El 5 de marzo, nuetro obispo cumplió 59 años. Sin embargo, debido a que tanto él como muchos seminaristas tenían que salir en misión pastoral durante el fin de semana, la celebración en el seminario se realizó el jueves 3.

La celebración comenzó con la bendición solemne con el Santísimo Sacrmento, como se puede observar en la foto de la izquierda.

Seguidamente se celebró la Eucaristía solemne, en honor de la Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia.

En la foto de la derecha, un momento durante la homilía.

Finalmente se tuvo una cena fraterna. Los seminrista, bajo la guía del Padre Juan Moisés y con la ayuda de algunos otros Presbíteros, organizaron una hermosa celebración. Invitaron a la misma también a los hermanos de nuestro obispo. Pudieron asistir sus hermanos Gerardo y Federico. También estuvieron presentes el Doctor David Greene, profesor en el Seminario y el Señor Giancarlo Norris, Director del Proyecto Rekko y amigo de la Comunión.

Uno de los momentos especiales de la celebración lo constituyó el canto del "Feliz cumpleaños".

En la foto de la derecha: el obispo trata, con dificultad, de apagar las velas mágcas que habían sido colocadas sobre el pastel.

El viernes 4, Monseñor visitó la Comunidad de Pajomel, Santa Cruz la Laguna que, con la Eucaristía iniciaba la celebración del décimo cuarto aniversario del Ministerio de Música de la Comunidad. Desde que iniciaron, casi todos los miembros del Ministerio han cambiado, pues la mayoría de sus integrantes son jóvenes. Sin embargo, han mantenido viva la tradición de esta hermosa celebración.

Arriba y a la derecha: dos momentos durante la celebración eucarística.

El cuatro, al caer de la tarde, el obispo visitó la comunidad de Chuitzanchaj. Se trataba de la celebración mensual de la Eucaristía. La comunidad se caracteriza por su organización participativa y su armonía interna. Eso les ha permitido ir creciendo sostenidamente.

Durante la celebración se celebró la iniciación cristiana de un niño y se instituyó como "Ministros de la Predicación" a cuatro hermanos cuyo carisma había sido previamente discernido por la comunidad.

El cinco por la mañana, el obispo llegó hasta la Comunidad de Xolbén, en el Municipio de Sololá. La ocasión de la celebración fue rogar por las siembras que se iniciarán pronto y hacer la bendición de la semilla.

A la derecha: Momento en el que el obispo procede a hacer la bendición de las primicias de la semilla.

El domingo seis, Monseñor Eduardo, acompañado por cuatro seminaristas, hizo una peregrinación a la cima de los picos Yepocapa y Acatenango.

En la foto de la izquierda, el obispo junto al seminarista Jorge Tomás al acercarse a la cima del volcán Acatenango.

En la foto de la derecha: Santiago, el obispo, Carlos Alfredo y José Alfredo, en la cima del Acatenango.

A la izquierda: los mismos seminaristas, junto al obispo, en la cima del pico Yepocapa, después de haber terminado la celebración de la Eucaristía y de haber compartido los alimentos,

El miércoles de ceniza, el obispo comenzó las celebraciones cuaresmales en la Parroquia San Miguel, Tzanixnam, Totonicapán. Los hermanos se habían preparado esmeradamente y acudieron en grandes número para iniciar el camino cuaresmal.

La celebración inició con la administración del Sacramento de la Reconciliación. Después de haber confesado los pecados e invocado al Espíritu Santo, cada uno de los hermanos que había hecho la confesión acudió a recibir la absolución.

Terminada la Homilía, como prevé la liturgia, se procedió a la bendición e imposición de la ceniza, como signo de la decisión de emprender el camino de la conversión.

El primero en recibir la ceniza fue el obispo. Le fue impuesta por el Padre Gildardo Ramírez, encargado pastoral de la Parroquia. Seguidamente, como se puede observar en la foto de la izquierda, el obispo impuso la ceniza en la frente del Padre Gildardo, pronunciando las palabras evangélicas: "Conviértete y cree en el Evangelio".

El sábado 13 de marzo, nuestro obispo comenzó su visita pastoral a Los Angeles, celebrando la Eucaristía en la sede central de la Parroquia, ubicada en 227 Jefferson and Hill, Los Angeles, California. A pesar de las dificultades que les ha tocado afrontar a los hermanos, se encuentran con muchos ánimos de seguir cumpliendo con la misión que han recibido del Señor de evangelizar y de tratar de vivir la Iglesia una, santa, católica y apostólica, con todas las características con las que el Señor la fundó y los apóstoles la vivieron.

Los hermanos han tratado de que a la fe se una también el uso de la tecnología, como medio de evangelización. Esto ha hecho que, con frecuencia las actividades se transmitidas a través de la internet y se liguen también con Radio Nueva Vida de Nucá, Santa Cruz Barillas, Guatemala. De hecho próximamente se comenzará a transmitir diariamente, desde Los Angeles, a través de la radio, todos los días, de las 7 a las 9 de la noche, hora del Pacífico de los Estados Unidos.

En las fotos de arriba y de la Izquierda: diversos momentos durante la celebración de la Eucaristía. Algo particular que puede observarse es que los hermanos del ministerio, para estar en sintonía con la época litúrgica, han elaborado camisas color violeta. El Hermano Víctor también ha elaborado una hermosa casulla, para que utilice nuestro obispo durante sus visitas a Los Angeles.

Al caer de la tarde, Monseñor Eduardo presidió la celebración de la Reconciliación y la Eucaristía con los hermanos del Ministerio Pacto Divino, ubicados en la sexta calle, en el centro de Los Ángeles. Los hermanos están comprometidos en ser presencia del Reino y proclamar el Evangelio en su medio ambiente. La mayor parte de los hermanos de este ministerio proviene del área Kiché. En su mayoría vienen del Departamento de Totonicapán, aunque también hay algunos del área de Sololá.

Arriba: Momento en que los hermanos se acercan para recibir la Absolución, después de haber confesado sus pecados y de haber invocado la efusión del Espíritu Santo.

 

A la derecha: el Hermano Nicolás, ministro de la comunión del ministerio, presenta el cáliz, en nombre de toda la comunidad.

Por la noche, el obispo visitó la comunidad "Voz de Restauración". La visita se centró en torno a la celebración de una Liturgia de Reconciliación. Al final, la mayoría de hermanos participantes hicieron la confesión de sus pecados y, finalmente se acercaron a recibir la absolución. Esto hace parte de la preparación cuaresmal que están llevando a cabo.

Arriba: momento en que los hermanos, después de haber confesado sus pecados y de que se hiciera la primera invocación del Espíritu Santo, se acercan para recibir la absolución.

 

A la derecha: al final, se invoca el Espíritu Santo sobre quienes habían sido absueltos, para que en adelante, liberados de toda atadura e interdicción, puedan ser testigos de la presencia del Reino en el mundo.

El domingo 13, iniciaron nuevos cursos en el DETYM. Este es el nuevo nombre que ha tomado la que antes se llamaba ESTYMLA. Al incorporarnos académicamente a la Universidad Rural, la anterior Escuela de formación para el Pueblo de Dios ha tomado el nombre de "Departamento de Teología y Ministerios para el Pueblo de Dios". Actualmente los cursos que está impartiendo el obispo son: Evangelios Sinópticos y Cristología. Los mismos durarán cinco meses. La participación fue especialmente numerosa en esa ocasión.

Arriba: El obispo explicando cuestiones relacionadas con la formación de los Evangelios.

 

 

A la derecha: Los alumnos siguen atentamente las explicaciones que va dando el obispo.

El 13 por la tarde se celebró la Eucaristía con los miembros del Ministerio el Pescador y los alumnos del Detym. La celebración fue muy participada y los hermanos la habían preparado esmeradamente.

Entre los proyectos que se están realizando en la parroquia de los Angeles está la formación de diversos ministerios, para que la liturgia pueda tener toda la seriedad y belleza que le debe caracterizar. A partir del mes de Abril, se habló que se tratará de dar formación a los hermanos que desempeñarán los diferentes ministerios.

El sábado 19 por la mañana, monseñor Eduardo presidió la celebración de la fiesta patronal en honor a San José, con las Cofradías de San José Poaquil, Chimaltenango. Los hermanos que forman la comunidad de Poaquil, representan la tradición ininterrumpida del pueblo de San José Poaquil. Poco a poco han ido creciendo y ahora están con el empeño de organizarse con toda la seriedad, para poder ser constituidos en Parroquia Católica Renovada en un futuro próximo.

Arriba: El obispo cantando la oración colecta. En el fondo se pueden observar a algunos de los codrades con sus respectivas insignias, signo de la capacidad de representación del Pueblo de Dios y del ministerio que les corresponde ejercer y que han recibido en una cadena ininterrumpida que inició con los primeros padres del pueblo.

 

A la derecha: un momendo durante la homilía. El obispo explica al Pueblo de Dios el sentido que se debe dar al reconocer como patrono a un santo.

Con ocasión de la fiesta de San José, la Cofradía de San José realiza el cambio de Cofrade o renueva por un año más el encargo a quienes ya lo han ejercido. En este caso se trató de una renovación del Encargo. El jefe de la sección masculina es el Cofrade y el mismo es ayudado en el cumplimiento de su tarea por tres Mayordomos. Para la sección femenina la jefe es llamada Capitana y es ayudada por un grupo de Texeles.

Arriba: Momento en que Monseñor, Eduardo, después de haber recibido la promesa de cumplir fielmente su encargo, entrega la insignia que simbolizará el cargo de Cofrade de San José.

 

 

A la derecha: Entrega de la insignia a la Capitana de San José, la cual está acompañada por las Texeles.

También el día 19, después del medio día, el obispo tuvo un encuentro con todos los miembros de la Cofradía. El mismo se realizó en la Casa en donde tiene su sede la Cofradía del Domingo de Ramos. El obispo caminó por las calles de la población, acompañado por los cofrades y las capitanas, desde el lugar en donde se celebró la Eucaristía, hasta la casa, sede de la Cofradía del Domingo de Ramos.

Arriba: el obispo, acompañado del seminarista Edy Divas, quien hace pastoral en San José Poaquil, y por los cofrades, mientras se camina hacia la casa de la Cofradía del Domingo de Ramos.

 

 

A la derecha: al llegara a la Cofradía del Domingo de Ramos, el encuentro comenzó con una oración y con la bendición del obispo. En la foto de la derecha, momento mientras el obispo imparte la bendición a los miembros de las cofradías.

El domingo 20 de marzo, nuestro obispo, acompañado por cuatro seminaristas, escaló las cimas de los volcanes Yepocapa, Acatenango y Fuego. La razón principal era celebrar la Eucaristía en la cima del volcán de Fuego, para pedir por la paz y la reconciliación en Guatemala.

En la foto de arriba: después de haber escalado la cima del Yepocapa, Monseñor Eduardo, seguido por los seminaristas Alfonso, José Antonio y Jorge, le preparan para llegar a la cima del Acatenango.

 

 

A la derecha: Monseñor Eduardo, descendiendo, después de haber llegado a la cima del volcán de Fuego. La fuerte actividad eruptiva del volcán hizó que la esclada tuviera que frenarse a unos cien metros del cráter.

A la izquierda: después de haber descendido las dos últimas cimas del volcán de Fuego, el grupo se prepara para iniciar el descenso hacia la Horqueta, como se denomina al valle que separa las cimas del Acatenango y el de Fuego. En la foto: José Antonio, Eduardo, el obispo y Jorge.

El domingo 20 de marzó, se cumplió el centenario del nacimiento de Monseñor Angélico Melotto, primer obispo de la diócesis católica romana de Sololá y un verdadero padre y mentor de nuestro obispo. Monseñor Melotto nació en Sarego, Vicenza, Italia, el 20 de marzo de 1911. Ordenado presbítero el 19 de julio de 1937, fue misionero en la China durante catorce años, como miembro de la Orden de Frailes Menores Franciscanos. Llegó a Guatemala a finales del 1950, habiendo sido párroco de Bananera, Izabal, Totonicapán y nuevamente de Bananera. En 1958 fue nombrado Administrador Apostólico de Sololá y en 1959, fue consagrado como obispo de la diócesis, un 19 de julio. Ese día, cuando nuestro obispo apenas tenía siete años, conoció a Monseñor Melotto. Luego cuando en 1967 ingresó al Seminario nuestro Obispo, la relación y amistad con Monseñor Melotto crecieron. Desde ese año, buena parte de las vacaciones del Seminario, fueron pasadas por nuestro obispo, en la residencia de Monseñor Melotto. Junto a él fue cuando en Noviembre de 1967, visitó por primera vez San Juan Comalapa. En 1971, Monseñor Melotto envió al entonces seminarista Eduardo Aguirre, a estudiar a Roma. A su regreso a Guatemala, en 1978, después de haber conseguido el Doctorado en Teología en la Universidad Gregoriana de Roma, nuestro obispo fungió como Secretario de Monseñor Melotto, Canciller de la diócesis, Director de la Revista Vida Cristiana y Director de la Pastoral Juvenil.

En 1981, Monseñor Melotto autorizó a nuestro obispo la fundación de la Comunidad de Caminantes en oración, que posteriormente se convertiría en el Seminario Mayor de la Diócesis de Sololá, en el año 1982. En 1981 Monseñor Melotto nombró al entonces Padre Eduardo Aguirre como Vicario General Adjunto de la diócesis. Luego él solicitó que le dieran al Padre Aguirre el título de Monseñor. El testimonio y el celo apostólico de Monseñor Melotto, indudablemente quedaron profundamente impregnados en todo el perfil ministerial de nuestro obispo. Monseñor Eduardo estuvo cerca de Monseñor Melotto hasta el día de su muerte, el 11 de mayo de 1999. Habiendo heredado a nuestro obispo sus objetos personales, la presencia de Monseñor Melotto, se ha prolongado en medio de nosotros no solo moral y espiritualmente sino también materialmente.

La celebración consistió en: la celebración de la Eucaristía el día 20, luego el inicio de una serie de conferencias sobre la persona de Monseñor Melotto, tenidas por nuestro obispo desde el día lunes hasta el jueves. Las celebraciones concluyeron con la Misa Solemne, celebrada en memoria de Monseñor, el día jueves 24.

En la foto primera referente a la celebración: Monseñor Melotto, en los años sesenta.

En la foto de arriba: Nuestra capilla al inicio de la fundación de la Comunión. El altar, la base del sagrario y la alfombra eran los que estaban en la capilla privada de Monseñor Melotto. Ahora se encuentran en nuestro Centro de Formación de Huehuetenango y se utilizan para la celebración de los aniversarios de ICERGUA.

En la foto de arriba: Nuestro obispo durante la Homilía, en la solemne Eucaristía del día 24. Tanto la mitra como el báculo que utiliza nuestro obispo, pertenecían a Monseñor Melotto. Le fueron donadas por los fieles de su pueblo natal, cuando hizo su primera visita como obispo.

 

A la derecha: otro momento durante la celebración Eucarística. Nuestro obispo aprovecho la ocasión para subrayar, en torno a las lecturas bíblicas del día, la fidelidad y entrega incodicionales que tuvo siempre Monseñor Melotto.

A la izquierda: otro momento durante la celebración de la Eucaristía.

El día 25 por la mañana, nuestro obispo presidió la Eucaristía en nuestro Seminario, para conmemorar el octavo aniversario del nacimiento de la "Comunión Santa María del Nuevo Éxodo" y la "Comunidad Nazaret", nombres con los que actualmente se designa a la comunidad de presbíteros y seminaristas de nuestra Iglesia.

A la izquierda: foto de la firma del Acta Fundacional, el 25 de marzo de 2003. Al extremo izquierdo, parcialmente cubiertos, se encuentran los Padres Rigoberto y Francisco. En el centro Monseñor Eduardo, firmando como primero, el Acta Fundacional. A la derecha algunos de los seminaristas que también participaron en la firma.

Desde el 2003, nuestra iglesia se ha consolidado, ha definido sus perspectivas y su misión: la de redescubrir, asumir e implementar en su totalidad la iglesia una, santa, católica y apostólica. Esta convicción, ha ido marcando nuestras tendencias en el diálogo eclasial e, incluso, la misma decoración de nuestra capilla.

Aunque el lugar de la fundación sigue siendo el mismo, la Comunión que, hace ocho años era los único que nacía, actualmente se ha convertido en el corazón de ICERGUA. Presbíteros y Seminaristas nos sentimos llamado a vivir con radicalidad la misión que el Señor nos ha confiado, para lograr que, volviendo a la autenticidad de la Iglesia que Cristo fundó, todos lleguemos a ser uno, como el Padre y el Hijo son Uno, en el Espíritu Santo. Estamos convencidos de que esto requiere de nuestra parte que, como María Santísima, sepamos vivir en continua fidelida y disponibilidad a Dios, haciendo del: "Hágase en mí, según tu Palabra", el criterio fundamental de nuestra vida.

El viernes 25 por la tarde, nuestro obispo visitó la comunidad "Efusión del Espíritu Santo", de Santiago Atitlán. En la comunidad habían preparado, además de la celebración de la Eucaristía, la celebración de una boda y de la iniciación cristiana de varios niños. En el diálogo que tuvieron los líderes con Monseñor Eduardo antes de la Eucaristía, le compartiron el entusiasmo que tienen, por el sostenido crecimiento que siguen experimentando.

Arriba: Momento durante la homilía. En primer plano se puede observar a la parja que contrajo matrimonio.

 

 

A la derecha: Momento del bautismo de unos de los niños que serían iniciados en la vida cristiana.

Hacia el caer de la tarde, el obispo celebró la Eucaristía con la comunidad "Pentecostés", ubicada en el centro de Santiago Atitlán, Sololá.

 

 

En la foto de la izquierda: los que habían confesado sus pecados, se acercan para recibir la absolución.

El sábado por la mañana la comunidad de Mapá, San Sebastián H., Huehuetenango, se reunió para la celebración del segundo aniversario de la alianza, por la que entró a formar parte de ICERGUA. Los hermanos prepararon en forma esmerada la celebración. 8 parejas que hacen parte de la comunidad y que solo vivían unidas, optaron por contraer matrimonio sacramental. Además doce niños fueron iniciados en la vida cristiana, recibiendo los sacramentos de bautismo, la crismación y la comunión.

Arriba: Los hermanos que habían confesado sus pecados alzan sus brazos, mientras el obispo hace la epíclesis, pidiendo la efusión del Espíritu Santo, para el perdón de los pecados. En la primera fila se puede ver a las parejas que contrajeron matrimonio.

 

A la derecha: Uno de los niños iniciados en la vida cristiana, mientras se le administra el sacramento del Bautismo.

Terminados los ritos de bautismo y crismación, los padres y padrinos oran sobre quienes han sido iniciados, pidiendo al Señor la gracia para perseverar en el camino cristiano. Es lo que puede ser observado en la foto de la izquierda.

El sábado 26 por la mañana, nuestro obispo visitó la Comunidad La Esperanza, Unión Cantinil, Huehuetenango. Con ocasión de la visita de obispo, fue iniciado un niño en la vida cristiana y a otro se le administró el sacramento de la extremaunción.

 

A la izquierda: algunos de los participantes elevan sus manos, mientras el obispo invoca la efusión del Espíritu Santo para el perdón de los pecados. Seguidamente cada uno de los que se ha confesado, pasará a recibir la absolución.

A la izquierda: el obispo entrega a los padres y padrinos al niño que ha sido bautizado, diciéndoles: Este niño ha sido ahora constituido en hijo del Dios viviente.

Al final de la Eucaristía, fue administrada la extremaunción a un niño que ha sufrido quebrantos de salud.

 

En la foto de la izquierda: el obispo mientras unge las manos del niño que estaba recibiendo el sacramento.

Por la tarde, Monseñor presidió la celebración de la Reconciliación y de la Eucaristía con la comunidad de La Nueva Esperanza, La Democracia, Huehuetenango.

Bajo el iderazgo abnegado del Hermano Rogelio, los hermanos se encuentran animados a seguir tratando de que muchos hermanos, aún alejados, puedan acercarse.

Arriba: Al inicio de la celebración, el obispo invita a los presentes al arrepentimiento y la confesión de los pecados.

 

 

A la derecha: Un momento durante la homilía, el obispo exhorta a los participantes a fundamentar su vida sobre la roca de Cristo, para poder incorporarse como piedras vivas dentro de la construcción de la iglesia.

Con ocasión de la visita del obispo, cinco hermanos fueron iniciados en la vida cristiana. En la foto de la izquierda, Margarita, después de haber hecho su confesión de fe, recibe el sacramento del bautismo.

Terminado la celebración de bautismo y la crismación, los padres y padrinos se acercan a orar sobre quienes han recibido los sacramentos.

La iniciación cristiana concluyó con la administración de la sagrada comunión, en el momento que corresponde dentro de la Eucaristía. En la foto de la izquierda, la neófita Margarita se acerca a recibir la comunión.

El domingo 27 por la mañana, nuestro obispo visitó la comunidad de Santo Domingo las Flores, en el Municipio de La Libertad, Huehuetenango. El obispo quedó sorprendido al ver los sensibles avances que se han hecho, desde su última visita, en la construcción del futuro templo, así como el tamaño que le están dando. Dentro de la celebración fueron iniciados en la Vida Cristiana dos niños, habiendo,, recibido el compromiso de padres y padrinos, de vivir de acuerdo con la fe cristiana.

Arriba: Los hermanos se acercan para recibir la absolución de los pecados.

 

 

A la derecha: Durante la homilía, el obispo aprovechó para invitar a todos los participantes a que se acerquen a Jesús para que les dé el agua del Espíritu Santo, como lo hizo con la Samaritana.

Los dos niños iniciados en la vida cristiana son Óliver y Mireyda.

 

 

En la foto de la izquierda: Momento en el que Óliver recibe el sacramento del bautismo.

El domingo 27 por la tarde, Monseñor Eduardo, presidió la celebración Eucarística con la Comunidad de San José Icunén, La Democracia, Huehuetenango.

Antes de la celebración Eucarística, se administró el Sacramento de la Reconciliación. En la foto de la izquierda, los hermanos que habían confesado sus pecados, se acercan a recibir la Absolución.

Durante la Homilía el obispo enfatizó que, por la Efusión del Espíritu Santo, el Señor nos ha convertido en manantial de agua viva, del cual debe saciar su sed todo el pueblo. Por lo mismo, el compromiso misionero hace parte ineludible del seguimiento de Cristo y de la fidelidad a la elección que ha hecho de nosotros.

Al final de la celebración, Santiago, un miembro de la comunidad que había caído, se acercó par manifestar su arrepentimiento y reconciliarse.

En la foto de la izquierda, el obispo, junto a los demás hermanos ora por el recién reconciliado, pidiendo al Señor que le dé la capacidad de perseverar en su propósito y de ser testigo de la presencia del Reino en medio de nosotros.

El lunes por la mañana, nuestro obispo viajó a Los Ángeles, California. La razón era asistir a los funerales de Monseñor Michael Lenihan. Nuestro obispo conoció a Monseñor Lenihan desde el lejano 1985, cuando en su parroquia redactó las Constituciones y el Directorio General de la que luego sería la Fraternidad Misionera de María. Desde entonces y hasta el presente, nuestro obispo y monseñor Leniha, desarrollaron una profunda amistad. Cuando nuestro obispo ha visitado la ciudad de Los Angeles para atender la parroquia de San Miguel Arcángel, ha sido siempre huésped de Monseñor Lenihan. La cercanía que tuvo Monseñor Lenihan con nuestro obispo, sus cuidados y, sobre todo su amor hacia el ministerio ordenado y su celo pastoral heróico, hicieron que nuestro obispo le quisiera como un auténtico padre.

Durante la última visita que hizo nuestro obispo a Los Angeles, compartió con Monseñor Lenihan los últimos días que pasó en su apartamento. Él, con casi 86 años, se encontraba sufriendo afecciones de las vías respiratorias. Nuestro obispo estuvo en los Angeles del 11 al 14 de este mes. Se despidió de él el 14 por la noche, y él fue hospitalizado el 15 por la mañana, habiendo fallecido el 23 a media noche.

 

Arriba: Foto de Monseñor Lenihan en el jardin ubicado entre la templo de San Lorenzo Martir, del cual fue párroco durante 22 años y el apartamento que actualmente ocupaba.

 

A la derecha: Nuestro obispo junto al ataud de Monseñor Lenihan, dentro del templo de San Lorenzo Mártir.

El funeral fue concelebrado por varios obispos, decenas de presbíteros y en el mismo participaron centenares de feligreses. A la izquierda: la nave central del templo, en el momento en el que se realiza la procesión de entrada para el funeral.

Como anunciamos previamente, este año el nombre de nuestro Centro de formación para el Pueblo de Dios, ha cambiado de nombre. Actualmente su nombre es: Departamento de Teología y Ministerios para el Pueblo de Dios (DETYM). Hay unos cuarenta hermanos en los diferentes niveles de formación, la mayor parte de los cuales proviene de las áreas cercanas a Huehuetenango, dado que en donde hay presbíteros asignados en forma estable, funcionan aún las Escuelas de Teología.

Foto de arriba: La formación está a cargo de los seminaristas: José Hernández, Charlie Cumes y Fredy González, los cuales están junto al obispo, en el centro de formación de Huehuetenango.

 

 

 

 

En la foto de la derecha: momento de oración y alabanza, durante una de las jornadas de formación.

A laz izquierda: vista del salón de usos múltiples del Centro. Aquí es donde se realizan las Asambleas y también en donde se reúnen los hermanos para las partes de formación común.