El jueves cuatro de agosto, a medio día, el obispo presidió la celebración en la que fue ordenado diácono el hermano Sub-diácono Orlando López. Orlando ha realizado su EPS, colaborando en la formación en el Seminario. En la celebración estuvieron presentes también los Padres Rigoberto Upú, Vicario General, Francisco Simón, Pro-Vicario General, Vicente Gómez, quien está en proceso de incorporación a ICERGUA y el Padre Moisés Mendoza, Vice-Rector del Seminario.

En un ambiente de profunda espiritualidad y utilizando como rito de la celebración el antiguo rito latino ortodoxo, se celebró la ceremonia.

En la foto de la derecha: momento en que la asamblea canta las letanías de los santos.

Terminadas la letanías de los santos, comenzó la oración consagratoria. Al finalizar la primera parte de ésta, el obispo procedió a imponer manos sobre Orlando. Este momento constituye, junto al conjunto de la oración, el centro de la ordenación diaconal.

Los padres Francisco y Rigoberto, ayudan al obispo a revestir al neo-diácono con las vestiduras propias de su ministerio: la estola cruzada y la dalmática.

Para concluir el rito de la ordenación, el obispo entrega al neo-diácono el libro de los Evangelios, con lo cual se significa que su ministerio deberá consistir en proclamar, anunciar y vivir integralmente el Evangelio.

En la foto de la derecha, de inquierda a derecha: P. Vicente, P, Rigoberto, Diácono Orlando, nuestro Obispo Eduardo, Diácono Yaider, P. Francisco y P. Juan Moisés.

En la foto de la izquierda, el neo-diácono está acompañado de sus padres, hermanos y otros familiares, que le acompañaron en tan significativo acontecimiento.

Al final del almuerzo, el obispo y los dos diáconos, con los padres Rigoberto, Francisco y Juan Moisés.

El sábado 6, el obispo realizó su visita mensual a la Parroquia de San Miguel Arcángel, en Los Angeles, California.

La comunidad mostró signos de estar pasando por un momento de reorganización, esperancia y crecimiento.

La Eucaristía del sábado fue compañada por uno de los ministerios de música parroquiales, caracterizado por contar con instrumentos autóctonos, entre los que ocupa un lugar especial la marimba.

El obispo, durante la homilía enfatizó en la importancia que tiene para cada quien, como Católico Renovado, tener una experiencia viva de la fe, que promueva un cambio armónico dentro de la vida de cada quien. Igualmente les animó a seguir anunciando el Evangelio, a pesar de las dificultades con las que frecuentemente tienen que enfrentarse.

Al caer de la tarde, el obispo visitó la comunidad Pacto Divino, ubicada en la sexta calle, en el centro de Los Angeles.

Los miembros de la comunidad dan signos de estar pasando por momentos muy positivos. Se han visto bendecidos con la presencia de nuevos miembros y pronto se comenzarán a preparar para celebrar su aniversario al inicio de Octubre.

Uno de los problemas que esta comunidad había experimentado era el quedarse sin un ministerio de música. Con el esfuerzo de cada uno de los miembros, ahora han logrado organizar un hermoso ministerio, cuya calidad musical se incrementa progresivamente.

A la derecha: el obispo imparte la absolución a los miembros del ministerio, después de la confesión de los pecados.

A la izquierda: el ministerio mientras canta el Señor ten piedad y el Gloria, como penitencia, después de haber recibido la absolución.

La mayor parte de los participantes en la celebración, también acudió al sacramento de la Reconciliación. A la derecha: momento en el que quienes habían confesado sus pecados, se acerca a recibir la absolución.

Por la noche, el obispo terminó su acción ministerial visitando la comunidad Restauración, ubicada en la tercera calle del centro de Los Angeles.

A la izquierda: quienes han confesado sus pecados, se acercan a recibir la Absolución.

Actualmente esta comunidad ha logrado organizarse adecuadamente. Cuenta ya con la presencia permanente del Santísimo Sacramento en su casa de oración y hay dos ministros de la comunión para distribuir el sacramento, cuando los hermanos se reúnen y no tienen la celebración eucarística.

El domingo 7, un numeroso grupo se reunió en la sede del Mninisterio El Pescador y sede Parroquial, ubicada en las Calles Jefferson y Hill.

En esta ocasión, la comunidad se dedicó a estudiar la tercera carta pastoral del Obispo: "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva".

A pesar de que la temática de la carta parecía centrarse específicamente en la realidad que se vive en Guatemala, el diálogo entre el obispo y los participantes, permitió llegar a tomar conciencia de que también en Los Angeles, el Señor confía una misión específica a cada uno de los católicos renovados, la cual les lleva a tratar signos de esperanza en medio de todos y a preocuparse por ayudar al prójimo con el que conviven y entran en contacto en la vida de cada día.

La visita del obispo a Los Angeles terminó con la celebración de la Eucaristía, en la cual participaron los alumnos del DETYM, junto a otros miembros del Ministerio El Pescador. En esa ocasión, el acompañamiento musical de la Liturgia, estuvo a cargo del Ministerio que coordina el Hermano León Velásquez y que está, en su gran mayoría compuesto por niños y jóvenes.

La celebración eucarística es para todo católico renovado, el centro de toda su vida espiritual y la fuente fundamental de alimento. Conscientes de que el derramamiento del Espíritu Santo, sobre el cual nació la Iglesia, el día de Pentecostés, se mantiene vivo y va transformando y sosteniendo la vida de las comunidades, precisamente a través de la celebración eucarística y de la participación en la Sagrada Comunión.

El jueves 11, el obispo visitó la comunidad de Pajomel, en Santa Cruz la Laguna. Como de costumbre, los hermanos esperaban alegres la llegada del obispo y luego participaron con gran entusiasmo en la celebración.

El 11, al caer de la tarde, el obispo visitó la comunidad de Chuitzanchaj, en Santa Cruz la Laguna, Sololá.

El ministerio musical de esta comunidad, coordinado por el hermano Lucas, se ha caracterizado por su gran entusiasmo y por buscar siempre nuevas formas de alabar al Señor.

Este compromiso ha mantenido constantemente a la comunidad unida y en crecimiento.

Después de haber participado en el sacramento de la Reconciliación, la participación de los hermanos en la comunión, fue casi total. Más de 100 hermanos y hermanas participaron en la comunión.

El viernes 12 por la mañana, el obispo estuvo en Santa Eulalia, para participar en el Decanato del centro de Huehuetenango. Este decanato abarca cuatro parroquias: la de Nuestra Señora de Guadalupe de Soloma, la de Santa Eulalia, la de San José, ubicada en las Aldeas de Santa Eulalia y la Parroquia de los Santos Arcángeles, organizada en tres centros: San Rafael la Independencia, San Miguel Acatán y San Sebastián Coatán.

Los representantes de las comunidades expresaron los múltiples logros que se tuvieron en el trimestre: marcado crecimiento, surgimiento de alguna nueva comunidad y consolidación de los programas de formación y evangelización.

Como siempre, el obispo antes de tomar la palabra esuchó las presentaciones que hicieron los representantes de las comunidades y luego las relaciones que presentarion los dos presbíteros que trabajan pastoralmente en la zona: los Padres Fredi Aníbal Mux y Felipe Corimanya.

En la segund aparte, el obispo respondió a diversos planteamientos que habían sido presentados y sometió a la consideración de los participantes la consulta de que, progresivamente asumamos como rito oficial de ICERGUA, el rito católico utilizado por la iglesia de occidente antes del gran cisma, así como que se haga un proceso para implementar la administración de los sacramentos de la iniciación cristiana como se hacía en esos tiempos. Unánimemente los hermanos expresaron su alegría y aceptación de la propuesta presentada por el obispo.

El 12 por la tarde, el obispo visitó la comunidad de Cololaj, en san Rafael la Independencia.

Esta comunidad es la primera del municipio de San Rafael la Independencia y, como siempre, muestra gran vitalidad y entusiasmo.

Arriba: Los hermanos en oración, implerando la efusión del Espíritu Santo, desdepués de haber confesado sus pecados y antes de acercarse a recibir la Absolución.

A la derecha: el obispo durante la homilía insiste a los hermanos el compromiso de vivir efectivamente como auténticos católicos renovados.

Como sucede habitualmente, la Asamblea acudió masivamente a participar en la comunión. Antes de la Eucaristía, habían confesado sus pecados y recibido la Absolución y, ahora, necesitaban el alimento para perseverar en el camino de la verdad y de la vida.

El sábado 13 se realizó el decanato del norte de Huehuetenango en la sede central de Santa Cruz Barillas. Había representantes de 70 comunidades del municipio de Barillas y de numerosas comunidades del municipio de San Mateo Ixtatán.

La dinámica que se siguió en el decanato fue la habitual: lo hermanos presentaron la situación de los diferentes sectores, los presbíteros hicieron una relación y, finalmente el obispo respondió a cuestiones y planteamientos e hizo las recomendaciones pertinentes.

La parroquia de La Glorificación de María, de Santa Cruz Barillas, está organizada e 6 sectores y éstos a su vez tienen sub-sectores.

Las comunidades de Nucá y las de San Mateo, también están en proceso de organización, para poder ser constituidas en un futuro próximo en Parroquias.

Durante la segunda parte de la reunión, el obispo impartió la formación que estaba preparada. Al igual que en el decanato anterior, aparte de la presentación de la Tercera Carta Pastoral, se analizó la conveniencia de adoptar como rito oficial el Católico latino, utilizado en la iglesia antigua de occidente, así como la eventual iniciativa de formar una Comunión de Iglesias, que compartan la misma fe y la celebren con liturgias que provengan a la antiguedad.

Al terminar la formación, se pasó a votar, con carácter consultivo, acerca de la conveniencia de ir progresivamente implementando la Liturgia latina utilizada por la iglesia indivisa. Como pueda observarse en la foto de la derecha, la aprobación del pueblo de Dios fue prácticamente unánime.

El 13 por la tarde, Monseñor Eduardo, presidió la celebración de la Eucaristía y la ceremonia de confirmaciones en la comunidad de Manantial Carretera, ubicada a unos 4 kilómetros del centro de Santa Cruz Barillas.

Quienes fueron confirmados habían sido esmeradamente preparados y unánimemente expresaron su compromiso de vivir la fe como la vivieron los apóstoles y de anunciar el Evangelio a todas las personas.

En las fotos de arriba y de la derecha, dos momentos durante la celebración. Los jóvenes que habían sido confirmados y que después de comulgar encendieron velas, como señal del compromiso de ser luz del mundo, oran, pidiendo al Señor la gracia de ser fieles a los dones recibidos.

Al caer de la tarde, el obispo presidió la Eucaristía en la sede parroquial de Barillas.

Durante la ceremonia varios hermanos fueron instituidos como ministros de la comunión y la nueva directivo de la Radio Carisma, recibió la bendición.

Durante la homilía el obispo explicó, a la luz de las lecturas que habían sido pronunciadas, cuál es la identidad específica del católico renovado y cuáles deben ser los signos que distingan su estilo de vida y su apostolado.

Terminada la homilía, Monseñor Eduardo se dirigió específicamente a los que serían instituidos ministros, para recordarles las características que deben tener, tanto en su vida como en la forma de ejercer su ministerio.

A los miembros de la radio les recordó que la función y misión de este medio de comunicarión es la evangelización directa y explícita y esto requiere que se tengan criterios claron al hacer los programas.

El domingo 14 por la mañana, monserñor Eduardo presidió la celebración eucarística con la comunidad de Nucá, Barillas. Esta comunidad junto a otras ubicadas en las vecindades, se está preparando para ser erigida en parroquia el 6 de enero del año entrante. El padre Marcos Caicedo, encargado pastoral de la zona, ha trabajado arduamente en la organización pastoral así como en la superación material de la comunidad.

El equipo de monaguillos de la parroquia en formación, ha sido preparado cuidadosamente. Cada uno sabe exáctamente lo que le corresponde hacer y ha aprendido todas las respuestas litúrgicas, de tal forma que la celebración es armoniosa.

Uno de los medios privilegidos de Evangelización con los que cuenta esta parroquia en formación es la radio. La radio Nueva Vida transmite programas a toda el área y, a través de ella, la vida de fe de Nucá ejerce influencia en muchos otros lugares.

Al final de la mañana del domingo 14, el obispo visitó por primera vez la comunidad Nueva Jerusalén, en el centro de San Mateo Ixtatán. Esta comunidad originalmente nació como Renovación Carismática; luego emprendió un camino más bien protestante y recientemente sintió el llamado a convertirse en católica renovada. Los hermanos están llenos de entusiasmo y dispuestos a trabajar intensamente en la consolidación de su fe.

Durante la ceremonia fueron instituidos dos ministros de la comunión para servicio de la comunidad y se bendijo el Sagrario, dejando a partir de ese celebración, la presencia permanente del Santísimo Sacramento.

El 14 por la tarde, el obispo visitó la comunidad central del pueblo de San Mateo Ixtatán. Estaba totalmente llena. Con alegría se pudo constatar que los hermanos han logrado terminar la construcción de una ampliación del templo, que permitirá alojar un 50% más de fieles, de los que se pueden acoger actualmente. Es una respuesta práctica al sostenido crecimiento que ha experimentado la comunidad en los últimos años.

La ceremonia comenzó con la confesión de los pecados, seguida de la absolución. En la foto de la derecha, el obispo invoca la efusión del Espíritu Santo, para que sea concedido el perdón a quienes se han reconocido pecados.

En la comunidad central hay una serie de signos esperanzadores. Ha crecido fuertemente, ha logradu superar una serie de dificultades tras la muerte del Hermano Baltazar que, durante muchos años había sido el coordinador de la comunidad y, con la ayuda del Padre Marcos, ha consolidado su identidad y su práctica católica renovada.

El martes 16, el nuevo consejo pastoral de la parroquia católica renovada, llegó hasta el Seminario, para participar en la Eucaristía y pedir que nuestro obispo les juramentara y orara, para que puedan ejercer con fidelidad el cargo para el que han sido elegidos.

Esta inusual praxis de ir hasta el obispo para hacer tal acto, responde al deseo manifestado por ellos, de expresar su fidelidad y su sentido de pertenencia a la Iglesia.

Arriba: después de la homilía el obispo y los demás celebrantes, oran por cada uno de los hermanos.

 

A la derecha: los hermanos hacen la profesión de fe, como rito previo a ser declarados idóneos para asumir los cargos para los que han sido elegidos por su parroquia.

El viernes 19 por la tarde, Monseñor Eduardo visitó la Comunidad Efusión del Espíritu Santo, de Santiago Atitlán. Dentro de la celebración eucarística mensual, los hermanos habían preparado también la celebración de un matrimonio y la iniciación cristiana de varios niños.

Varios centenares de hermanos asistieron a la celebración y el coro, se encargo cuidadosamente de acompañar toda la liturgia.

A través de la recepción de la comunión, los niños que fueron bautizados y crismados, completan su iniciación cristiana, como puede observarse en la foto de la izquierda.

Hacia el caer del día del 19, el obispos celebró la Eucaristía con la comunidad Pentecostés, también de Santiago Atitlán. En su homilía, el obispo hizo énfasis en el sentido fundamental que debe tener la iglesia, edificada sobre la roca de Cristo y la confesión de fé en que él es el Señor y Mesías.

También dentro de la celebración se realizó la Iniciación Cristiana de varios niños, como puede observarse en la foto de la derecha.

El sábado 20 se llevó a cabo la Asamblea-Decanato trimestral, en el Centro de Formación de Huehuetenango. Hubo unos 200 líderes, provenientes de las comunidades del ser de Huehuetenango. La reunión comenzó con un tiempo de avivamiento, como puede observarse en la foto de la izquierda.

Los representantes de las diferentes parroquias, regiones y sectores que son convocados para la Asamblea, hicieron la presentación de la situación de las comunidades. El balance fue muy positivo: se informó acerca de numerosas nuevas comunidades, así como del crecimiento de las comunidades que existen actualmente.

Después de la presentación de los líderes y de los presbíteros Pedro Martínez y Marco Tulio Calderón y del diácono Yaider Jiménez, el obispo planteo diversas cuestiones respecto al futuro de la iglesia, que serían tratadas en la reunión de presbiterio, que se celebraría el martes 23.

La diversas mociones que se hicieron, después de ser ampliamente discutidas, fueron sometidas a la aprobación de la asamblea. En la foto de la derecha, momento en que se realiza una de las diferentes votaciones.

El sábado 20 por la tarde, el obispo visitó la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Soloma, Huehuetenango. La ocasión de la visita era la celebración del aniversario de la comunidad original, denominada la Nueva Alianza.

A pesar de la intensa lluvia que caía, los hermanos asistieron masivamente a la celebración, como puede observarse en la foto de la derecha.

El domingo 21 por la mañana, el obispo fue a visitar la parroquia católica renovada de Santa Eulalia, para presidir la celebración matutina de la Eucaristía.

La parroquia ha adquirido una amplia propiedad en el centro de la población, para construir una edificación formal. Mientras eso sucede, han construido un amplio local provisional, en el que la comunidad se reúne, particularmente para la celebración de las Eucaristías dominicales. En le área central de Santa Eulalia, además de esta edificación hay otros tres templos más pequeños: Belén, San Miguelito y San Martín.

El obispo pudo darse cuenta del sostenido crecimiento de la comunidad. La última vez que había presidido la Eucaristía en el centro de Santa Eulalia había sido el Domingo de Pascua. De entonces hasta ahora, se considera que la comunidad que participa activamente se ha incrementado aproximadamente en un 15%.

El domingo 21 por la tarde, el obispo presidió la Eucaristía en la Catedral de San Juan Bautista, Comalapa.

Como siempre, los hermanos se habían dado cita en buenos números. Era la primera vez que el obispo presidía la celebración eucarística de las 6 de la tarde. Esta misa fue añadida el año pasado y está pensada para recibir particularmente a los comerciantes que de lo contrario, no podrían asistir a la celebración. Eso permitió al obispo saludar a muchos feligreses que no había conocido anteriormente.

Durante la homilía, el obispo explicó el sentido del Evangelio de Mt. 16,18, que era el que había sido proclamado dentro de la liturgia de la Palabra del Domingo. Hizo énfasis en que la piedra sobre la que se edifica la iglesia es Cristo y, por la confesión de fe en Él, como Mesías y Señor, también nosotros somos constituidos en piedras vivas, que entramos a formar parte de la construcción de la Iglesia. Igualmente explicó cómo el poder de atar y desatar está conectado directamente con la confesión de fe que es lo que justifica al ser humano y hace que lo que se ata o desata en la tierra, quede atado o desatado en el cielo.

El lunes 22, llegó a Guatemala el Obispo Jerónico de Manhattan, Vicario de la Iglesia Rusa fuera de Rusia, para el rito Occidental. Su visita tuvo carácter privado, sin embargo para nosotros fue de gran bendición, pues nos encontramos decididamente comprometidos a hacer que nuestra liturgia corresponda plenamente con la Liturgia Latina utilizada en occidente antes del gran cisma y él, habíendose dedicado durante muchos años a estudiar las diferentes liturgias occidentales antiguas, es un gran especialista en la materia.

El obispo Jerónimo tuvo la oportunidad de compartir con nosotros desde el lunes 22, cuando se ofreció en su honor un Concierto en el Teatro de Cámara del Gran Teatro Nacional y una cena en un Restaurante de la zona 10 de la Ciudad de Guatemala, hasta el viernes 26, día en que regresó a su sede en New York.

El martes 23, en la Hacienda Carmona, Santa María de Jesús, Sacatepéquez, tuvo lugar la reunión del Presbiterio de ICERGUA. En esa ocasión, además de contar con la presencia de todos los presbíteros que trabajan en Guatemala, estuvo presente el Padre Nicolás de Jesús Gómez de la Mota, Vicario General de la Misión de México.

En la foto de la derecha, una vista de los asistentes a la reunión: Adelante, agachados, de izquierda a derecha: P. Bernabé, P. Rigoberto, P. Hugo y P. Felipe; atrás de pie, en el mismo orden: P. Fredi Mux, P. Francisco, P. Denis, P. Santos, P. Herberth, P. Marco Tulio, obispo Jerónimo, P. José Armando, nuestro obispo Eduardo, P. Marcos, P. Fredy González, P. Gildardo, P. José Ángel, P. Juan Moisés, P. Pedro y P. Vicente. Está ausente el P. Nicolás, quien tomó la fotografía.

En la foto de la izquierda, los obispos con los tres presbíteros miembros del Consejo presbiteral. De izquierda a derecha: P. Santos, P. Francisco, Monseñor Eduardo, Monseñor Jerónimo y P. Rigoberto.

En la reunión, además del informe de la marcha de las diferentes parroquias, se abordaron tres temas: El nacimiento de la Comunión de Iglesias Católicas Ortodoxas Latinas, la Aprobación del Rito Latino Antiguo, como rito oficial de ICERGUA y cuestiones relacionadas con el proceso de formación, selección y acompañamiento de los cantidatos al presbiterado de la Iglesia.

Después de haber dialogado ampliamente, se decidió la fundación de la COMUNIÓN DE IGLESIAS CATÓLICAS ORTODOXAS LATINAS (CICOL), que en Guatemala, sin embargo, por razones pastorales y cotextuales, será llamada COMUNIÓN DE IGLESIAS CATÓLICAS RENOVADAS LATINAS (CICAREL). Esta Comunión, bajo la presidencia de ICERGUA, tiene como finalidad animar a la unidad entre las iglesias que profesan íntegramente la fe católica ortodoxa, que celebran la ligurgia con alguno de los ritos litúrgicos antiguos de occidente y que están dispuestas a mantener la organización de la iglesia con las características que tuvo la iglesia indivisa en el primer milenio. Inicialmente la Comunión está formada por ICERGUA y por los Vicariatos Católicos Renovados de México, de Venezuela y de California. La razón por la cual en Guatemala la palabra Ortodoxa es substituida por "Renovada", es doble. En primer lugar, para nosotros ambas palabras en su sentido práctico e implicaciones, son sinónimos, pues por "Renovada" entendemos la Iglesia que nació el día de Pentecostés y que luego fue testimoniada y organizada por los apóstoles y los padres de la Iglesia, lo cual equivale a "Ortodoxa". En segundo lugar, es por razones pastorales, pues en Guatemala hay organizaciones religiosas que se autodenominan "Ortodoxas", utilizando el término en sentido muy diferente al que tiene para nosotros.

El nacimiento de esta Comunión no altera la pertenencia de ICERGUA a la CICIAM y, sobre todo, su comunión con la ICAB.

Dentro de la reunión del Presbiterio, también se aprobó el uso "ad experimentum", del Sacramentario Católico Latino Antiguo, con vistas a que después de un tiempo de experimentación y de complementación con la introducción de otras Anáforas antiguas, sea promulgado como rito oficial de ICERGUA. Esto, sin embargo, no implicará que se deje de utilizar, por razones pastorales, el actual rito "Católico Renovado".

El sacramentario prevé actualmente la celebración de la Iniciación Cristiana integral. Dentro de la Liturgia de la Misa se incluyen las Anáforas de San Gregorio (Canon Romano Antiguo), de San Hipólito de Roma, de San Juan Crisóstomo y de San Thikón. Se prevé en el futuro incluir también las Anáforas de San Basilio, de Santiago y de San Marcos.

El miércoles 24, solemnidad del Apóstol San Bartolomé, se celebró la Divina Liturgia solemne en el Seminario. Presidió el obispo, Monseñor Eduardo, concelebraron los presbíteros presentes, diaconaron los dos diáconos que tiene actualmente ICERGUA y asistió como invitado especial el obispo Jerónimo.

Para la celebración de utilizó el rito latino antiguo que había sido aprobado en la reunión de presbiterio el día anterior y se oró la Anáfora de San Juan Crisóstomo.

Durante la homilía el obispo subrayó que la figura del Apóstol san Bartolomé se presenta para nosotros siempre como una invitación a superar todos los prejuicios y condicionamientos para encontrarnos con Jesucristo y poder dar testimonio de su Evangelio.

Después de la Divina Liturgia, en el Seminario se ofreció una comida especial el honor a nuestos dos huéspedes especiales: El obispo Jerónimo y el Padre Nicolás, Vicario General de la misión de México. En la foto de la izquierda: P. Vicente, Obispo Jerónimo, nuestro obispo Eduardo y el P. Nicolás, mientras se hace la bendición de los alimentos.

Por la tarde del día 24, nuestro obispo invitó al obispo Jerónimo a visitar la Catedral de San Juan Bautista, Comalapa. Los anfitriones de la visita fueron los Padre Rigoberto y Francisco, co-párrocos de la parroquia de la Catedral.

La visita comenzó haciendo un recorrido por el área colonial que está en proceso de reconstrucción.

A la derecha: los dos obispos posan ante la Iglesia Colonial, en señal de bendición sobre todo el pueblo de San Juan Comalapa.

Durante el tiempo del almuerzo, un grupo de 8 jóvenes del coro parroquial, que ese día tenían el turno de cuidado de la Catedral, llegaron para dar un pequeño concierto en honor del obispo Jerónimo.

Después del almuerzo, se realizó la visita al interior de la Iglesia Colonial. En la foto de la derecha, nuestro obispo mientras muestra a obispo Jerónimo la fuente bautismal de la antigua iglesia.

La visita a la Catedral terminó dando un paseo por la hermosa plaza de San Juan, que está delante de la Catedral y de la Iglesia Colonial y saludando a algunos de los dirigentes del pueblo de Dios que se encontraban en el área.

Con ocasión de su visita al seminario, el Padre Nicolás de Jesús Gómez de la Motta, tuvo talleres formativos con los seminaristas.

El Padre Nicolás se mostró complacido por la oportunidad de compartir con los seminaristas y ha sido invitado para dirigir el retiro espiritual que tendrán el jueves 27 de octubre.

El viernes 26 por la mañana, nuestro obispo viajó hasta Pueblo Nuevo, Ixcán, El Quiché, para la celebración del Decanato con los representantes de las comunidades católicas Renovadas, del Ixcán, organizados en la parroquia de Pueblo Nuevo y en la que está en proceso de fundación en Santiago Ixcán.

Los hermanos dieron un reporte positivo de las diversas iniciativas que se han emprendido. El obispo también informó a los servidores del desarrollo de la Iglesia durante los tres últimos meses y aprovechó la ocasión para presentar la Carta Pastoral "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva", instando a que la misma sea estudiada por todo el Pueblo de Dios en cada una de las comunidades.

El 26 por la tarde, el obispo dio comienzo, con la celebración Eucarística y la celebración de la iniciación cristiana a numerosos niños, a la celebración del primer aniversario de la alianza de la Comunión de Mayalán, en el Ixcán.

Eran varios centenares los hermanos que se habían reunido. Todos estaban llenos de júbilo y preparados para comenzar un programa de oración y alabanza que se prolongaría durante tres días.

Los padres y padrinos de los niños que fueron iniciados en la vida cristiana expresaron su firme compromiso de vivir su fe como auténticos católicos renovados y de preocuparse del crecimiento espiritual de sus hijos.

Por la noche del día 26, el obispo visitó la comunidad de Santiago Ixcán, para conferir la confirmación a un grupo numero de jóvenes y para instituir una ministra de la comunión.

Después de haber pasado por largos períodos de turbulencia, la comunidad de Santiago Ixcán ha logrado ahora situarse en un camino de crecimiento y expansión. Además de ellos, las comunidades de San Juan Ixcán y de San Antonio reconocen a Santiago como centro. La meta que tienen es lograr que en un futuro cercano puedan ser elevados de "centro" pastoral a "parroquia".

La nueva ministra, junto a una de las ministras antiguas, hacen la presentación de los dones que serían utilizados en la Eucaristía.

A la hora de la comunión, las primeras personas en acercarse fueron quienes habían sido confirmados, como se puede observar en la foto de la derecha.

El 27 por la mañana, se llevó a cabo el Decanato de Petén, en la sede parroquial de la Parroquia de San Fernando, Sayajché, Petén.

Había representantes de casi todas las parroquias y centros. Aquí se reúnen los representantes de las Parroquias de San Fernando, Sayajché y de Chisec y de los Centros de Raxruhá, La Libertad y Santa Ana.

Después de escuchar la exposición hecha por los líderes de las diferentes comunidades, el obispo, a partir de algunas dudas que habían sido planteadas, aprovechó para explicar detalladamente el sentido y los alcances de ser auténtimente "Católicos Renovados". Subrayó que la base es ser genuinamente "Cristianos", es decir, "ungidos" por el Espíritu Santo, pero que ese ser cristianos solo es auténtico si se mantiene como "Católico", es decir de acuerdo a las características que Cristo quiere que tenga y que fueron vividas en los primeros tiempos de la Iglesia.

El 26 por la tarde, el obispo fue hacia el "Centro Campesino", un asentamiento en el corazón de la selva Lacandona, del municipio de La Libertad, El Petén. La travesía fue larga: 5 horas en carro, hasta la Técnica. Luego 1 hora en lancha, sobre el río Usumacinta (en la foto de la izquierda) y después una hora y media caminando entre la montaña, hasta llegar al corazón de la comunidad.

La comunidad está actualmente formada por unas 20 familias. Más o menos la mitad de ellas vienen de otro sector llamado "Pollo Sol". Estos manifestaron su decisión de construir otra casa de oración en su comunidad, para facilitar su participación y asegurar su crecimiento.

Esta era la segunda visita del obispo a esta comunidad. La primera la había realizado hace dos años, cuando apenas 2 familias se habían integrado para formar la comunidad.

Un grupo de jóvenes habían sido preparado para recibir la Confirmación. Todos, debidamente advertidos por el obispo, se comprometieron a ser auténticos apóstoles de Cristo, para llevar el Evangelio a los hermanos.

El obispo insiste en el compromiso y el estilo de vida que debe caracterizar al católico renovado.

Al final de la celebración, una familia íntegra, fue formalmente aceptada como parte de la comunidad Católica Renovada. Después de reflexionar y profundzar en la llamada que el Señor les hacía, los padres y sus cuatro hijos, decidieron presentar su petición de ser admitidos en la Iglesia y se comprometieron a vivir en forma auténtica.

El domingo 28, hacia el medio día, en medio de una celebración multitudinaria, fueron confirmados numerosos jóvenes en la comunidad de Sesuchaj, de la Parroquia de Chisec, Alta Verapaz.

Los que recibieron el sacramento se habían preparado tanto doctrinal como espiritualmente. Doctrinalmente habían estudiado íntegra la guía de formación que, desde finales del año pasado, se encuentra traducida al idioa K'eqchí. Espiritualmente se habían preparado con ayuno y oración.

El obispo, lleno de entusiasmo comentó las lecturas dominicales y animó a la comunidad a seguir adelante en su compromiso misionero.

Por la tarde, el obispo presidió la celebración eucarística en la nueva comunidad de Secontín, San Pedro Carchá. La comunidad está ubicada entre San Pedro Carchá y Cobán. Los hermanos han logrado comprar un espacioso terreno en el que próximamente esperan construir una iglesia más formal. Por el momento están en una casa de oración provisional. Con ocasión de la visita del obispo, también se instaló la presencia del Santísimo Sacramento.

La celebración comenzó con la administración del sacramento de la Reconciliación, administrado a quienes lo necesitaban y habían confesado sus pecados.

También durante la celebración se llevó a cabo la iniciación cristiana de una niña. En la foto de la izquierda, el obispo presentando la niña a sus padres, depués de haber terminado el bautismo.

Fue numeroso el grupo dehermanos que acudió a recibir la comunión.

Todos expresaron el firme compromiso de trabajar para el engrandecimiento de la comunidad y para que ésta cumpla plenamente la misión que Dios le ha confiado.

Por la noche el obispo presidió la Eucaristía y la iniciación cristiana en el recién construido templo de San José, en el centro de Cobán.

Hace tres meses el obispo había celebrado en el mismo lugar, que acababa de ser adquirido, para hacer la bendición del terreno. Ahora, para sorpresa y alegría del obispo, la celebración se realizó ya dentro de un templo construido con esmero y amor.

Como sucede habitualmente, la liturgia comenzó administrando el sacramento de la reconciliación a quienes lo necesitaban.

La iniciación cristiana completa abarcó a niños y a jóvenes. Los jóvenes, junto a los padres de los demás niños, hicieron el compromiso de vivir plenamente su fe.

Al final de la celebración, el obispo, que estaba acompñado por el Padre José Ángel Nuñez, encargado pastoral de estas comunidades, felicitó a los hermanos por todos los adelantes que han tenido y les instó a seguir adelante trabajando para evangelizar a los diferentes comunidades.

El lunes 29 por la mañana, se celebró el decanato de Cobán, en el Centro Misionero de la Aldea Tomtem, en donde tienen su residencia oficial los Padres José Ángel Nuñez y Fredy González. En la foto de la izquierda, el hermano representante de la parroquia de Yaxacté, Lanquín, mientras hace la presentación de cuanto ha vivido su parroquia en los últimos tres meses.

La presencia de los hermanos fue muy numerosa. En general se experimentó un ambiente de alegría y se compartió la experiencia de un acelerado crecimiento.

A la izquierda: el representante de la comunidad Esmeralda, de la parte norte del municipio de Cobán, explica el itinerario que siguió su comunidad para optar por ingresar a nuestra Iglesia y formalmente presenta, en nombre de la comunidad que representa, la solicitud de ser admitidos.

El obispo, después de que los líderes y los presbíteros habían hecho sus relaciones, hizo la presentación de la situación que está viviendo la Iglesia al igual que introdujo al estudio de la Tercera Carta Pastoral. Los hermanos se comprometieron a seguir trabajando en la evangelización y a estudiar la Carta Pastoral en sus comunidades.

El 29 por la tarde, se celebró una fiesta particularmente significativa, que llenó de gozo a nuestro obispo. La Comunidad de Cerro Alto, Chiyó, del Municipio de San Pedro Carchá, fue formalmente aceptada dentro de la Iglesia. Compuesta por más de 800 miembros, la comunidad había preparado esta celebración durante los tres últimos meses. 68 niños hicieron su comunión solemne. Fueron bendecidos cinco ministros de la comunión para que puedan ejercer el ministerio de distribución de la comunión, se bendijo el templo y se intaló la presencia permanente del Santísimo Sacramento.

Durante la homilía, el obispo explicó detalladamente cuáles son las características de la Iglesia Católica Renovada: no se trata de una nueva Iglesia, dado que Cristo fundó solamente una única Iglesia, sino la meta es redescubrir y hacer plenamente presente esa misa Iglesia que nació el día de Pentecostés, con la organización, el culto y la identidad que fue teniendo en los primeros tiempos, pero sin las adulteraciones que es infiltraron en otras organizaciones eclesiales y que la han distanciado de la iglesia una, santa, católica y apostólica.

El momento de la bendición de los ministros de la comunión, fue particularmente significativa. Muchos de los miembros de la Asamblea tenían los ojos llenos de lágrimas debido a la emoción de que podrán contar con la presencia del Santísimo Sacramento y podrían acceder a la comunión, aún cuando no tengan la presencia del presbítero, para la celebración de la Eucaristía.

Los niños que acudieron por primera vez a la comunión, lo hicieron con gran seriedad y devoción, como puede observarse en la foto de la derecha.

Hacia el final de la celebración, fue la bendición del templo. El obispo recorrió todos los pasillos para hacer la aspersión con el agua bendita, después de haber hecho la oración de bendición.

Al final, los jóvenes misioneros de la comunidad, que habían sido los encargados de preparar catequéticamente a los niños, pidieron al obispo y al Padre José Ángel, tomarse una foto con todos los niños. El gozo y la piedad de todos eran palpables.