Nuestro obispo inició el año 2011, visitando la Parroquia católica renovada Renovación Carismática, cuyo centro se ubica en La Capellanía, Chiantla. La razón principal de la celebración, era la confirmación en la efusión del Espíritu Santo de unos 40 hermanos. La recien creada parroquia, está trabajando intensamente para crecer en la fe. No han faltado las dificultades, pues haber optado por ser erigidos como parroquia ha significado un paso serio en su compromiso como católicos renovados. Los hermanos han asumido el compromiso firme de trabajar por el crecimiento de cada una de las comunidades y por la creación de nuevas comunidades en donde aún no existen.

A la derecha: vista de la multitud que había llenado el templo para la celebración.

A la izquierda: el obispo, teniendo al lado al hermano Domingo, presidente del Consejo Parroquial, exhorta a los hermanos que serían confirmados a tomar conciencia de los compromisos que asumirían al recibir la gracia sacramental y los anima a entrar en oración, para que el don del Espíritu Santo que recibirán encuentre tierra fecunda en sus corazones y pueda dar abundantes frutos.

El primero de enero por la tarde, el obispo visitó la comunidad de Chinacá, en el municipio de Huehuetenango. Se trataba de orar para poner en las manos del Señor el nuevo año que iniciaba y de renovar el compromiso de trabajar incansablemente en el desarrollo de la misión que el Señor nos ha confiado: reconocer la presencia eficaz del Reino de Dios entre nosotros y dar testimonio del Evangelio en medio de todos.

Arriba: el obispo durante la homilía, insiste a los hermanos que, como María Santísima, estamos llamados a abrirnos al misterio de la salvación y participar en las múltiples bendiciones que el Señor tiene reservadas para cada uno de los que confían en Él y están dispuestos a cumplir incondicionalmente su voluntad.

 

 

A la izquierda: los hermanos que participan en la Eucaristía, se acercan a recibir la Sagrada Comunión.

La Comunidad de Chinacá cuenta con un ministerio bastante popular en el área. En la foto de la izquierda se les puede ver, mientras dirigen el canto de salida, al terminar la celebración de la misa.

El domingo 2 de enero, como ha sido ya tradición durante varios años, lo comenzó el obispo visitando la comunidad de Yulbá, Cuilco. Con ocasión de la visita del obispo, algunos padres trajeron a sus hijos para ser iniciados en la vida cristiana, a través del bautismo y la crismación y un grupo de jóvenes fue confirmado en la efusión del Espíritu Santo, asumiendo el compromiso de trabajar apostólicamente en la comunidad.

Arriba: El obispo durante la homilía, en la fiesta de la Epifanía del Señor, invita a los fieles a abrirse a tener la eexperiencia que tuvieron los sabios de oriente al encontrarse con Jesús niño, en los brazos de María y les exhorta a ofrecer, como ellos los mejores dondes de sí mismos, para cumplir la misión que el Señor nos ha confiado.

 

 

A la derecha: El grupo de los jóvenes que serían confirmados, mientras hace su profesión de fe y manifiesta su compromiso de vivir como auténticos apóstoles de Jesucristo.

A la izquierda: momento en que los padres de los niños que habían sido iniciados a la vida cristiana, oran por ellos, para que el don recibido pueda crecer y dé frutos abundantes.

Por la tarde del día dos, Monseñor Eduardo visitó la comunidad central de Cuilco, para proclamar la creación de la parroquia católica renovada "Inspiración del Espíritu Santo" y para realizar la bendición de la recién construida cada pastoral. También durante la celebración de la Eucaristía, un grupo de hermanos recibió la confirmación

Terminada la homilía, el obispo leyó el decreto 11-01, en el que se decretaba la creación de la nueva parroquia católica renovada. La misma está formada por todas las comunidades existentes actualmente en el Municipio de Cuilco, Tectitán y algunas ubicadas en territorio de México, en el área de Nueva Omatenango. En la foto de la derecha: el obispo mientras hace entrega del decreto, después de haberlo leído ante la asamblea, al hermano Gilberto, presidente del consejo parroquial.

Después de haber sido creada la parroquia, el Padre Pedro Martínez, encargado pastoral de la nueva parroquia, dirigió algunas palabras expresando agradecimiento y compromiso ante los retos que significa haber sido creados como parroquia.

En la foto de la izquierda, el Padre Pedro, mientras se dirige a la asamblea.

Al final de la celebración eucarística, se llevó a cabo la bendición de la casa pastoral.

 

En la foto de la derecha: el obispo mientras asperge con el agua bendita la casa pastoral. Junto a él, de izquierda a derecha están los hermanos Eulalio y Santos, miembros del Consejo Pastoral.

El lunes tres de enero, por la mañana, se celebró la reunión del Decanato de Huehuetenango Occidente I, en la sede de Jacaltenango. En la reunión estuvieron presentes representantes de todas las comunidades. Entre los aspectos que destacaron en la relación de los hermanos, estuvo el compartir el admirable crecimiento que han tenido las comunidades. La más joven de éstas, la de Buxup, cuenta ya con más de dos cientos miembros adultos, lo que significa tener más de 600 miembros en total. Igualmente todas las demás comunidades han experimentado un sostenido crecimiento.

Después de haber escuchado la relación de los delegados y la del Padre Santos Acosta Sol, encargado pastoral del decanato, que abarca los municipios de Jacaltenango y Concepción Huista, el obispo respondió a algunas de las dudas e inquietudes que habían sido planteadas y luego explicó el plan de trabajo que tenemos para el presente año. Al final de su explicación cada uno de los hermanos expresó su compromiso de implementar cuidadosamente cuanto está contemplado en el plan.

Por la tarde, el obispo celebró la Eucaristía con la comunidad de Onlaj, del municipio de Concepción Huista. A pesar de que apenas se encuentra actualmente en el área un tercio de los miembros de la comunidad, el templo se llenó. Los otros dos tercios, al igual que los habitantes de buena parte del área Mam, se encuentran durante los presentes meses trabajando en fincas de áreas cálidas, pues la zona donde viven, en esta época, debido al frío y a la falta de lluvia, no tiene condiciones para realizar cultivos. Durante la homiía el Obispo insistió en que el hecho de que no estén presentes todos los hermanos no debe frenar la vida activa de la comunidad y animó a que, incluso quienes tienen que viajar a otros lugares, se organicen para dar testimonio de su fe y de su vida cristiana a donde sea que vayan.

Arriba: El Padre Santos Acosta y el Obispo administran la Absolución a los hermanos que han confesado sus pecados.

 

 

A la derecha: el hermano Benito, uno de los líderes históricos de la Renovación Caristmática en Huehuetenango y coordinador de la Comunidad de Onlaj, mientras hace la primera lectura durante la celebración de la misa.

Por la noche el obispo presidió una emotiva celebración Eucaristíca en la comunidad de Tzisbaj, Jacaltenango, Huehuetenango. La pequeña casa de oración no era suficiente, por lo que la celebración se realizó en un área abierta, bendecidos por una noche serena y un clima muy agradable. En la celebración participaron unos 400 hermanos. La comunidad se encuentra especialmente gozosa porque, después de muchos sacrificios, ha logrado adquirir un predio en el que próximamente iniciará la construcción del templo permanente de la comunidad.

Arriba: Momento de oración al inicio de la celebración Eucristíca.

 

 

A la derecha: Monseñor Eduardo, durante la homilía, exhorta a la Asamblea a trabajar para que la renovación que se vive sea integral: es decir, que se caracterice por una renovación de todas las relaciones intra-familiares vecinales y comunitarias y porque se trabaje árduamente en la evangelización y la creación de nuevas comunidades.

El martes 4 de enero, en el templo de la Comunidad de Guaxacaná, Nentón, se celebró la reunión del Decanato de Occidente II de Huehuetenango, con representantes de las comunidades del municipio de Nentón. El ambiente de la reunión fue muy positivo. Se podía percibir claramente el crecimiento que los hermanos están teniendo en la conciencia de ser iglesia y en los criterios pastorales que se deben seguir para que se dé tal crecimiento.

Arriba: Vista de algunos de los asistentes a la reunión. Al lado del obispo se encuentra el hermano Julián Bal quien, como Canciller y colaborador del obispo, ha sido el encargado directo de acompañar a las comunidades de Nentón en su proceso de crecimiento.

 

 

A la derecha: La asamblea escucha la relación que hace el hermano José, líder y representante de la comunidad de Subajasuj.

Al finalizar la reunión del decanato, el obipo presidió la celebración de la misa con los miembros de la comunidad de Guaxacaná. En esa ocasión, el hermano Juan, uno de los dirigentes de la comunidad, después de haber sido elegido por todos los hermanos y de ser cuidadosamente instruido, fue presentado para ser instituido como ministro de la Comunión. El obispo, después de haber esuchado el parecer de los miembros de la comunidad, procedió a su institución.

Arriba: Procesión de entrada para la celebración de la misa.

 

 

A la derecha: el obispo, junto a los demás hermanos ministros de la comunión, invocan la bendición sobre el hermano Juan, pidiendo que quede instituido como Ministro de la Comunión y que tenga la gracia para dar testimonio, a través de su vida y de su amor a la Eucaristía, del ministerio que recibe.

A media tarde, Monseñor Eduardo realizó su primera visita pastoral a la Comunidad de Chaculá. En el camino que le llevó hasta la comunidad, ubicada entre Gracias a Dios (frontera con México) y San Mateo Ixtatán, tuvo el gusto de manejar durante unos kilómetros, recientemente asfaltados, por la carretera denominada Transversal del Norte. Al llegar a la comunidad los hermanos que habían sido preparados para ser confirmados y para celebrar su comunión solemne, salieron a recibirle, para hacer una breve caminata hasta el lugar en donde se celebraría la Eucaristía.

La comunidad de Chaculá cuenta actualmente con unas 20 familias y unos 180 miembros. Aunque la primera familia tiene ya varios años de haberse congregado, su crecimiento es muy reciente. Con ocasión de la visita del obispo Además de Confirmaciones y Comuniones, se celebró un matrimonio y dos niños fueron iniciados en la vida cristiana.

A la izquierda: el obispo dialoga con la pareja que, además de celebrar su matrimonio, presentó a su hijito para ser iniciado en la vida cristiana.

A la derecha: el obispo crisma a quienes habían sido preparados para ser confirmados, después de haber crismado a los niños que habían sido bautizados.

Al caer de la tarde, el obispo celebró la Eucristía con la comunidad de La Trinidad, Nentón. Un grupo de niños fueron presentados para tener su iniciación cristiana completa: Bautismo, Crismación y Comunión.

A la derecha: padre y padrinos oran sobre los hermanos que anteriormente habían sido bautizados y crismados.

El miércoles cinco, el obispo fue a Santa Eulalia, para tener la reunión de Decanato de Huehuetenango Centro en Santa Eulalia. En el mismo estaban presentes los representantes de cuatro parroquias: Santa Eulalia, Soloma, Santos Arcángeles y San José Quxabaj. Todos los hermanos compartieron con gozo y esperanza los diversos logros que han tenido en su caminar. En algunos casos se trata de grandes proyectos de construcción. En su comentario a las exposiciones hechas, el obispo enfatizó que, aunque es importante la realización de proyesctos materiales, es fundamental mantener el principio de nuestra identidad misionera: Buscar y proclamar el Reino de Dios, que el resto será dado por añadidura.

Arriba: Momento en que el padre Fredi Mux, encargado pastoral de Santa Eulalia, da su relación, después de que lo habían hecho los delegados. A la derecha del obispo se encuentra el Padre Felipe Corimanaya, encargado pastoral de Soloma, San Rafael, San Miguel y San Sebastián.

 

A la derecha: el obispo mientras comenta y responde a las diferentes inquietudes que habían sido planteadas durante las relaciones presentadas.

Por la tarde del día 5, Monseñor Eduardo visitó la comunidad de Cololaj en San Rafael la Independencia. La comunidad se había reunido gozosa para la celebración de la Eucaristía. En su homilía Monseñor enfatizó en la importancia que tiene el vivir como católicos renovados en forma integral.

Arriba: el obispo mientras hace la invocación del Espíritu Santo, antes de proceder a administrar la absolución a cada uno de los que habían confesado sus pecados.

 

 

A la derecha: momento de distribución de la comunión a los participantes.

Al caer de la tarde, el obispo visitó la comunidad de Coyá, en San Miguel Acatán. Debido a las malas condiciones del camino, la llegada hasta la comunidad fue toda una hazaña. Sin embargo, al llegar el obispo tuvo la alegría de encontrarse con una comunidad que, durante todo el día, había estado en ayuno y oración, preparando el encuentro eucarístico y la confirmación de dos de los miembros de la comunidad.

Arriba y a la derecha: diversos momentos del rito de confirmación de los hermanos.

El jueves 6, se celebró el decanato de Huehuetenango Norte, en la sede de Santa Cruz Barillas. Habían representantes de buena parte de las comunidades, tanto de Barillas como de San Mateo Ixtatán. Cada uno de los responsables de los sectores pastorales que se han organizado en ambos municipios, dio una relación de la marcha de actividades. Luego los tres presbíteros que trabajan pastoralmente en la zona, dieron un breve informe de la situación y de los planes que tienen. Ellos son: Padres Hugo Patzán, Marcos Caicedo y José Armando Hernández.

Arriba: El obispo y la Asamblea, mientras escuchan la relación presentada por el presidente del Consejo Parroquial de la parroquia Glorificación de Santa María de Barillas.

 

 

A la derecha: vista de los participantes a la reunión de decanato, tomada desde la mezzanina que se encuentra al fondo del templo.

El 6 por la trade, el obispo visitó la comunidad Apocalipsis de San Mateo Ixtatán. La ocasión de la visita era administrar el sacramento de la confirmación a unos 36 hermanos. Todos habían sido esmeradamente preparados por el Hermano Sebastián, uno de los líderes de la comunidad central de San Mateo, quien está colaborando con el hermano Domingo, coordinador de la Comunidad Apocalipsis y quien sufre quebrantos de salud. Entre los confirmados estaba el mismo hermano Domingo quien, a pesar de tener muchos años de trabajo en la iglesia, aún no había recibido la Confirmación.

El orden y la activa participación de todos los confirmandos en la celebración sorprendió incluso al obispo, quien no dudó en aprovechar la ocasión para felicitar a los responsables, por el trabajo dedicado y generoso que están realizando.

A la izquierda: momento en que los hermanos que serían confirmados, de rodillas, imploran la efusión del Espíritu, mientras el obispo recita las oraciones de la epíclesis.

Por la noche, el obispo presidió la celebración de la Eucaristía con la comunidad de Nucá, Barillas. La comunidad estuvo de fiesta durante tres días completos. Contó con la participación de miles de hermanos venidos de varios lugares. Los primeros dos días sirvieron para dar gracias a Dios por los 33 años de vida renovada en el Espíritu Santo. El tercer día se celebró el aniversario de la radio "Nueva Vida", que constituye un medio eficaz de devangelización, con el que cuenta la comunidad. Aparte del crecimiento espiritual, que es palpable, también son admirables todas las obras que, bajo la guía del Padre Marcos Caicedo, ha logrado realizar la comunidad en poco tiempo: El templo ha sido completamente remodelado y la casa pastoral luce confortable y acogedora.

Arriba: Vista del templo, cuando se preparaba la procesión de entrada para la celebración eucarística.

 

 

A la derecha: Un momento durante la lectura de la Palabra de Dios, que fue hecha en castellano y en el idioma de la zona, el k'anjobal. A la izquierda del obispo, en la foto, se encuentra el Padre Hugo Patzán, responsable pastoral del centro de Barillas y a la derecha, en la foto, está el Padre Marcos Caicedo, responsable pastoral de Nucá y San Mateo Ixtatán.

A la izquierda: el obispo durante un momento de la homilía. Recordando la bendición que Dios ha dado a través de la Renovación en el Espíritu Santo, el obispo hizo énfasis en la importancia de redescubrir las raíces de la vida en el Espíritu, profundizando en la vida de la Iglesia Primitiva y tratando de asumir e implementar todas sus características, para poder vivir en la plena catolicidad.

El viernes 7, por la mañana, acompañado por el Padre José Armando Hernández, el obispo realizó la sexta visita a la comunidad de Nueva Generación Maya, en el Ixcán de Huehuetenango. Era la primera vez en que el obispo llegaba y había un clima espléndido. Todas las demás veces, la lluvia y el lodo habían sido el marco en el que el Pueblo de Dios había expresado su fe y entusiasmo. Con ocasión de la visita, un numeroso grupo de hermanos, esmeradamente preparados por los catequistas recibió el sacramento de la confirmación. Además los hermanos compartieron el gozo que tienen por haber reiniciado los trabajos de construcción del templo.

Arriba: El obispo, seguido por el Padre José Armando, caminan hacia el templo, flanqueados por el Pueblo de Dios que, con gozo y con flores, había venido a encontrarles.

 

 

 

A la derecha: terminada la ceremonia de confirmación, los confirmados, de rodillas ante sus padres y padrinos, participan en la oración que estos hacen, pidiendo que todos perseveren en el camino de la fe y que, por su vida y su testimonio, se alcancen los mismos frutos que se obtuveron a través de la primera predicación del Evangelio. El obispo se une a la misma oración.

Por la tarde del día 7, el obispo visitó la comunidad de Siglo XIX, ubicada también en el Ixcán de Huehuetenango. Con ocasión de la visita de Monseñor, además de la Eucaristía, fueron iniciados varios niños en la vida cristiana y algunos hermanos recibieron la confirmación.

Arriba: Momento en que el Padre José Armando administra la absolución a algunos de los hermanos que habían previamente confesado sus pecados.

 

 

 

A la derecha: el Hermano Miguel, líder y coordinador de la Comunidad y del Sector, se dirige a la comunidad, para traducir la homilía que acababa de terminar de pronunciar el obispo. En la misma se exhortó fuertemente a impulsar una renovación integral, haciendo énfasis en la vida y relación familiar. Es el mismo tema que, durante el presente trimestre, ha caracterizado las reflexiones de los decanatos de toda la iglesia.

El sábado ocho por la mañana, el obispo visitó la comunidad de Patalcal, San Mateo Ixtatán. Antes de la celebración, Monseñor Eduardo se reunió con delegados de la comunidad para profundizar en los criterios que deben tenerse cuando existen dificultades en la comunidad, especialmente por las fallas y caídas de algunos hermanos. Después de buen tiempo de diálogo, se llegó a la conclusión de que, dado que la Palabra de Dios es la norma suprema de discernimiento y que en la misma se nos intiva a la misericordia, a la corrección fraterna y a la conversión, se seguirían cuidadosamente estos criterios para afrontar las dificultades que existen y las que puedan presentarse en el futuro.

Después de Patalcal, el obispo se dirigió a Ocanté, una pequeña comunidad perteneciente al municipio de San Mateo Ixtatán y ubicada en una de las cimas de los Cuchumatanes. Aunque con bastante frío, el panorama era bellísimo. En la foto de la derecha, tomada desde Ocanté, se puede ver a la derecha la comunidad de Patalcal y en el fondo lejano se entrevén incluso los volcanes Tajumulco y Tacaná, de San Marcos.

Para el obispo se trataba de la primera visita a la recién nacida comunidad de Ocanté. La sorpresa de Monseñor Eduardo fue mayúscula. Por una parte, porque, a pesar de las limitaciones económicas de los hermanos, habían logrado cosntruir, casi de la noche a la mañana, un bonito templo. Por otra parte la organización con que cuentan parece ser muy buena. Especialmente la forma en que han logrado incluir a los niños dentro de la vida de la comunidad, fue elogiada por el obispo.

En la foto de la derecha, se puede percibir el orden y la atención con la que adultos y niños siguen, con orden perfecto y atención cuidadosa, la homilía del obispo, a pesar de las dificultades idiomáticas que tenían y que llevó a que el hermano Mateo Pascual, ministro de la comunión del centro de San Mateo, tuviera que hacer una traducción resumida al final.

Qué hermoso es que los hermanos convivan unidos. Estas palabras del salmista, expresan la experiencia que vivió el presbiterio de nuestra iglesia del lunes 10 al jueves 13 de enero, mientras se realizaban sus ejercicios espirituales anuales.

El encuentro se celebró en la sede de nuestro seminario en San Lucas Sacatepéquez. Nuestro obispo, Monseñor Eduardo, como de costumbre, fue el encargado de coordinar el retiro.

La temática en torno a la cual se centró el retiro fue la de la Acción del Espíritu Santo en la vida y ministerio del presbítero y en la de toda la comunidad, enfatizando que todo lo que se vive, celebra y realiza, tiene como objetivo y meta el ir permitiendo el proceso de "deificación" o "theosis", para el cual hemos sido elegidos.

Arriba y a la derecha: En la capilla del seminario, ante la presencia del Santísimo Sacramento, Monseñor Eduardo dirige una de las meditaciones. En total se tuvieron seis meditaciones y la guía de temas así como las lecturas bíblicas que sirvieron de base a las reflexiones, se encuentra publicadas en documento de PDF entre las noticias.

El tiempo de las comidas, fue de gracia especial para compartir. Un profundo espíritu de fraternidad inundó todo el retiro. Se experimentó cómo, por la gracia de Dios y el compromiso de cada uno de los presbíteros, se ha ido creciendo y madurando en la conciencia de ser presbiterio y en el compromiso pastoral. En la foto de la izquierda: uno de los momentos durante las comidas, en el comedor del Seminario.

Aparte de las meditaciones, también se tuvieron cuatro Instrucciones, tres reuniones de diálogo fraterno y una reunión de planificación y orientación. Las instrucciones y la última asamblea se realizaron en uno de los salones de clase del seminario. En la foto de la derecha: el obispo mientras comparte una de las instrucciones, ante la mirada atenta de todos los presbíteros.

Una de las resoluciones de importancia a la que se llegó es que, para garantizar al vida de comunión presbiteral, todos los presbíteros formarán parte de una fraternidad presbiteral. El objetivo de éstas es propiciar el crecimiento espiritual, compartir inquietudes pastorales, elaborar material pastoral y propiciar el apoyo recíproco a todos los niveles. Las fraternidades se formaron de acuerdo a la ubicación geográfica de los presbíteros.

A la derecha: el obispo mientras dirige la homilía en la misa de clausura de los ejercicios. Estaba presente la totalidad del presbiterio que reside en Guatemala: el obispo y 18 presbíteros. El tema central de la homilía fue el tomar conciencia de que la comunión presbiteral constituye un signo privilegiado e indispensable para el cumplimiento de nuestra misión, como lo indicó Jesús en su oración al Padre, del capítulo 17 del Evangelio de Juan. Igualmente se enfatizó que para vivir es comunión presbiteral es imprescindible que cada uno de los presbíteros tenga una experiencia viva de la presencia del Espíritu dentro de sí y en todo su ministerio.

A la izquierda: Momento en el que todo el presbiterio, junto a su obispo, pronuncian la Anámnesis sobre el pan: "Tomen y coman todos de él: esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes y por la multitud".

A la derecha: Terminada la Anáfora, todo el presbiterio, con las manos unidas, recita la oración que Jesús nos enseñó, experimentando que la fuente de unidad no es la mera convergencia ministerial, sino la experiencia de la filiación divina, actualizada por la presencia viva del Espíritu Santo en la vida y ministerio de cada uno.

Los Ejercicios terminaron con un almuerzo especial al que fueron invitados a participar también los seminaristas que se encontraban presentes en el seminario. Se trataba de la hermosísima conclusión de cuatro días de comunión, de vida fraterna y, sobre todo, de encuentro con el Señor, a través del testimonio que el Espíritu Santo estaba dando en el corazón de cada uno.

Al final del almuerzo, antes de dar la bendición final, el obispo recapituló aspectos de nuestra misión insistiendo en el compromiso que tenemos de redescubrir constantemente, asumir e implementar en su plenitud, la fe, la vida litúrgica y la organización eclesial vivida por la iglesia una, santa, católica y apostólica durante el primer milenio. En ello, enfatizó, se encuentra el sentido de nuestra existencia y la garantía de que el camino que hemos emprendido perdure.

A la derecha del obispo (izquierda en la foto) se encuentra el Padre Rigoberto Upún Tum, Vicario General de la Iglesia y Decano del Presbiterio y a la izquierda está el Padre Francisco Simón, Pro-Vicario General y Vice-Decano.

En la esquina del comedor, al igual que se podía notar delante del altar de la Capilla, se encontraban dos hermosos nacimientos que recordaban el misterio de la Encarnación y nos invitaban a seguir asumiendo la actitud de María, para que en nuestra vida y minsiterio, el misterio de la Encarnación se siga actuando.

El sábado quince, Monseñor Eduardo visitó la Parroquia de San Miguel Arcángel, Ministerio El Pescador, en Los Ángeles, California. La comunidad, a pesar de algunas dificultades organizativas que ha experimentado recientemente, se encuentra con todo el entusiasmo y disposición para seguir trabajando activamente en el cumplimiento de la misión que el Señor nos ha confiado.

Arriba: El obispo al inicio de la celebración, saluda a la asamblea y le presenta sus augurios para el año 2011, pues se trataba de la primera visita que realizaba a la misma en el presente año.

 

 

 

A la derecha: Los miembros del ministerio, coordinados por el hermano León Velásquez (al extremo izquierdo), se acerca pra recibir la absolución, después de haber confesado sus pecados.

A la izquierda: Los hermanos hacen fial para acercarse a participar de la Sagrada Comunión durante la celebración eucarística.

Al anochecer del día 15, Monseñor Eduardo celebró la Eucaristía con la Comunidad Pacto Divino, parte de la Parroquia de San Miguel, en Los Ángeles. Con ocasión de la visita, dos hermanos - Domingo y Manuel -, recibieron el sacramento de la Confirmación. Durante la homilía, el obispo resaltó el crecimiento que se nota en la comunidad, tanto en cuanto al número de participantes, como en su compromiso de fe. Les animó a seguir por este camino, recordando que, como Cristo fue ungido con el Espíritu Santo para anunciar el Evangelio, nosotros hemos sido hechos partícipes de la misma unción y se nos ha confiado la misma misión.

Arriba: Un momento de la homilía, mientras el obispo se dirige directamente a los dos hermanos que serían confirmados.

 

 

A la derecha: el hermano Danilo, coordinador de la comunidad y uno de los ministros de la comunión de la misma, mientras presenta la ofrenda del pan. A su lado está la hermana Eulalia, ministra de la comunión de El Pescador, quien seguidamente hará la presentación del vino.

Entrada la noche, el obispo fue invitado a predicar y a orar con la comunidad "Restauración", también ubicada en el centro de Los Ángeles. Coordinada por el Hermano Pedro, la misma acaba de iniciar. Los hermanos están muy animados a trabajar con empeño y han invitado a nuestro obispo para que, durante su próxima visita a Los Angeles, celebre la Eucristía con ellos.

Arriba y a la derecha: Dos momentos de oración y alabanza, durante la vigilia que, desde la tarde y hasta la una y media de la mañana del día 16, celebró la comunidad.

El domingo 16, con un buen número de hermanos del centro de la Parroquia de San Miguel, nuestro obispo impartió, durante cuatro horas, los últimos temas de formación de los cursos que fueron iniciados el año anterior.

Durante la mañana, por casi una hora, también compartió el obispo diversas observaciones, perspectivas y criterios que puedan ayudar a la comunidad a responder en una forma más eficaz a la misión de vivir la vida en el Espíritu y de evangelizar a todos los hermanos.

Arriba y a la derecha: dos momentos durante la formación. Los hermanos siguen con atención las instrucciones.

Durante la próxima formación se abordará un tema ya tratado con gran parte de los decanatos de la iglesia en Guatemala. Se estudiarán cuáles son las características de la misión que hemos recibido y los compromisos que de ellos derivan. Con eso se busca iluminar a los hermanos para que sepan responder con claridad a cuestionamientos que le son planteados y para que se comprometan activamente en la evangelización.

La jornada de formación concluyó con la celebración de la Eucaristía.

Monseñor Eduardo, durante la homilía, hizo énfasis en que todos hemos sido llamados a la santidad, la cual es un don concedido por la presencia del Espíritu Santo que viene a morar en nosotros y se constituye en dinamismo que va transformado toda nuestra vida y nos hace capaces de irradiar la presencia del Reino y continuadores de la misión evangelizadora de Jesús en el mundo.

El viernes 21, nuestro obispo presidió la Eucaristía con la comunidad de Pajomel, Santa Cruz la Laguna, Sololá. Con la celebración, el día 21, inició la celebración del Aniversario de la Comunidad, que se prolongaría durante todo el fin de semana.

Con ocasión de la celebración se realizó la iniciación cristiana de dos hermanos: un adulto y un niño.

 

Arriba: el Pueblo de Dios, después de haber confesado sus pecados, se acerca a recibir la absolución.

 

A la derecha: Momento en que el adulto que se iniciba a la vida cristiana, recibe el sacramento del bautismo.

Hacia el caer de la tarde del 21, nuestro obispo visitó la comunidad de Chuitzanchaj. En esa ocasión, además de celebrar la Eucaristía, se iniciaría en la vida cristiana a varios niños.

A la izquierda: momento en el que los padre y padrinos oran, pidiendo la efusión del Espíritu Santo, mientras el obispo, con el niño en brazos hace la infusión del agua, mientras proclama la fórmula bautismal: SIERVO DE DIOS, SE TE BAUTIZA EN EL NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO.

A la derecha: momento de distribución de la sagrada comunión, con la comunidad de Chuitzanchaj, Santa Cruz la Laguna.

El sábado, el obispo realizó la primera visita pastoral a la naciente comunidad de Todos los Santos Cuchumatanes, Huehuetenango. Unos 100 hermanos, miembros de 12 familias y organizados en tres comunidades, han optado por hacer alianza.

Con ocasión de la visita, como se puede observar en la foto de la izquierda, se celebró la iniciación cristiana de algunos niños.

Pocos días antes de la visita del obispo, una familia se había visto bendecida con la llegada a su hogar de dos niños gemelos. Sus padres aún no estaban preparados para que fueran iniciados en la vida cristiana, sin embargo, quisieron que los niños fueran presentados por nuestro obispo al Señor, como puede observarse en la foto de la derecha.

En la sencilla capilla que han construido los hermanos, quedró permanente la reserva del Santísimo Sacramento. Como resultado, dos hermanos, previamente elegidos y formados, fueron instituidos para ejercer el ministerio de distribución de la comunión. En la foto de la izquierda, después de que el obispo terminó el rito de institución, algunos hermanos se acercan a orar por ellos.

El mismo 21, por la tarde, el obispo realizó una visita a la Comunidad La Vega de Colotenango, Huehuetenango. El hecho de encontrarse en pleno corte de café impidió que una buena parte de la comunidad pudiera asistir a la celebración. Sin embargo, aquellos que los hicieron estaban llenos de fe y dispuestos a orar por quienes no habían podido asistir personalmente.

Arriba: los hermanos que se acercarían a recibir el sacramento de la reconciliación, hacen la confesión de sus pecados.

 

 

A la derecha: Durante la celebración, el hijo del líder de la comunidad, el Hermano Pascual, recibió los sacramentos de la iniciación cristiana. En la foto, momento en que, terminada la ceremonia litúrgica, los padres y padrinos oran por el niños.

El domingo 23, Monseñor Eduardo comenzó su gira pastoral por la recié creada Parroquia "Inspiración del Espíritu Santo", visitando la comunidad de La Soledad, en la cima sur occidental de ls Cuchumatanes. En la comunidad había sido preparado un buen número de jóvenes y señoritas para que les fuera administrada la Confirmación. La comunidad participó activamente y reafirmó su compromiso de trabajar en la evangelización.

Arriba: Algunos de los participantes hacen la confesión de sus pecados e invocan la efusión del Espíritu Santo, para obtener el perdón

 

 

A la derecha: terminados los ritos de confirmación, los padres y padrinos de los confirmados, oran sobre ellos, implorando que cumplan con fidelidad los compromisos que han asumido al ser confirmados.

Por la tarde, Monseñor visitó la comunidad de El Monumento, en la frontera entre Guatemala y México. Esta pequeña comunidad ha sufrido diversos problemas, sin embargo ha logrado recuperarse y ahora sus miembros han renovado el compromiso de vivir plenamente como católicos renovados y de dar testimonio del Evangelio a todos los demás.

Arriba: Los hermanos imploran la efusión del Espíritu Santo, después de haber confesado sus pecados y antes de recibir la absolución de los mismos.

 

 

A la derecha: se ora antes de celebrar la iniciación cristiana de dos hermanas que se incorporarían a la comunidad.

Al caer de la tarde, nuestro obispo visitó la Comunidad de La Rinconada, ubicada en Nueva Amatenango, Chiapas. Esta comunidad cuenta con muchos miembros y, aunque no ha logrado aún construir su casa de oración, está muy entusiasmada a perseverar y seguir dando testimonio del Evangelio en medio de todos los hermanos.

Con ocasión de la visita, un grupo de jóvenes y señoritas había sido esmeradamente preparado para recibir la Confirmación.

Arriba: Después de haber recibido la absolución se ora para que, por el efusión del Espíritu Santo, quienes han sido absueltos sean también liberados de toda atadura y participen de la dicha de los bienaventurados.

A la derecha: el obispo, durante la homilía, explica a los confirmandos las implicaciones del compromiso que asumirían al recibir el sacramento.

El día 24, inició el año académico y formativo para nuestros Seminaristas. Del 24 al 26 por la mañana, se realizó la planificación de las actividades y se elaboró una guía de calendario.

Se reflexionó acerca de los mecanismos que se seguirán para garantizar una formación integral y efectiva en los campos espiritual, académico y pastoral.

Del 26 a medio día hasta el 29 por la tarde, se realizaron en la Hacienda Carmona, como es ya tradición, los Ejercicios Espirituales. Nuestro obispo fue el encargado de dirigirlos y empleó básicamente la misma temática que previamente habían desarrollado con el presbiterio.

Arriba: Una vista de la capilla en la que se oró y se tuvieron las meditaciones. Construida en los años 50 del siglo pasado, la capilla está ubicada en medio de un hermoso bosque, que ayuda a la interiorización.

A la derecha: el retiro se realiza en un ambiente de "éxodo". Por dormitorio se utilizan carpas o tiendas de campaña y la comidas, como se observa en la foto, se realizan al aire libre.

El día viernes por la tarde, el obispo, con el Padre Juan Moisés y con un grupo de seminaristas, para vivir la experiencia de éxodo, escalaron el cerro de Carmona, hasta llegar a Santa María de Jesús en el departamento de Sacatepéquez. En la foto de la izquierda se puede obsrvar cuando han llegado a cima.

A la derecha: en el camino de descenso, en medio de la montaña.

A la izquierda: El sábado por la mañana, durante una de la meditaciones que hizo el obispo.

A la Derecha: Carlos Isaías, de Totonicapán, Maxi Eliseo y Julio, de Comalapa, Arturo de Ixcán y Jeremías de Chiantla, alrededor del obispo.

A la izquierda: José Raúl de Huehuetenango, José Alonso, de Nicaragua, el Padre Juan Moisés y Orlando, de Jalapa, que este año también hace parte del equipo de formadores.

A la derecha: José Humberto, de Raxujá, Eduardo de San Miguel Acatán, Robinson de Comalapa, Jesús de Jacaltenango, Jorge, de San Rafael la Independencia, Matías de Barillas y Fredy de Santa María Ixhuatán.

A la izquierda: los seminaristas y los formadores junto al obispo, al terminar la Misa de Clausura, delante de la capilla de Carmona.

El sábado 29 por la tarde, el obispo, junto a 8 seminaristas, escalaron el Cerro del Cucurucho, en una tarde espléndida.

 

A la derecha: el obispo y atrás Maxi Eliseo, durante el ascenso.

A la izquierda: en la cima del Cucurucho, teniendo al fondo una magnífica vista de lago de Amatitlán y de los poblados de Villa Nueva, Villa Canales, Guatemala y Amatitlán. Carlos Isaías, el obispo, Matías, Arturo, Ambrosio, José Alfredo y Jorge.

El Domingo 30 por la mañana, el obispo realizó la primera visita pastoral a la comunidad de Santa Cruz Balanyá. Esta comunidad, después de un largo peregrinar por varios lugares e iglesias, hizo alianza con nosotros hace poco más de un año. Al iniciar se encontraba cansada y debilitada. Ahora está llena de esperanza, ha comenzado a experimentar un franco crecimiento y espera poder contar pronto con su propio templo.

Durante la celebración una hermana fue confirmada. En la foto de la derecha, los padres y padrinos, terminada la ceremonia litúrgica, oran sobre ella.

Por la tarde del 30, para celebrar el sexto aniversario de la alianza, el obispo presidió una asamblea parroquial y celebró la Eucaristía en la Santa Iglesia Catedral de San Juan Comalapa Chimaltenango.

 

 

A la izquierda: fachada de la catedral, recordando con una manta, el acontecimiento que se estaba celebrando.

Está por terminarse una espléndida plaza que, con la ayuda de la Municipalidad local, se ha construido delante de la iglesia colonia y de la catedral. El diseño, el mterial utilizado y todos los detalles que se notan, dejan prever que se tratará, al ser terminada, de una magna obra.

A la derecha: el obispo con los padres Francisco y Rigoberto, en la plaza de San Juan Bautista. En la columna ubicada en el extremo derecho, será colocada una estatua de más de dos metros de bronce, que es réplica de la estatua de San Juan Bautista que se encuentra en el altar mayor de la ctedral.

Durante la Asamblea, por más de una hora, el obispo dio una plática formativa, explicando lo que implica para nosotros el vivir el año de la multiplicación. La asamblea contó con la asistencia de representantes de las 70 congregaciones existentes en la Parroquia de la Catedral.

Arriba ya la derecha: dos momentos durante la Asamblea Parroquial, mientras el obispo imparte la formación. Tres meses antes, el obispo también había visitado la Catedral para dar formación. En esa ocasión se estableció, a petición del Pueblo de Dios, que esto se repetiría cada tres meses.

Terminada la Asamblea, con la catedral totalmente llena, se celebró la Eucaristía de Agradecimiento por el sexto aniversario de la alianza y por el tercer aniversario en el que el Señor liberó al pueblo del exterminio al que se le había condenado. Fue una celebración llena de fe y de gozo.

Arriba: el obispo durante un momento de la homilía.

 

A la derecha: los Padres Francisco y Rigoberto alzan el copón y el caliz durante la doxología con que se concluyó la Plegaria Eucarística.

Al final de la celebración, en un ambiente festivo, el obispo y los padres saludaron al pueblo de Dios, como se ve en la foto de la izquierda.