzas desestabilizadores de tinte político y religioso, que están tratando de crear enfrentamientos y conflictos entre las comunidades, por lo que se recordó a los hermanos cuáles son los compromisos propios de una católico renovado y cuáles son las características de su compromiso social.

El 7 por la tarde, acompañado por el Padre Santos Acosta Sol, párroco, el obispo predisió la Eucaristía en la comunidad de Pepilpán, Jacaltenango.

Durante la visita, los líderes manifestaron al obispo su alegría y compromiso por continuar con a labor evangelizadora.

El obispo exhortó a las comunidades a mantenerse firmes en su trabajo apostólico y en saber responder cristianamente ante las provocaciones que se hacen en el contorno social,

El miércoes 7 por la noche, ante una numerosa feligresía, el obispo presidió la Eucaristía en la comunidad central de Jacaltenango.

Los hermanos subrayaron cómo en los últimos meses son numerosas la familias que se han convertido, para integrarse a la iglesia.

Durante la homilía, el obispo explicó detalladamente cuáles son las características de la Iglesia que Cristo fundó y cómo estamos llamados a encarnarlas, viviendo coherentemente y comprometiéndonos en la evangelización.

El jueves 8, el obispo viajó hasta la comunidad de K'anquintik', Nentón, Huehuetenango, para tener el decanato del nor-occidente de Huehuetenango.

Cada uno de los hermanos, con gran alegría expuso el trabajo que están realizando y cómo se ha logrado que en el último trimestre, se conviertan unas 10 familias, en las diferentes comunidades, y se comience con la formación de tres nuevas comunidades.

El obispo al final de la participación de los hermanos, explicó cómo marchan nuestros diálogos de incorporación a la Iglesia Católica Apostólica Siria de Antioquía y cuáles son los compromisos que derivan de esa incorporación.

El 8 hacia el medio día, el obispo presidió la celebración eucarística con la comunidad de K'anquintik'.

El obispo constató el crecimiento en la organización, compromiso y número de miembros que se ha dado en la comunidad en los últimos meses.

Durante la homilía el obispo instó a todos los líderes a proseguir con el compromiso evangelizador que han emprendido, para cumplir la misión que nos ha sido confiada.

El 8 por la tarde, Monseñor Eduardo presidió la Eucaristía en la comunidad de Subajasub, del Municipio de Nentón.

En esa ocasión una pareja, que hace parte de la iglesia desde hace largo tiempo, hizo la opción de dar a su unión un carácter sacramental, accediendo a la recepción del sacramento del matrimonio.

Lo contrayentes, junto a toda la comunidad, se comprometieron en renovar su empeño evangelizador y misionero.

El viernes 9 por la mañana, Monseñor Eduardo presidió el decanato de Santa Cruz Barillas y San Mateo Ixtatán, en el templo de Santa Cruz Barillas.

Fueron muy numerosos los participantes, representando a tres parroquias: La Glorificación de Barillas, Epifanía de Nucá y San Mateo Ixtatán .

Una vez que presentaron su relación los representantes de las diferentes zonas pastorales, el obispo orientó con recomendaciones la problemática planteada e informó acerca de la marcha de la Iglesia en todas las demás zonas.

El viernes 9 por la noche, Monseñor Eduardo llegó por octava vez a visitar la Comunidad Nueva Generación Maya, ubicada en el nor-oeste del municipio. Se trata de una comunidad integrada en su totalidad por retornados del exilio, que se caracteriza por su entusiasmo y activo compromiso.

Con ocasión de lavisita, había sido preparado un numeroso grupo de hermanos que fueron confirmados y recibieron el envío misionero.

El obispo exhortó a todos los presentes a fortalecer su compromiso para vivir y trabajar plenamente como católicos renovados.

Antes de que terminará la celebración, todos los confirmados recibieron el envío misionero, simbolizado a través de la luz.

El 9 por la noche, el obispo llegó hasta la comunidad central de Chancolín, en el Municipio de Santa Cruz Barillas.

En esa ocasión se realizó la iniciación cristiana de un numeroso grupo de niños, además de haber sido confirmado un buen grupo de hermanos, que también recibieron el envío misionero.

En Chancolín, al igual que en varias de las comunidades visitadas por el obispo, Monseñor Eduardo se encontró con los seminaristas que hacían su ejercicio pastoral.

La administración de la iniciación cristiana completa, es decir, del Bautismo, la Crismación y la Comunión, se ha convertido en una praxis generalizada en todas las ceremonias presididas por el obispo. El Pueblo de Dios, unánimemente, ha expresado su contento por esa forma de administración de los sacramentos, especialmente al saber que se ajusta a la práxis original Católica y Apostólica.

El sábado 10 por la mañana, el obispo presidió la Eucaristía en la sede central de la parroquia de la Glorificación de la Virgen María, del Santa Cruz Barillas.

Con ocasión de la celebración, un numeroso grupo de jóvenes recibió la confirmación de la crismación y el envío misionero.

Todo el pueblo de Dios, terminado el ritual de la administración sacramental, se unió en oración por los nuevos confirmados, implorando del Señor la fidelidad y la gracia, para que cumplan a plenitud la misión que les ha sido confiada.

También dentro del marco de la celebración que fue concelebrada por los Padre Hugo Patzán y José Armando Hernández, encargados pastorales de la Parroquia, fueron instituidos ministros de la comunión y fueron bendecidos varios catequistas.

El 10, hacia el medio día, el obispo realizó la primera visita a la comunidad de Yulachequé.

Una numerosa comitiva salió a recibirle a la orilla de la carretera principal, para que juntamente con él, hicieran una procesión hasta el templo, que dista unos dos kilómetros.

El obispo inició la celebración administrando el sacramento de la Reconciliación, al cual acudieron muchísimos de los hermanos que participaron en la celebración.

Durante la homilía el obispo exhortó al pueblo de Dios a mantenerse firme en el compromiso evangelizador y a dejar que la fuerza del Espíritu Santo vaya transformando sus vidas y modelándolas a imagen de Cristo.

El obispo también felicitó a los hermanos por la hermosa construcción que han hecho, siguiendo el modelo de la Iglesia en la que el obispo hizo su comunión solemne.

El 10 por la tarde, se realizó la iniciación cristiana, las comuniones solemnes y las confirmaciones y el envío misionero de varios feligreses de la parroquia de San Mateo Ixtatán.

Durante la homilía, especialmente dirigida a quienes serían enviados como misioneros, el obispo delineó cuáles debe ser las características del compromiso misionero y cómo debe constituir una dimensión constante de la vida cristiana.

Quienes fueron iniciado a la vida cristiana, ya tenían una cierta edad, por lo que ellos personalmente fueron quienes asumieron el compromiso de vivir de acuerdo a los mandamientos del Señor.

En la foto de la derecha: Los jóvenes que fueron confirmados y recibieron el envío misionero, junto al obispo.

A la izquierda: los niños que hicieron su comunión solemne, posan junto al obispo, al final de la celebración litúrgica.

El domingo 11 por la mañana, catorce familias de la comunidad de Belén, de la parroquia de Santa Eulalia, presentaron a sus niños para que fueran iniciados en la vida cristiana. Fue una celebración hermosa y llena de emotividad.

Tanto los padres como los padrinos asumieron públicamente el compromiso de vivir y perseverar como católicos renovados, para ser auténtico testimonio y ayuda para el crecimiento cristiano de sus hijos.

Después del bautismo, el obispo administró la crismación a cada uno de lo que estaban siendo iniciados a la vida cristiana.

Finalmente el iniciación fue culminada con la administración de la sagrada comunión a cada uno de los niños, así como a sus padres y padrinos.

Aprovechando la visita del obispo, también un grupo de niños hizo su primera reconciliación y la comunión solemne. Ellos están junto al obispo, en la foto de la izquierda.

A la derecha: la madres de los niños que fueron iniciado a la vida cristiana, con sus hijos, posan junto al obispo.

El once por la mañana, Monseñor Eduardo presidió la Eucaristía en la sede parroquial de Nuestra Señora de Guadalupe en Soloma.

La celebración que fue retransmitida por una de las estaciones de radio local, dio la oportunidad al obispo de explicar, a la luz de la Palabra de Dios proclamada en la Liturgia dominical, el sentido y las implicaciones que tiene nuestra comunión con la Iglesia Católica Apostólica Siria de Antioquía.

Después de la homilía, cuatro hermanos, debidamente preparados, fueron instituidos como Ministros de la Comunón y uno fue instituido como Lector.

Después de la Eucaristía, el obispo presidió una reunión con el Párroco, el Padre Orlando López y el Consejo Parroquial, para fomentar el entendimiento y el trabajo en equipo.

La reunión transcurrió en un ambiente de franqueza, de búsqueda de ahondar en el compromiso cristiano y de amor, con vistas a promover un trabajo pastoral más eficaz.

El domingo 11 por la tarde, nuestro obispo visitó la Comunidad de Temux Chiquito en Santa Eulalia.

La celebación inició con la administración del Sacramento de la Reconciliación, al cual acudió la gran mayoría de los participantes en la Eucaristía.

Después de la homilía, el hermano Ramón, líder de la comunidad tuvo a su cargo hacer la traducción de cuanto el obispo había dicho, al idioma k'anjob'al.

El lunes doce por la mañana, con una nutria participación de líderes y delegados, se celebró el Decanato del Centro de HUehuetenango, en el Centro Parroquial de Santa Eulalia. Al mismo acudieron representantes de San Juan Ixcoy, Soloma, Santa Eulalia, San Sebastián Coatán, San Rafael la Independencia, San Miguel Acatán y San Marcos Huista.

El diálogo fue amplio, sincero y sirvió tanto para plantear problemas, como para que el obispo, a través de la formación, señalara caminos para la solución de los mismos.

Al final del Decanato fueron presentados algunas familias nuevas qu han ingresado a algunas de las comunidades, para pedir que el obispo y los presbíteros presentes oraran por ellos, para que perveren en la vida de la Iglesia.

El lunes doce por la tarde, el obispo llegó a la comunidad central de San Miguel Acatán, para presidir la Eucaristía, ante una asamblea numerosa y llena de entusiasmo.

Durante la homilía el obispo hizo énfasis en el carácter plenamente católico y apostólico de nuestra fe y de nuestro compromiso, para que podamos mantecer la autenticidad de la dimensión carismática de la Iglesia.

Los hermanos estuvieron en intensa oración durante la celebración, en la que renovaron su compromiso de fe y de trabajo misionero.

El martes trece por la mañana, Monseñor Eduardo llegó a la comunidad de Arenal en San Gaspar Ixchil, para tener la formación con los líderes de las Comunidades de Colotenango, San Gaspar y algunas de las de Conceción Tutuapa, San Marcos.

La formación comenzó escuchando las relaciones de los representantes de las diferentes comunidades. Entre otros, se le dio la bienvenida al delegado de la nueva comunidad de Papal, de San Ildefonso Ixtahuacán, quien está en uso de la palabra, en la foto de la derecha.

El obispo subrayó algunos de los aspectos históricos y bíblicos de las características de la Iglesia, así como de la importancia de que todos tomemos conciencia de la verdad histórica, para poder trabajar con la profundidad y la libertad que son indispensables para el cumplimiento de nuestra misió.

Hacia el medio día del trece, el obispo presidió la celebración Eucaristíca con los hermanos de Arenal, San Gaspar Ixchil.

Buena parte de los miembro de la comunidad había también participado anteriormente en la formación, deseosa de comprender mejor los rasgos característicos de nuestra identidad y de nuestra misión.

Con ocasión de la celebración, para reforzar a los ministros de la comunión y debido al crecimiento que experimenta la comunidad, el obispo instituyó a una pareja de esposos como ministros de la comunión, previa la manifestación de la aprobación de parte de los miembros de la comunidad.

El trece por la tarde, Monseñor Eduardo llegó hasta el templo de la comunidad de La Vega de Colotenango, para celebrar la Eucaristía.

Durante la homilía el obispo hizo énfasis en las características que debe tener la vida cristiana, subrayando que el Reino de Dios es la presencia del Espíritu Santo en los fieles, por lo que Éste se convierte en quien dirige todas las acciones.

Los hermanos participaron con profunda devoción y renovaron su compromiso de pertenencia a la Iglesia y de servicio incondicional al Señor.

El miércoles catorce por la mañana, se celebró la Asamblea-Decanato en el Centro de Formación de Huehuetenango.

Después de que representantes de los diferentes sectores expusieron cómo se encontraba la situación, comenzó la profundización en torno al tema de la "intercesión de los santos". Después de un largo diálogo, aún cuando persistieron diferentes opiniones, se llegó a la conclusión de que como parte de la fe de la Iglesia y del sentir católico de la Liturgia, es esencial el reconocer la importancia de esta cuestión, como parte de la fe católica y apoólica.

El obispo también explicó ampliamente el momento en que están nuestros diálogos con la Iglesia Católica Apostólica Siria de Anitioquía y todos coincidieron plenamente en que nuestra fe corresponde totalmente con la fe profesada por ellos, por lo que se alegraron extremadamente de la comunión que ha sido reconocida por Su Santida el Patriarca Ignacio Zaqueo I.

El jueves quince, nuestro obispo presidió la celebración del Decanato del Sur-occidente de Huehuetenango, que abarca también comunidades de Tacaná y de Chiapas, el cual se celebró en el salón parroquial de la parroquia de Cuilco.

Después de que los representantes de las diferentes comunidades expusieron la situación de las mismas, el Padre Pedro, encargado pastoral de la zona, expuso su visión acerca de la situación, la cual, a su modo de ver, es muy positiva.

Al final el obispo respondió a las diferentes cuestiones planteadas, delineo perspectivas para responder a cuanto había sido expuesto por los hermanos y explicó la situación que vive nuestra Iglesia, así como el notable crecimiento que se está experimentando en todas las áreas.

Después del medio día, el obispo presidio la celebración de la Eucaristía con representantes de las comunidades, en la cual fueron instituidos varios ministros de la comunión.

Durante la homilía, además de comentar las lecturas de la Liturgia y animar a los hermanos a renovar su compromiso, explicó el sentido y la importancia de los ministros de la comunión dentro de la vida de la Iglesia.

Los hermanos reiteraron ante la asamblea su disponibilidad a servir con generosidad a la elección que Dios les ha hecho a través de la comunidad, así como a promover el amor a la Eucaristía dentro de sus comunidades.

Entre los ministros instituidos había algunos que servirán en comunidades de Cuilco, Huehuetenango y otros que servirán en comunidades de Concepción Tutuapa, San Marcos.

El jueves 15, al caer de la tarde, Monseñor Eduardo visitó la comunidad de Pajomel, en Santa Cruz la Laguna, Sololá.

La celebración inició con la administración del Sacramento de la Reconciliación, en el cual participó buena parte de los hermanos presentes.

Durante la celebración de la Misa, el obispo insistió en la importancia de la conversión constante, para reconocer la actualidad de la presencia del Espiritu Santo en la vida de todos los creyentes.

El jueves 15 por la noche, el obispo visitó la comunida de Chuitzanchaj, Santa Cruz la Laguna, en donde presidió la Eucaristía.

La comunidad de Chuitzanchaj se ha caracterizado porque ya desde hace varios meses ha reconocido el derecho que tienen todos los niños bautizados de participar en la comunión. Los niños han sido preparados por sus padres y se acercan a recibir el divino sacramento con devoción, como puede verse en la foto de la derecha.

Otra de las características de la comunidad de Chuitzanchaj es la utilización del agua bendita dentro de la vida ordinaria de los fieles. Cada vez que el obispo les visita, la visita termina con la bendición de agua.

El viernes 16 hacia el medio día, el obispo presidió la celebracion de la Eucaristía con la comunidad de Tzununá, a la orilla del Lago de Atitlán.

En esa ocasión un niño, hijo de una pareja miembro de la comunidad fue iniciado en la vida cristiana, a través del bautismo, la crismación y la comunión.

A la izquierda: el obispo administrando la sagrada comunión al recién iniciado.

El viernes 16 por la tarde, Monseñor Eduardo visitó la comunidad de Jaibalito, también ubicada a la orilla del Lago de Atitlán, Solola.

Un hijito de uno de los hermanos del ministerio de música y de una catequista, fue iniciado en la vida cristiana.

A la izquierda: el obispo crisma al iniciado, después de haberle administrado el bautismo.

A la derecha: La iniciación cristiana del infante culminó con la administración de la Sagrada Comunión.

El sábado 17 por la tarde, nuestro obispo llegó hasta el Centro Pastoral de Tomtzul Oculá, en el norte del municipio de Cobán Alta Verapaz, para presidir la celebración de la Eucaristía.

Durante la celebración tres hermanos fueron instituidos al ministerio de la comunión, para servir a varias comunidades, tanto de ese centro pastoral como del de Pasacuc.

Los hermanos instituidos estaban llenos de alegría y fueron recibidos con gran entusiasmo en sus comunidades, en donde, al regresar, hicieron vigilias de oración.

El domingo 18, Monseñor Eduardo llegó hasta Primavera de Ixcán, del Municipio de Ixcán, El Quché.

Con ocasión de la visita, un gran número de hermanos fue confirmado y recibió el envío misionero.

Ellos habían sido preparado a lo largo de largo tiempo por la hermana Eulalia Pedro, con el apoyo de otros catequistas. Ella proclama la palabra durante la Litgia en la foto de la derecha.

Después de las confirmaciones fueron instituidos dos hemanos para ejercer como ministros de la comunión. Con ello colaborarán con el hermano Simón, único ministro hasta entonces (ora en la foto de la izquierda) y quien ya no puede darse abasto ante el crecimiento de la comunidad.

Un momento especial de la celebración lo constituyó el envío misionero, durante el cual los hermanos manifestaron su compromiso en trabajar por la difusión del Evangelio, a través de su vida y de su palabra.

Al final de la celebración los 35 hermanos que habían sido confirmados y habían recibido el envío misionero, posaron junto al obispo, para la foto de la izquierda.

El domingo 18 por la tarde, Monseñor Eduardo hizo la primera visita a la comunidad de Machaquilá 2. Nacida hace apenas tres meses con dos familias, la comunidad cuenta actualmente con doce familias, tiene planes para ampliar la construcción de la Iglesia y para seguir evangelizando a los hermanos.

Para manifestar su alegría y su gratitud al obispo, los hermanos construyeron un área especial, para que el obispo estuviera sentado, durante los momentos que, según la liturgia, le correspondía.

También durante el marco de la celebración, seis de los líderes de la comunidad fueron confirmados y recibieron el envío misionero: el Hermano Alfredo -líder de la comunidad- y su esposa; el hermano Alberto y su esposa y la pareja de Pablo y Catalina.

Pablo y Catalina que formaban una familia desde hacía largo tiempo, pero que nunca habían contraido matrimonio sacramental, recibieron también la gracia del sacramento, para poder trabajar con mayor integridad dentro de la comunidad.

El lunes 19 por la mañana, se celebró el decanato de Ixcán en Pueblo Nuevo, Ixcán, con la participación de varios representantes de todas las comunidades.

Los hermanos hicieron un balance de la situación, habiendo resaltado el hecho de que en varias comunidades se ha verificado un crecimiento sostenido. También expusieron la existencia de algun problemas, debido a informaciones erroneas que circulan en el medio ambiente.

Durante la formación, el obispo explicó y respondió a las diferentes preguntas e, igualmente informó sobre la marcha general de la Iglesia.

Al final del decanato, varios hermanos se acercaron a solicitar oraciones por su salud y por diversas intenciones, por lo que todos los presentes se unieron en oración.

El lunes 19 por la tarde, se celebraron confirmaciones y el envío misionero de varios fieles en la comunidad de Pueblo Nuevo, Ixcán, El Quiché.

Durante la homilía el obispo resaltó que la administración de la confirmación supone el abrirse para recibir el don del Espíritu Santo orientado al testimonio y al anuncio del Evangelio, como sucedió con los Apóstoles, por lo que, quienes lo reciben, deben ser conscientes y aceptar el compromiso con dedicación.

Terminado el rito litúrgico, el pueblo de Dios se sumió en oración, para pedir al Señor que quienes fueron confirmados, perseveren en la fe y en la vida que han asumido.

El lunes 19 por la tarde, Monseñor Eduardo realizó la primera visita a la Comunidad de Kaibil Balam, en el Ixcán, El Quiché.

Nacida apenas hace tres meses con cinco familias, actualmente cuenta con 34. En su gran mayoría se trata de hermanos de la etnia Mam, procedentes de Chochal, Chiantla y de Txejoj, San Sebastián Huehuetenango, lugares en donde la Iglesia cuenta con comunidades prósperas.

Para dejar consolidada la presencia, se reconfirmó la institución como ministros de la comunión de dos hermanos que anteriormente ya serbvían en tal ministerio, antes de que ingresaran a la Iglesia y se instituyeron dos más, para responder a las exigencias y necesidades de la comunidad.

El martes 20 por la mañana, ante una numerosa presencia de hermanos, procedentes de las tres parroquias y del centro pastoral que componen el Decanato de Petén, se celebró la reunión en Yalpemech.

Entre los informes que se dieron, especialmente esperanzador fue el informe del crecimiento que se está teniendo en el centro de Sayajché, en donde ya existen dos comunidades, que están completando su proceso de organización.

Dentro del marco de la celebración, el obispo presentó al seminarista Marco Antonio Xumux Cap, quien durante el año próximo hará su Ejercicio Pastoral Supervisado en el área de Petén, con la idea de que se dé un crecimiento sostenido entres las comunidades de esa área.

El obispo presidió el martes 20, la celebración de la Misa con los hermanos de Yalpemech, parte de la parroquia de San Fernando, Sayajché, Petén.

Se trata de una pequeña comunidad que está organizando el hermano Vicente Coc, presidente del Consejo Pastoral de San Fernando y residente en esa comunidad.

Dentro del contexto de la misa, el obispo reiteró la presentación del seminarista Marco Antonio, quien, con el apoyo sacramental del Padre Fredy González se hará cargo pastoralmente de esa área.

El martes 19 por la tarde, el obispo llegó hasta la comunidad de Fray Bartolomé de las Casas. El obispo pudo apreciar el crecimiento que están teniendo las comunidades, así como el acercamiento de nuevos hermanos, interesados en formar comunidades que sean parte de la iglesia, en sus propias áreas.

Durante la celebración se administró la iniciación cristiana a tres niños, hijos de miembros de la comunidad.

La participación de todos fue muy activa y llena de fe.

Después de administrar el bautismo, los niños fueron crismados, como consta en la foto de la derecha.

La ceremonia concluyó con la comunión de quienes poco antes habían sido bautizados y crismados.

El miércoles 20 por la mañana, se celebró el decanato de Tomtem, reuniendo a representantes de las parroquias de Balbatzul, Lanquín, Cojaj, San Pedro Carchá y de los centros de San Juan Chamelco y Chitania.

Cada uno de los presbíteros explicó cómo, a su modo de ver, se encontraban las comunidades en el presente. En general el balance fue muy positivo.

Al final el obispo impartió la formación, hablando de la situación actual que vive la Iglesia y del compromiso que tenemos de profesar y transmitir en su totalidad la fe Católica y Apostólica.

El sábado 24 de Noviembre, nuestro Obispo llegó hasta la Catedral de San Juan Bautista, para administrar la confirmacióna 120 jóvenes y señoritas. Le acompañaron los Padre Rigoberto Upun y Francisco Simón, encargados pastorales de la catedral.

Todos los confirmandos habían sido cuidadosamente preparados acerca de las implicaciones y compromisos que se asumen al recibir este precioso don.

La Catedral estaba llena con los padres y padrinos de los confirmados. Durante la procesión de las ofrendas, fueron los jóvenes quienes las presentaron.

Después de la comunión, los jóvenes hicieron el compromiso misionero y aceptaron ql envío que les hizo el obispo, de predicar con su vida y con su testimonio.

El Padre Rigoberto, al agradecer al obispo su presencia, dio testimonio de que todos los confirmados formarán un grupo juvenil, orientado especialmente a la acción misionera.

El sábado 24 por la tarde, el obispo llegó hasta la comunidad de San José Poaquil, en donde también seis hermanos fueron confirmados en la fe y recibieron el envío misionero.

Durante la homilía el obispo animó a los hermanos a seguir comprometiéndose en la acción misionera, conscientes de la identidad que tenemos y de la misión específica que nos ha sido confiada.

Al conversar con los líderes de la comunidad, los mismos le manifestaron al obispo su entusiasmo, porque a partir del día cuatro de diciembre, será aplano el terreno en el que construirán el templo estable.

Al final de la celebración, lo jóvenes que habían sido confirmados, posaron junto al obispo para una fotografía.

El domingo 25 por la mañana, el obispo llegó hasta la comunidad de los Guates, San Juan Sacatepéquez, Guatemala, para presidir la Eucaristía.

Durante la homilía, en el contexto de la Liturgia de Cristo Rey del Universo, el obispo subrayó que, como pueblo sacerdotal, cada uno de nosotros está llamado a participar activamente en todos los aspectos de la misión de Cristo

Los confirmados fueron dieciocho, entre jóvenes y señoritas. Todos habían sido cuidadosamente preparados y eran conscientes de la dimensión misionera de su vocación.

Después de la comunión, todos los confirmados aceptaron ser enviados como misioneros y, como símbolo de su compromiso, les fue encendida una vela.

El domingo 25, por la tarde, el obispo llegó a la comunidad de Las Palmas, San Juan Sacatepéquez para administrar la confirmación a 22 jóvenes y señoritas.

Todos los hermanos oraron devotamente implorando la efusión del Espíritu Santo, mientras el obispo hacía la unción con el Santo Crisma.

Al final de la ceremonia, los hermanos posaron junto al obispo para una fotografía.

Con ocasión de la visita del obispo, también once niños se acercaron a hacer su primera reconciliación y la comunión solemne. A la derecha, los niños junto al obispo, al final de la ceremonia.

El domingo 25, al caer del día, el obispo visitó la comunid de Los Pirires, San Juan Sacatepéquez, para administrar la confirmación y la comunión solemne a dos grupos de hermanos.

a la izquierda: ñps jóvenes que harían la comunión solemne y la confirmación, después de haber recibido el sacramento de la reconciliación.

Durante la homilía, el obispo recordó cuáles son los compromisos de quien es confirmado y previo a administrarla pidió a cada uno de los participantes a asumir publicamente la responsabilidad de cumplir sus tareas.

El grupo de confirmados junto al obispo, al final de la ceremonia.

Los niños que habían recibido la comunión solemne, después de la reconciliación junto al obispo, al final de la ceremonia.