El jueves de Corpus Christi, tres de junio, nuestro Obispo celebró la solemne dedicación o consagración del templo del Santísimo Sacra-mento, recién construido, adyacen-te al cuerpo de la Santa Iglesia Catedral de San Juan Comalapa. En la misma ceremonia, se leyó el decreto de elevación a "Santuario" del Templo. La razón para esta ceremonia, fue la solicitud presentada por las organizaciones parroquiales y la historia que tuvo, hasta que fue derrumbada, para dar lugar a la nueva construcción, la entonces Capilla del Santísimo Sacramento. Con Exposición solemne del Santísimo Sacramento diaria, desde las 5 de la mañana hasta las 9 de la noche y con adoradores continuos, este Santuario ha sido el corazón de toda la parroquia.

Arriba de la puerta del Santuario, dos ángeles, esculpidos durante la colonia, han sido colocados como guardianes del templo.

En la ceremonia de consagración participaron decenas de cientos de feligreses, gozosos por la ceremonia que se celebraba y porque el reconocimiento del templo como Santuario y su consagración, respondía al sentir de fe de todo el pueblo.

Después del Canto de la letanía de los Santos, el momento crucial de la ceremonia lo constituyó la unción de la parte superior del altar con el Santo Crisma y el rezo de la oración de consagración. La ceremonia fue celebrada siguiendo el ritual católico renovado.

 

A la derecha, los Padres Rigoberto y Francisco, Responsables pastora-les de la Catedral, completan el rito de unción, mientras Monseñor Eduardo recita la oración de consagración.

Después de la unción del ara y de las cuatro cruces de bronce que habían sido colocadas en las paredes del santuario, la quema de los aromas sobre al altar y la oración prevista por el ritual, indicaron externamente la súplica elevada para que las oraciones del Pueblo de Dios se eleven hasta el Trono del Señor Altísimo.

Terminada la ceremonia de consagración, fue firmada el acta correspondiente por el obispo, los presbíteros que atienden pastoral-mente la parroquia y los presidentes de los tres cuerpos colegiados que coordinan la vida pastoral y económica de la catedral. Seguidamente se develó una placa conmemorativa que, literalmente dice: "EL JUEVES DE CORPUS CHRISTI, TRES DE JUNIO DEL AÑO DEL SEÑOR DOS MIL DIEZ, ACCEDIENDO A LA PETICIÓN DEL PUEBLO CATÓLICO DE SAN JUAN COMALAPA, EL EXCELENTÍSIMO OBISPO DR. EDUARDO AGUIRRE OESTMANN OBISPO PRIMADO DE LA IGLESIA CATÓLICA ECUMÉNICA  RENOVADA EN GUATEMALA, CELE-BRÓ LA DEDICACIÓN SOLEMNE DE ESTE TEMPLO Y DE SU ALTAR, ELEVÁNDOLO A LA DIGNIDAD DE SANTUARIO, CON EL TÍTULO DE: “SANTUARIO DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO”, DEBIÉNDOSE CON-MEMORAR ESTA SOLEMNIDAD, PARA ETERNA MEMORIA, EL JUEVES DE CORPUS CHRISTI DE CADA AÑO."

La vista del Santuario es impresionante. El tabernáculo es una verdadera obra de arte, está labrado en plata con incrustaciones de oro y data de la época colonial.

Al final de la ceremonia, Monseñor Eduardo compartió con algunos de los dirigentes del Pueblo de Dios a quienes agradeción la dedicación y entrega con las que han cumplido la misión que les fue confiada por el mismo Pueblo.

El viernes cuatro, el obispo celebró la Eucaristía en la Comunidad de Xolbé, Sololá. A lo largo de la carretera que conduce a la misma, se pudo notar toda la destrucción que dejó la reciente tormenta que azotó a Guatemala. Sin embargo, nos sentimos agradecido con el Señor, porque a pesar de los daños materiales, ninguno de los hermanos perdió la vida durante la misma.

El sábado cinco por la mañana, nuestro obispo visitó por primera vez la Comunidad de Ical, en el Municipio de Colotenango, Huehuetenango. Esta comunidad ha entrado recientemente en la Comunión, después de un largo peregrinar en búsqueda de atención pastoral y comprensión a sus expectativas y a los dones que ha recibido del Señor.

Durante la Eucaristía se celebraron numerosos bautismos.

 

 

En la foto de arriba: Momento de oración del Pueblo de Dios, cuando se invoca el Espíritu Santo, para alcanzar el perdón de los pecados.

 

 

A la derecha: Momento durante la ceremonia de baptismal.

El cinco por la tarde, nuestro obispo realizó la segunda visita a la comunidad de Chamul, Concepción Tutuapa, San Marcos. Esta comunidad es numerosísima y tiene gran entusiasmo. Entró en la comunión hacia fines del año pasado, sin embargo el compromiso de sus miembros le ha hecho crecer y llevar la Buena Nueva a muchas de las Aldeas vecinas.

Arriba: Procesión desde la Casa de Oración al Salón Comunal, lugar en el que se celebró la Eucaristía.

 

 

A la derecha: momento durante la invocación del Espíritu Santo, pidiendo el perdón de los pecados.

Durante la celebración de la Eucaristía se celebraron varios bautismos, unos 30 jóvenes fueron confirmados, después de haber tenido una cuidadosa preparación, otro grupo recibió la primera comunión y una pareja contrajo matrimonio.

El domingo 6, día en que la iglesia celebra la fiesta de Corpus Christi, unos 90 niños y niñas del Municipio de Soloma, Huehuetenango, hicieron su primera comunión. Era evidente la cuidados preparación que habían recibido los niños. Al final de la celebración se tuvo una prolongada procesión con el Santísimo Sacramento, por las calles del poblado.

En la ceremonia participor más de 1000 hermanos que permanecieron hasta el final de la procesión.

A la derecha: momento durante la homilía, los niño escuchan atentamente cuanto nuestro obispo les estaba compartiendo.

Para la procesión se prepararon capillas en diversos lugares del recorrido. La participación del pueblo estuvo llena de gozo y devoción.

Los primeros en ir en la procesión fueron los niños que había hecho la comunió solemne. Los siguió nuestro obispo, llevando la custodia con el Santísimo Sacramento expuesto y en la parte posterior se encontraban los demás miembros del Pueblo de Dios.

El sábado 12 y domingo 13 nuestro obispo realizó una visita a las comunidades de Los Angeles, California. En la misa que celebró con la Comunidad Pacto Divino, se realizó el matrimonio entre Pedro y Ana. Pedro es el Ministro de la Comunión de esa Comunidad. Ana es hija de los hermanos León y Eulalia, dirigentes de la Comunidad de El Pescador.

Arriba: Un momento durante la celebración. Pedro y Ana esuchan atentamente la homilía del obispo.

 

 

 

 

A la derecha: Después del matrimonio, el Hermano León y la Hermana Eulalia, padres de Ana, oran sobre los nuevos esposos y les dan su bendición.

Por la noche del día 12, el obispo celebró la Eucaristía con la comunidad de El Pescador. Esta comunidad sigue creciendo, está bien organizada y, actualmente, está planeando buscar otro local en el que pueda garantizar mejor la atención a sus miembros y mantener el crecimiento con el que el Señor la ha bendecido en los últimos tiempos.

Arriba: Momento durante la Absolución de los pecados a los miembros del Ministerio de Música.

 

 

 

A la derecha: Los ministros de la comunión presentan los dones durante el ofertorio.

El Domingo por la mañana, se llevó a cabo la tercera sesión de la extensión de la "Escuela para la formación Teológica y Ministerial del Pueblo de Dios". Hay unos 25 hermanos que están inscritos. Muchos de ellos se han dedicado con asiduidad a seguir los cursos, conscientes de que una formación seria es un requisito indispensable para servir con fidelidad al Señor y responder con eficacia a la misión y a los dones que han sido recibidos. Actualmente los dos cursos que se están impartiendo son: "Eclesiolo-gía" e "Introducción a la Sagrada Escritura".

Arriba y a la derecha: Dos momentos de las clases. Estas duran de las 9 de la mañana a la 1 de la tarde, del día domingo y, regularmente, se imparten una vez al mes, durante la visita del obispo.

Cuando las clases terminan, como se puede observar en la foto a la izquierda, el obispo celebra la Eucaristía con los participantes. De esta forma, el crecimiento en los conocimientos teológicos, va a compañado por el fortalecimiento espiritual.

El día 18 de Junio, yendo camino de Huehuetenango, el Obispo paso celebrando la Eucaristía mensual con las comunidades de la parte alta del Lago de Atitlán. Estas son Pajomel y Chuitzanchaj. Ambas pertenecen al Municipio de Santa Cruz la Laguna, Sololá. El entusiasmo con el que trabajan y la bendición que están experimentando son notables. En casi todas las visitas se tiene la grata sorpresa de ver que una o dos familias se han unido a la comunidad.

Arriba: Momento de la Eucaristía con la Comunidad de Pajomel. Los hermanos hace fila para acercarse a recibir la Sagrada comunión.

 

 

 

A la Izquierda: con la comunidad de Chuitzanchaj, momento en el que los hermanos, después de haber confesado humildemente sus pecados se acercan para ser absueltos de sus pecados.

A la derecha: otra vista de la absolución de los pecados en la comunidad de Chuitzanchaj.

El sábado 19, nuestro obispo comenzó su misión pastoral visitando por primera vez la pequeña comunidad de San Isidro, en el Municipio de La Democracia, Huehuetenango. Entre las diferentes actividades, estuvo la gozosa celebración del matrimonio entre Juan y Carmelina. Ellos tenían muchos años de vivir unidos. Sin embargo, no habían podido regularizar su situación, en primer lugar porque Juan había estado casado canónicamente anterior-mente y, en segundo lugar, porque no tenían los medios para pagar por la celebración de la ceremonia civil. Después de largo estudio, hace algún tiempo se había declarado la nulidad del matrimonio canónico. Con la bondadosa ayuda de una notario ese día se pudo celebrar tanto el matrimonio civil como el religioso. De esa forma, los últimos tienen también la oportunidad de participar de todas las bendiciones.

Arriba: Juan y Carmelia, después de haberse intercambiado los anillos, se intercambian las arras.

 

 

 

A la derecha: Dos de los líderes de la comunidad oran sobre los nuevos esposos, después de haber concluido el ritual litúrgico.

Hacia el medio día el obispo realizó también la primera visita pastoral a la Comunidad de san José Ixcunén, también en el Municipio de La Democracia. Esta comunidad ingresó a la Comunión hace menos de un año. Consta de unas 60 familias, cada una formada por bastantes miembros. Con ocasión de la visita se celebraron bautismos y primeras comuniones.

Arriba: Vista de la comunidad, durante la homilía.

 

 

 

 

A la derecha: Momento de la efusión del agua con imposición de las manos, durante el bautismo, simbolizando la efusión del Espíritu Santo que es dada por la Trinidad Santa, al administrar el sacramen-to.

Por la tarde, el obispo visitó a la Comunidd de La Vega, también en La Democracia. Esta comunidad cuenta con un hermoso templo y está bien organizada, trabajando activamente en el cumplimiento de sus compromisos cristianos y misioneros.

Arriba: Un momento mientras Monseñor Eduardo invoca la efusión del Espíritu Santo sobre la comunidad.

 

 

A la derecha: vista durante la Homilía.

El domingo 20 por la mañana, Monseñor Eduardo hizo una visita a la Comunidad de San Pablo Sibilá, en la cima de los Cuchumatanes, jurisdicción de Chiantla, Huehuete-nango. Era la primera vez que el obispo visitaba esta comunidd, que, sin embargo, tiene ya varios años de existencia. El pequeño y sencillo oratorio estaba colmado de feligreses. Ese día fue instalada la presencia del Santísimo Sacramento en el oratorio, quedando pendiente la institución del Ministro de la comunión que, después de ser cuidadosamente instruido, será instituido en la próxima Asamblea que se realizará a finales de Agosto en el Centro de formación. Por el momento, los ministros de las comunidades vecinas ejercerá el ministerio en esta comunidad.

Arriba: Un momento durante la homilía de Monseñor Eduardo.

 

 

 

 

A la derecha: momento de distribución de la comunión. El templo es pequeño y los fieles eran tantos, que el obispo tuvo que ir hacia los que recibirían la comunión, teniendo que llegar hasta el fondo del templo.

Hacia el medio día el obispo presidió la Eucaristía con la Comunidad de Brasilia, en la zona 7 de Huehuetenango. En esa ocasión se realizó el bautismo de una niña. La comunidad de Brasilia ha experi-mentado un genuino crecimiento. Desde la última vez que el obispo había celebrado la Eucaristía hay unas tres familias que han ingresado. Además se puede notar la piedad y el compromiso con el que los fieles están viviendo su fe. El coordinador es el Hermano Maynor, quien está realizando una labor muy hermosa.

Arriba: El pueblo de Dios se acerca a recibir la Absolución, después de haber hecho la confesión de sus pecados.

 

 

 

A la derecha: Atentamente el pueblo escucha la homilía. En el fondo a la derecha del obispo, se encuentra el hermano Maynor, coordinador y responsable de la comunidad.

El lunes 21, el obispo celebró la Eucaristía en el hogar de Señoritas, ubicado en la Finca María Auxiliadora, La Ciénega, San Raymundo, Guatemala. Bajo la coordinación y patrocinio de la Hermana Marifé Hellman, esta casa ofrece la oportunidad a señoritas indígenas que quieren continuar su formación académica. Buena parte de ellas provinen de comunidades de ICERGUA.

 

En la foto se pueden ver hermanas provenientes de San Pedro Carchá y Chisec, Alta Verapaz y de Chochal, Chiantla, Huehuetenango. Ellas preparan la mesa, pues después de la Eucaristía el obispo participó en una refacción que le fue ofrecida.

En la finca María Auxiliadora también está edificada la sede que, en el futuro ocupará el Obispado y servirá de residencia al obispo. También aquí se desarrollará un pequeño Museo, en e que se recor-darán algunos de los momentos especiales del proceso organizativo de ICERGUA.

En la foto de arriba: Vista de la casa, tomada desde un área techada en la que se puede acoger a unas dos mil personas, para posibles eventos multitudinarios.

 

 

 

 

A la izquierda: vista de la pequeña iglesia, adjunta a la residencia episcopal.

Aunque las vacaciones del primer semestre comenzarán hasta el 2 de julio, los seminaristas comenzaron el segundo semestre lectivo el 14 de junio. El Padre Juan Moisés Mendoza Sapalú, se incorporó al equipo de tutores, en sustitución del Lic. Joaquín Gutiérrez que, por ra-zones de horario laboral, no pudo seguir colaborando con nosotros. La incorporación del Padre Juan Moisés al proceso de formación académica, que se une a su participación en la formación en otros ámbitos, que ya ejercía desde el inicio del año, así como una mayor participación del obispo en la formación académica, permitirá que los seminaristas se vaya identificando cada vez más con los elementos específicos de nuestra identidad eclesial, que no son otros que el redescubrimiento, la asunción y la implementación de todas las características que la iglesia y la misión tenían en los primeros siglos de su historia.

Arriba: Una vista de nuestra Capilla. La exposición del Santísimo Sacramento ocupa un lugar importante dentro del proceso de formación. De esa manera, los seminaristas son urgidos a vivir en actitud constante de escha a la Palabra y de oración. De hecho, cada día se canta la totalidad del oficio divino y se celebra la Divina Liturgia.

 

 

 

 

A la derecha: Una vista del el icono de Cristo que se encuentra a la derecha del Altar.

A la izquierda del altar se encuentra el icono de la Madre de Dios, recordando la Natividad. En el centro, sobre el altar, se encuentra el icono de la Crucifixión y con el de la derecha del Cristo Todopoderoso, forma la tríada de iconos que es venerada a través de la incensación solemne en la celebración de la Divina Liturgia.

El Martes 22, por invitación de la Abadesa del Monasterio Ortodoxo de Amatitlán, Madre Inés Ayau, nuestro obispo, junto con el Padre Juan Moisés, visitaron el Monasterio para ver los últimos pasos que se han dado en su decoración iconográfica. Se trata de una obra hermosísima que está casi a punto de concluirse. Los iconógrafos son rusos, por lo que el estilo refleja la tradición propia de la iglesia ortodoxa en Rusia.

Arriba: Una foto del icono de Cristo Todopoderoso, que se abarca toda la parte interior de la cúpula.

 

 

 

A la derecha: foto del icono de la Madre de Dios, que se encuentra en e ábside del templo.

Con ocasión de su visita al Monasterio, Monseñor Eduardo tuvo la oportunidad de saludar al Proto-presbítero Jorge Farah, quien se encontraba de visita en Guatemala y es el Vicario para Centro América del Arzobispado Católico Ortodoxo Antioqueno de México, al cual está adscrito el Monasterio.

El jueves 24, el obispo presidió la Eucaristía patronal en la Catedral de San Juan Comalapa. Se trató de una liturgia hermosísima. Se calcula que participaron por lo menos unos 5000 fieles. El templo estaba ornado con elegancia, belleza y sencillez. La Liturgia había sido esmeradamente preparado y fue celebrada con gran profundidad y solemnidad.

Arriba: Momento en que se prepara la procesión de entrada. Como es tradición, después de los ciriales y la cruz, entran en la procesión las Capitanas y los Cofrades, llevando las insignias propias de su cargo. Luego vienen los Ministros de la comunión, los Acólitos y finalmente los concelebrantes.

 

 

 

A la derecha: Un momento durante la Homilía. Tanto las lecturas como la homilía fueron pronunciadas tanto en castellano como en Kakchiquel, el idioma propio de los feligreses.

A la izquierda: Los concelebrantes unen sus manos, mientras recitan el Padre Nuestro.

Después de la Misa se llevó a cabo la bendición solemne del anda del santo patrono, que sería llevada en procesión por las calles del pueblo.

 

A la salida, como se puede observar en la foto de la derecha, tanto el obispo como los concele-brantes saludaron al pueblo que estaba lleno de gozo por celebrar a San Juan Bautista, su santo patrono.

En la foto de la izquierda: momento de ingreso de la procesión. Después de varias horas de recorrido, en un día iluminado por el sol, bendición especial después de tantos días de lluvia, y habiendo recorrido las calles del pueblo, es ingresada el anda al templo. Construida para ser llevada por 40 devotos, 20 de cada lado, había sido adornada con esmero. La figura de Cristo niño, yendo adelante del Bautista, quiso representar la frase que éste pronunció: "Es necesario que yo disminuya para que Él crezca".

Desde la consagración del Santuario del Santísimo Sacramento, celebrada el 3 de junio, este lugar se ha convertido en centro de oración, aún más intensamente de lo que era antes. En la foto se puede observar el Sagrario lleno de luces y, al igual que la Santa Iglesia Catedral, esmeradamente adornada para la ocasión.

En la foto de la derecha: Después de la comida, foto de los presbíteros asistentes con el Obispo. De izquierda a derecha: P. Gildardo, P. Bernabé, Monseñor Eduardo, P. Rigoberto, Diácono Denis y P. Herberth. Adelante: P. Francisco.

El 25 al caer de la tarde, el obispo realizó una visita a la comunidad "Efusión del Espíritu Santo", de Santiago Atitlán.

Entre otros motivos, la comunidad estaba dando gracias al Señor por el 22 aniversario de que su coordinador, el hermano Cruz Toj, había recibido, de una forma sobrenatural, la misión de evange-lizar al pueblo de Dios.

Arriba: Momento de oración durante la confesión de los pecados.

 

 

 

 

 

A la izquierda: el obispo se dirige a la Asamplea, durante la Homilía.

Con ocasión de la Eucaristía también se celebraron Bautismos. En la foto de la derecha: momento en que el obispo hace la efusión del agua y la imposición de manos sobre unos de los que están siendo bautizados.

El Obispo también celebró, el día 25 por la tarde, la Eucaristía con la comunidad Pentecostés, de Santiago Atitlán. En esa ocasión se celebró el bautismo de un niño, su padre es miembro del ministerio de música y su madre del ministerio de intercesión.

Arriba: Momento de oración, preparándose para la confesión de los pecados que antecede a la Absolución.

 

 

 

A la derecha: Terminada la ceremonia baptismal, los padres y padrinos oran sobre el niño, pidiendo al Señor la gracia para que persevere en la fe.

Hacia el medio día el obispo realizó la primera visita a la naciente comunidad de Vueltamina, en la Democracia, Huehuetenango. Se trata de 5 familias, compuestas por numerosos miembros cada una, que acaban de aherirse a la Iglesia. Todos están entusiasmados en profundiza y comprometerse en la fe, para poder trabajar activamente en la misión. También una de sus metas es trabajar para poder construir un templo.

Por la tarde, bajo una fuerte lluvia, el obispo celebró la Eucaristía con la también nueva comunidad de La Mesilla. Esta comunidad comenzó hace pocos meses. A pesar de estar compuesta solamente por 7 familias que totalizan unos 60 miembros, ha logrado ya tener el terreno en el que construirán la iglesia y ha conseguido los instrumentos musicales para tener un ministerio de música. Con su fe y entusiasmo, esperan que pronto la comunidad se multiplicará en el número de sus miembros y que logran realizar sus proyectos.

El domingo por la mañana el obispo celebró por primera vez la misa con la naciente comunidad del municipio de Tectitán, Huehuetenango. Esta comunidad inició a finales del año pasado. Han sido víctimas de innumerables críticas de parte de los dirigentes católicos romanos e incluso miembros del consejo parroquial católico romano llegaron para pedir cuentas al obispo de su presencia. Después de la Eucaristía el obispo se entrevistó con los representantes católicos romanos. El diálogo se realizó en un clima de recíproco respeto y, aclaradas las dudas, se tomó conciencia de la importancia de seguir trabajando de acuerdo a la misión que cada quien ha recibido pero absteniéndose las dos partes, de hacer críticas negativas en contra de los demás.

Por la tarde el obispo presidió la Eucaristía en la Comunidad Central de Cuilco que pronto será sede de una nueva parroquia. El templo estaba lleno de hermanos, como sucede cada domingo. Durante la celebración tuvieron su rito completo de iniciación cristiana (bautismo, confirmación y comunión) tres jovencitos, hermanos los tres, que hace algún tiempo, junto a su padre, se habían convertido, provenientes de un grupo evangélico.

Arriba: El Pueblo de Dios ora, previo a la confesión de los pecados.

 

 

 

 

A la derecha: Momento en el que Bernardo, uno de los tres jóvenes, es bautizado.

Durante la Eucaristía también fueron instituidos dos ministros de la Comunión, uno para el servicio de la comunidad central de Cuilco y otro para servir en una comunidad que acaba de hacer alianza con nosotros.

 

 

En la foto: momento de distribución de la comunión.

El miércoles 30, en una solemne ceremonia celebrada en la capilla de nuestro Seminario, cuatro de nuestros hermanos seminaristas, que actualmente se encuentran haciendo su Ejercicio Pastoral Supervisado, recibieron el orden de los sub-diáconos. Dentro del ritual de ordenación, después de ser llamados, cada uno de los ordenan-dos enciende una vela del cirio pascual, para indicar su disponibili-dad a consagrarse totalmente a Dios, optando por su incorporación perpetua y definitva a nuestra Comunión Santa María del Nuevo Éxodo y asumiendo el celibato por el Reino de los cielos, como su estado de vida.

Después de la homilía en la que se les recordó cuáles son los compromisos y la misión específica inherente al orden que recibían, cada uno de los candidatos expresó su voluntad de incorporarse definitva y perpetuamente a la Comunión y su opción también perpetua por el celibato por el Reino de dios, como estado de vida.

Arriba: Momento en el que Pedro Martínez hace su compromiso. Pedro está actualmente haciendo su EPS en las comunidades de Cuilco. Con la ayuda de Dios recibirá el Sagrado diaconado el 11 de julio.

 

 

 

A la izquierda: Esduardo Vásquez Coj mientras expresa sus compromisos. Esduardo realiza su EPS en la Parroquia de San José Quixabaj, formado por las aldeas occidentales del Municipio de Santa Eulalia, Huehuetenango.

José Armando Hernández expre-sando su opción y compromiso. José Armando realiza su EPS junto al Padre Hugo Patzán en las más de 60 comunidades que hay en la Parroquia de Santa Cruz Barillas, Huehuetenango.

Marco Tulio Calderón manifiesta su opción y compromiso. Marco Tulio está realizando su EPS con las comunidades de Nebaj y Chajul, en el norte de El Quiché.

Después de hacer el compromiso de incorporación y de celibato, quienes serán ordenados se postran, mientras todo el pueblo de Dios, de rodillas, cantan las letanías. Al final de éstas, el obispo invoca sobre los que serán ordenados, la efusión del Espíritu Santo. Esto es lo que se puede observar en la foto de la derecha.

Después de la invocación del Espíritu, cada uno de los ministros ordenados, pasa a orar sobre cada unos de quienes están recibiendo las ordenes sagradas. Seguidamen-te el obispo hace una oración pidiendo la efusión del Espíritu Santo sobre cada uno de los ordenandos.

Las vestiduras propias del sub-diácono son: el amito, el manípulo y la tunicela. Antes de imponerlas, sin embargo, el obispo consultó al Pueblo de Dios acerca de su idoneidad. El Pueblo, para cada uno de ellos, al ser consultado respondió "digno", con lo cual se daba acceso para la imposición de las vestiduras.

 

A la derecha vemos el momento en que el obispo entrega el libro de las Epístolas a uno de los ordenados. También le entregó el cáliz y la patena vacíos, simbolizando aspec-tos de su misión y el diácono les entregó las vinajeras y la jofaina con agua.

La ceremonia estuvo caracterizada por la paz, la serenidad y la profundiad espiritual. Realmente fue una experiencia de presencia del Señor. Encomendamos a todo el Pueblo ahora a estos hermanos que, después de estar trabajando pastoral y ministerialmente durante 6 meses en las comunidades, recibieron esta ordenación después de haber aprobado los exámenes canónicos y de haber recibido la solicitud formal de los consejos pastorales de las parroquias en las que trabajan. Con la ayuda de Dios muy pronto serán ordenados diáconos y después presbíteros, para el servicio de Dios y de su Iglesia.