El día de todos los santos por la tarde, nuestro obispo hizo una visita pastoral a la comunidad católica renovada de Sumalito, Nebaj, el Quiché.

Los hermanos habían preparado con esmero la celebración.

En la visita el obispo fue acompañado por el Padre Marco Tulio Calderón, encargado pastoral de la Región.

En la foto de la izquierda: el hermano Felipe, uno de los líderes de la comunidad, mientras hace una de las lecturas.

Los hermanos participaron en buen número. Sin embargo, dados los condicionamientos culturales, el día de los santos requiere de la permanencia de muchos en sus casas y en diferentes actividades inherentes al día, lo que impidió que muchos hermanos pudieran participar.

Durante la homilía el obispo subrayó el hecho de que todos estamos llamados a ser santos y, de esa forma, el día que se celebraba, en cierto sentido, debe recordar los elementos de la vocación a la cual hemos sido llamados.

Por la noche del día primero, el obispo visitó la comunidad de Batzbacá, en el Centro del Nebaj. Participaron el la celebración un buen porcentaje de los miembros de la Comunidad.

Concelebró y proclamó el Evangelio, el Padre Marco Tulio Calderón.

También participaron los seminaristas Eduardo Mateo y Jeremías, quienes están realizando su labor pastoral en esa zona.

A ellos correspondió hacer la presentación de las ofrendas del Pueblo de Dios para la celebración, pues los ministeros de la comunión de la comunidad estaban ausentes, por causas de fuerza mayor.

El segundo de izquierda a derecha en la foto, es el hermano Nicolás. Él es el líder de la comunidad y también el predicador de la misma.

El miércoles 2, durante toda la mañana, se celebró el Decanato de Nebaj que, estaba también pensado fuera Decanato para los hermanos de Chajul pues, debido al colapso de la carretera que comunica las Aldeas de Chajul con Nebaj, al obispo le resultaba casi imposible llegar. Sin embargo los hermanos de Chajul no pudieron participar porque las reparaciones a la carretera que permitían un paso restringido habían vuelto a colapsar y el paso se había vuelto nuevamente imposible.

Cada uno de los representantes de comunidad y luego el Padre Marco Tulio, presentaron una relación de sus comunidades: todas han crecido. Se han incrementado con la incorporación desde una familia hasta 6, durante el trimestre. Además se informó que hay cuatro nuevas comunidades que están en proceso de formación.

El obispo informó a los participantes acerca de la marcha de la Iglesia y también dio formación durante largo tiempo.

Entre las cuestiones que fueron tratadas está cómo debe ser la praxis del bautismo de los niños. Se subrayó que, manteniéndonos fieles al testimonio de la Sagrada Escritura y a la praxis de la iglesia primitiva, es indispensable la fe y la incorporación activa de los padres dentro de las comunidades, para que sus hijos menores puedan ser iniciados en la vida cristiana.

Por la tarde, el obispo realizó una primera visita de formación y explicación a la recién incorporada comunidad de San Antonio en Cunén. Los hermanos están congregados en dos asociaciones: la Renovación Carismática y la Acción Católica. El obispo insistió en que su incorporación les debe llevar a todos a renovar íntegramente su vida pero que es importante que conserven los rasgos distintivos y peculiares de las diferentes espiritualidades de las que provienen.

Los que se han incorporado son unas 50 familias que tienen en total unos 400 miembros. Tienen un templo constuido y el obispo buscó los medios de que el Santísimo Sacramento sea instalado, con carácter de urgencia, en el templo. Igualmente dio facultades para que quienes ejercían como Ministros de la Comunión hasta el presente, puedan seguirlo haciendo ahora que se han incorporado a nuestra Iglesia.

El jueves 3 por la tarde, Monseñor Eduardo visitó la Parroquia de la Catedral de San Juan Bautista en Comalapa, para tener la tercera sesión de formación con los que se están preparando para la misión.

Debido a la amplitud del tema, se decidió que esta sesión se desarrollará en dos etapas. La primera fue la que se tuvo el día 3 y la segunda se tendrá el 15 de Diciembre.

El tema tratado, que indudablemente suscitó gran interés entre todos los participantes, fue referente a la fundación de la Iglesia.

Una de las cuestiones tratadas fue el clarificar una serie de equívocos con los que se ha sido formados y que justifican una organización de la iglesia piramidal y centralista, la cual es totalmente contraria a la Iglesia que, de acuerdo a los textos del Nuevo Testamento y a la historia de la Iglesia primitiva, fue la que Cristo tuvo la intención de fundar y que se vivió en los primeros siglos del cristianismo.

Al inicio de la sesión, el Padre Francisco guió la oración de apertura. Al final de la sesión, después de haber respondido a numerosas preguntas, el Padre Rigoberto hizo la oración de conclusión.

El sábado 5, nuestro obispo, Monseñor Eduardo, estuvo visitando la sede de la Arquidiócesis Ortodoxa Siriana del Patriarcado de Antioquía del oeste de los Estados Unidos, ubicada en Burbank, California.

La razón de la visita era encontrarse con Su Eminencia Mor Clemis Eugenio, quien ha sido delegado por Su Santidad Ignacio, el Patriarca de Antioquía, para sostener una serie de diálogos teológicos con nuestra Iglesia.

El diálgo se prolongó durante más de dos horas. Versó sobre cuestiones Cristológicas y Eclesiológicas. Después de inter-cambiar las líneas fundamentales de la Cristología y la Eclesiología que se profesa, se llegó a la conclusión de que, en líneas generales, compartimos la misma fe. Al final del encuentro, se fijó la fecha del próximo encuentro.

La Ortodoxia Oriental, que representa la más antigua y original que existe, explica que en Jesucristo, después de la Encarnación hay una sola persona Divina y que también hay una unidad en la naturaleza, generando en forma única y singular, la naturaleza del Verbo Encarnado, quien es plenamente Divino y plenamente Humano. A esta postura se le llama el "Myafisismo". La doctrina es totalmente contraria al monofisismo que consiste en la afirmación de que en la Encarnación la naturaleza divina absorvió la naturaleza humana. De hecho, la Ortodoxia Siriano-Antioquena, fue la primera que rechazó y condenó el monofismo del monje Eutiques.

Sobre la Eclesiología también se coincidió plenamente en la explicación del pasaje de Mt, 16, 18, en el sentido de afirmar que la Iglesia tiene como pieda angular a Jesucristo, pero además se fundamenta sobre la roca de la confesión del apóstol "Tú eres el Mesías el Hijo del Dios viviente."

Por la tarde, del día 5, Monseñor Eduardo asistió nuevamente a la cabina 3 de radio Nueva Vida de Nucá, Barillas, buicada en la 36th street de Los Angeles, en la residencia del hermano Lorenzo Francisco.

Se ha establecido que cada vez que el obispo visite Los Ángeles, se tendrán esos encuentros, orientados a establecer un diálogo de tipo doctrinal con los readioescuchas.

En esta ocasión, fueron varios los temas abordados. Se inició hablando de la necesidad de mantener constantemente el crecimiento de la fe, como resultado de que ésta es fruto de la acción sostenida y continuada del Espíritu Santo en la vida del creyente.

Entre los otros temas que se abordaron estuvieron:

- La cuestión de las imágenes en la perspectiva del Nuevo Testamento. El obispo explicó que el mismo Dios al principio fue quien creó al hombre a su imagen y semejanza. Luego Jesucristo es la imagen visible del Dios invisible. Finalmente en Cristo, a través de la dinámica sacramental de la iglesia, se continúa con la presencia y la acción de Dios, a través de una serie de símbolos sensibles.

- También se abordó la cuestión de la posibilidad de que se acerquen a la comunión sacramental, los que están unidos pero no han recibido el sacramento del matrimonio. El obispo explicó que, sin hacer ningún juicio acerca de la situación espiritual en que se encuentran tales personas ante Dios, es conveniente abstenerse de frecuentar la comunión, debido a que se trata de un sacramento eclesial y la pareja no es reconocida como una unidad eclesial, hasta que no se une por el sacramento del matrimonio.

Por la tarde del día sábado, el obispo presidió la celebración Eucarística con la comunidad parroquial de San Miguel Arcángel, en Los Ángeles.

Después de la Asamblea Parroquial que se celebró el mes pasado, son varias las innovaciones que se han hecho, para actuar algunas de las determinaciones que se hicieron.

Uno de los aspectos más positivos es la organización del ministerio infantil.

Durante la celebración, los niños que habían venido con sus padres, tuvieron asistencia pastoral, para ayudarles a ir creciendo en la fe.

Los hermanos responsables de este ministerio se han ingeniado, a pesar de las limitaciones de recursos que tienen, a hacer lo más que pueden.

Al final de la celebración, Monseñor oró por la diferentes necesidades de los hermanos que lo solicitaron, como se puede observar en la foto de la izquierda.

Al caer de la tarde, el obispo visitó la comunidad Pacto Divino, ubicada en la sexta calle, del centro de Los Ángeles.

La celebración comenzó con la administración del sacramento de la Reconciliación, para aquellos que, arrepentidos, habían hecho la confesion de sus pecados.

El Ministerio de Música de la Comunidad se ha empeñado con dedicación a ir mejorando su calidad de interpretación musical y el sentido espiritual de su participación.

Como resultado de este esfuerzo, han organizado varios conciertos e incluso hecho grabaciones.

Con la homilía que pronuncia nuestro obispo en cada una de sus visitas se publica un DVD, que sirve a los hermanos posteriormente, para ir creciendo en su formación y en su fe.

Habiéndose preparado adecuadamente, la casi totalidad de los hermanos que participaron, se acercaron a recibir la sagrada comunión.

Por la noche, Monseñor Eduardo llegó hasta la comunidad Voz de Restauración, ubicada en la tercera calle del centro de Los Angeles.

Los hermanos habían organizado una vigilia de oracion y esperaban ansiosos a que el obispo llegara a iluminarlos con el mensaje de la Palabra de Dios.

Después de un tiempo de preparación, la casi totalidad de hermanos se acercó a recibir el Sacramento de la Reconciliación y el perdón de los pecados.

Al final de la Anáfora, el obispo invitó a la asamblea a que, junto a los dones del pan y del vino consagrados y convertidos en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, cada uno se ofreciera como hostia viva al Padre. Este momento puede observarse en la foto de la derecha.

El domingo 6 por la mañana, se tuvo la formación del DETYM. La participación de los hermanos fue extraordinariamente alta.

Actualmente se están compartiendo con ellos dos cursos: El de los Escritos de San Juan y el de Historia de la Iglesia Antigua.

Sobre el Evangelio de Juan, se trató específicamente de los grandes temas del mismo. Los hermanos se mostraron muy contentos de poder ir profundizando en el sentido profundo de los textos bíblicos.

Sobre Historia de la Iglesia, la temática giró en torno al papel que jugó Pablo en la difusión del cristianismo primitivo y de cómo él imprimió el sello de su experiencia en el cristianismo de occidente.

En la próxima sesión será estudiado el rol que Pedro jugó en la Iglesia primitiva, dando la adecuada interpretación acerca de varios textos que, por intereses, han sido manipulados para darles una interpretación ajena a su sentido literiario y teológico y a la interpretación que se les dio en los primeros siglos de la iglesia.

Hacia el final de la formación, se habló durante largo tiempo acerca del los proyectos que se tienen como ministerio El Pescador y como Parroquia Católica Renovada de San Miguel Arcángel.

Durante la evaluación que se hizo de la forma en que se están implementando las resoluciones de la Asamblea Parroquial del mes pasado, se constató un avance en lo que se refiere al ministerio de los niños.

Tanto es que a algunos de los pequeños se les involucró en el servicio del altar al celebrar la Eucaristía, como puede observarse en la foto de la izquierda.

Durante la Homilía el obispo hizo énfasis en la vigilancia que se debe mantener para tener constantemente la presencia del Espíritu Santo en la vida.

En torno al Evangelio de las "diez muchachas que están invitadas al banquete de bodas", expresó que el aspecto fundamental de la vida cristiana lo constituye el dejar que el Señor entre en la vida de cada uno para transformarla y constituirse en la fuente y criterio de acción. Eso es lo que garantiza el mantenerse vigilante y estar listo para que el Señor nos haga partícipes de su vida y de sus bendiciones.

Como conclusión de la visita de Monseñor Eduardo a la Parroquia, se renovó el compromiso de trabajar en implementar todos los acuerdos a los que se llegó en la Asamblea Parroquial: las celebraciones de la Palabra y la distribución de la Comunión tendrán que ser algo habitual, mientras no tengan la celebración de la Eucaristía, para garantizar que se está recibiendo el alimento que permite un crecimiento sólido y acorde a la fe.

Además se llegó al acuerdo de que los encargado de dar la enseñanza planificarán coordinadamente su participación para asegurar que se dé realmente un crecimiento y no solamente se reflejen posturas personales y situaciones momentaneas, como de hecho, se reconoció que ha sucedido con frecuencia.

El martes 8 de Noviembre, nuestro obispo realizó su visita mensual a la comunidad de Chuitzanchaj.

Como de costumbre, los hermanos se encontraban presentes en gran número, siempre llenos de devoción y entrega al Señor.

Durante la celebración, acudieron primero al Sacramento de la Reconciliación, la mayoría de los participantes. Lo mismo hicieron posteriormente, en el momento de la Comunión Sacramental.

El mismo 8 por la tarde, el obispo llegó hasta la comunidad de Pajomel, en el Municipio de Santa Cruz la Laguna, Sololá.

La visita del obispo dio inicio con la administración del Sacramento de la Reconciliación a quienes sentían la necesidad de participar en el Sacramento.

A la izquierda: momento en que el obispo administra la Absolución a quienes habían confesado sus pecados.

Como resultado de la numerosa participación en la Reconciliación, fueron también muchísimos los hermanos que se acercaron a comulgar.

El 9 por la mañana, Monseñor Eduardo llegó hasta el centro de Jacaltenango, para estar presente en la celebración del decanato en esa región.

A la izquierda: el hermano representante de la comunidad de Tzisbaj, mientras hace la relación de la marcha de su comunidad.

Después de escuchar las diferentes relaciones y de responder a las preguntas que tenían los hermanos, el obispo se empeñó en invitar a los hermanos en involucrarse en un proceso de formación, para emprender durante el año próximo, un compromiso misionero más sólido y continuado.

Por la tarde del día 9, junto al Padre Santos Acosta, encargado pastoral de la zona, el obispo fue a Concepción Huista, a bendecir el nuevo oratorio de una de las comunidades Católicas Renovadas del centro de municipio.

A la izquierda: el hermano Juan, líder de la comunidad, mientras proclama la primera lectura.

El obispo felicitó a los hermanos por su dedicación y esfuerzo, que les ha llevado a culminar con la construcción del hermoso templo. Igualmente les animó a seguir adelante con el compromiso evangelizador, para cumplir con la misión que el Señor nos ha confiado.

Por la noche del 9, el obispo presidió la celebración de la Eucaristía en el templo central de Jacaltenango.

El obispo se quedó gratamente impresionado por el fuerte crecimiento que ha experimentado esta comunidad, así como por la creciente organización que se le nota.

Durante la homilía el obispo exhortó al pueblo de Dios a seguir comprometiéndose en la acción misionera y a tratar de hacerlo viviendo plenamente su vocación de cristianos católicos y renovados, para que su vida se convierta en la mejor forma de testimonio del Evangelio.

El día 10, por la mañana, el obispo llegó hasta la comunidad de Chankejelbé, en el Municipio de Nentón, para tener allí la celebración del Decanato del nor-occidente de Huehuetenango.

Estaban presentes delegados de la mayoría de las comunidades. Todos se manifestaron dispuestos a renovar su compromiso misionero y a profundizar en la organización de las comunidades y en la formación de quienes ejercen los diferentes ministerios.

Terminada la reunión del decanato, el obispo celebró la Eucaristía con los miembros de la comunidad local.

En la celebración se contó con la presencia de los seminaristas Ambrosio y José Luis, quienes estaban haciendo la pastoral de fin de año, precisamente en el área de Nentón.

El 11 por la mañana, el obispo comenzó su actividad pastoral en la comunidad de Yalanhuitz, en la parte norte del Municipio de San Mateo Ixtatán, Huehuetenango.

Esta comunidad, que sorprendió al obispo por el gran crecimiento que ha tenido desde la última visita que el obispo le realizara, le recibió con gran alegría y organización.

Con ocasión de la visita del obispo, un numeroso grupo de hermanos había sido preparado para recibir el sacramento de la Confirmación.

Terminado el rito litúrgico de la confirmación, celebrado por el obispo, los padres y padrinos de los confirmados oraron sobre ellos, pidiendo al Señor que les conceda fidelidad en el cumplimiento de la misión que reciben al ser confirmados.

A la izquierda: los padrinos oran por los recién confirmados.

En la última visita que el obispo había hecho unos meses antes a la comunidad de Pojom, en el norte del muncipio de San Mateo Ictatán, el obispo había bendecido el nuevo templo que los hermanos estaban en proceso de terminar, aunque la liturgia se celebró aún en el mnúsculo templo con que contaban entonces.

Durante la visita que realizó a la comunidad el obispo el 11 por la tarde, tuvo la alegría de celebrar la liturgia en el nuevo templo, caracterizado por su amplitud.

Con ocasión de la visita del obispo, un grupo numeroso de jóvenes y señoritas había sido preparado para recibir el sacramento de la Confirmación.

A la derecha el obispo habla a los que recibirían el sacramento, instruyéndoles acerca del don que recibirían y de los compromisos que adquirirían.

Todos los jóvenes, al final de la instrucción, manifestaron su disponibilidad a aceptar tanto el don como el compromiso que conlleva.

Durante la celebración eucarística, también se pidió al obispo que instituyera a dos hermanos para que ejerzan el minsiterio de Catequistas. Después de haberlos interrogado e instruido acerca de su ministerio y contanto con la aprobación de la comunidad, el obispo accedió a su institución.

El 12 por la mañana, se realizó el decanato del norte de Huehuetenango, en Santa Cruz Barillas.

Como de costumbre, los hermanos que asistieron fueron muy numerosos.

Dado que en la sede parroquia se preparaba la celebración del aniversario de la Radio Carisma, la reunión se tuvo en un local alquilado, el cual estaba completamente abarrotado.

El obispo, después de escuchar acerca de la marcha de las comunidades y de responder a diferentes inquietudes, procedió a dar la formación orientada a capacitar a todos a emprender el año entrante una fuerte acción misionera.

Después del medio día, con varios miles de fieles participando en la Eucaristía, se inició la celebración de la Eucaristía, en la sede central de la parroquia.

Durante la celebración fueron instituidos nuevos ministros de la comunión, otros hicieron la renovación de sus compromisos y la nueva directiva de Radio Carisma fue juramentada y bendecida.

Concelebraron con el obispo los padres Hugo Patzán y José Armando Hernández, quienes trabajan pastoralmente en esa área.

A la izquierda: después de la oración de institución de los nuevos ministros, se ora sobre ellos.

Por la tarde el obispo visitó por primera vez la comunidad de San Agustín, en la parroquia de Santa Cruz Barillas, para conferir el sacramento de la confirmación a un grupo de jóvenes.

Los jóvenes y señoritas habían sido preparados cuidadosamente. El obispo les instruyó acerca de sus compromisos y ellos asumieron ante la comunidad cumplirlos con fidelidad.

A la derecha: comunión de los confirmados.

Por la noche del día 12, Monseñor Eduardo llegó nuevamente a la comunidad de Ajanchiblac, para celebrar la iniciación cristiana de algunos niños y conferir la confirmación a numerosos hermanos.

A la derecha: el obispo confiere la confirmación a quienes habían sido preparados, presentados y debidamente instruidos acerca de su misión y compromisos.

El domingo trece de noviembre, Monseñor Eduardo comenzó la visita pastoral de la Parroquia de San José en Quixabaj, Santa Eulalia.

Hasta allí habían llegado representantes de las comunidades de Pananchilaj, Joloncú, Nuevo Amanecer, Oriente y Yaxcacau, además de los feligreses de Quixabaj.

Los miembros del Consejo Pastoral tuvieron a su cargo la lectura de las lecturas durante la Eucaristía y coordinaron la organización de la Liturgia.

Por la tarde el obispo presidió la celebración en Choazunil, a donde además de los feligreses de la comunidad, habían llegado representantes de otras tres comunidades vecinas, que hacen parte de la Parroquia de San José y que se encuentran en el área.

Durante la homilía el obispo les recordó, a la luz de las lecturas de la liturgia del día, cuáles eran los signos que debían caracterizar la vida de un auténtico católico renovado.

Durante la celebración de la Eucaristía dos parejas de jóvenes contrajeron matrimonio.

El lunes 14 de Noviembre, se celebró el decanato del centro de Huehuetenango en la Iglesia de San Miguelito, de la cabecera municipal de Santa Eulalia. Había representantes de las cuatro parroquias que forman este decanato: Santa Eulalia, San José, Santos Arcángeles y Nuestra Señor de Guadalupe.

Los hermanos expusieron cómo marchan las diferentes comunidades y presentaron cuáles son los principales logros y las dificultades que se han encontrado en los últimos meses.

Por la tarde del día 14, el obispo celebró en el centro del municipio de San Rafael la Independencia, en la comunidad de Jolomcú.

Esta comunidad que, casi desde su creación se convirtió en el centro de la Parroquia de los Santos Arcángeles, está actualmente planeando construir una iglesia parroquial de dimensiones regulares, dado el fuerte crecimiento que ha experimentado.

El 14 por la tarde, con la participación de muchísimos hermanos, el obispo presidió la Eucaristía de institución de dos ministros de la comunióm, en el centro de San Miguel Acatán.

Durante la homilía el obispo recordó cuidadosamente cuáles son los compromisos de un ministro de la comunión y pidió que el pueblo de Dios presente expresara libremente que rarificaba la elección de los candidatos que deberían ser instituidos ministros de la comunión.

Los hermanos instituidos fueron Gabino y Marcos. En la foto de la izquierda, junto al hermano Eduardo, presentan los dones de la comunidad para la celebración del sacrificio.

El martes 15 por la mañana el obispo llegó hasta una comunidad del Municipio de Tacaná, para entrevistarse con líderes de varias comunidades que están decididos a hacer alianza e ingresar a la iglesia.

La reunión se polongó durante varias horas y sirvió para que los hermanos plantearan cuestiones que les clarificaran dudas que tenían.

El obispo con paciencia les fue explicando cuáles eran las características de las primeras comunidades cristianas y cómo la misión de nuestra Iglesia era, precisamente, hacer que la vida, manera de organización y método de trabajo de los primeros siglos, pudiera hacerse experiencia histórica en nuestros tiempos.

Al final de la reunión líderes de varias comunidades expresaron su decisión de ingresar a la Iglesia y el obispo encomendó al Padre Pedro Martínez, Párroco de Cuilco, que fuera quien siguiera adelante con los diálogos y el servicio pastoral a la comunidades que habían optado por entrar en alianza con nosotros.

El día 15 por la tarde, Monseñor Eduardo celebró la Eucaristía con la comunidad de Saravia, parte de la parroquia de Cuilco, Huehuetenango.

Durante la homilía, el obispo animó a los hermanos a renovar su compromiso misionero y a preservar íntegra su identidad católica renovada, rechazando la tentación de dejarse influenciar por tendencias que no permiten expresar en su totalidad la fe la vida de la Iglesia.

El 16 por la mañana el obispo tuvo encuentro con los líderes de la parroquia de Cuilco y representantes de las comunidades del área de Tacaná y de Amatenango en México.

Después de evaluar las expectativas y necesidades de la comunidad, se determinó que se fundaría, a partir de entonces, el decanato del sur-occidente de Huehuetenango.

El Padre Pedro, párroco del área, dio la bienvenida al obispo. Luego los hermanos de las comunidades presentaron la situación en que las mismas se encuentran. Finalmente el obispo respondió a las diferentes cuestiones y presentó un proyecto de formación misionera.

Los hermanos, unánimemente aprobaron las dos propuestas fundamentales que hiciera el obispo: la de la creación del nuevo decanato y la de asumir un compromiso misionero sostenido.

A la derecha: momento de aprobación de una de las propuestas hechas por el obispo.

Por la tarde del día 16, Monseñor Eduardo presidió la celebración de la Eucaristía en la sede central de la parroquia de Cuilco.

En esa ocasión un buen número de hermanos recibieron el sacramento de la confirmación. También se instituyó a varios hermanos para el ministerio de la comunión.

A la derecha: el padre Pedro Martínez, párroco, nuestro obispo y varios de los hermanos ministros de la comunión.

A la izquierda: el obispo instruye a los hermanos que recibirían la confirmación a cerca de los compromisos que se adquieren con Dios y con la Iglesia, al recibir el don sacramental. Todos aceptaron asumir íntegramente sus compromisos misioneros y testimoniales.

El 17 por la mañana, el obispo visitó la comunidad central de Santiago Chimaltenango en Huehuetenango. En esa ocasión, los obispos querían que se hiciera la bendición del templo que, con muchísimos esfuerzos han logrado construir.

Como parte de la visita del obispo, también se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana y los hijos de varios miembros de la comunidad.

El jueves 17 por la tarde, nuestro obispo llegó hasta la comunidad de Chamul, Concepción Tutuapa, San Marcos.

Los hermanos le habían pedido que les visitara para celebrar la Eucaristía y renovar su fe.

Aunque la mayor parte de hermanos de la comunidad se encontraban fuera del área, por haber ido temporalmente a trabajar a áreas en donde se cosecha café, los hermanos que estaban participaron con especialísima devoción y entrega.

Aprovechando la visita del obispo, fue administrado el sacramento de la confirmación a algunos hermanos que habían sido cuidadosamente preparados.

El viernes 18, se reunió la Asamblea de Delegados del sur de Huehuetenango (decanato), en el centro de formación de Huehuetenango.

A pesar de que cada vez hay menos lugares convocados para asistir a esta Asamblea, pues actualmente se realizan decanatos en casi todas partes, fue muy grande el número de hermanos que llegaron a la reunión.

Aparte de los hermanos, también estuvieron presentes los padres Marco Tulio Calderón, Pedro Martínez y Yaider Jiménez (quien en la foto de la derecha hace la presentación de la situación pastoral del área que atiende)

El sábado 19, la santa iglesia catedral estaba vestiga de gala especial: era la administración del sacramento de la confirmación a unos 150 jóvenes, miembros de la parroquia catedralicia.

Era notoria la cuidadosa preparación catequética que habían recibido los candidatos, así como la preparación esmerada de todos los detalles litúrgicos de la ceremonia.

Una de las características que tuvo la preparación catequética de los jóvenes es que, para asegurar que prosiguieran con su compromiso misionero, se formó un grupo juvenil con todos los que fueron confirmados.

Junto al obispo estaban el Padre Rigoberto Upún, Vicario General de Icergua y co-párroco junto al Padre Francisco Simón de la Catedral. Dado que el Padre Francisco estaba de viaje, los sustituía el recién ordenado Padre Orlando López.

La ceremonia de confirmación fue culminada cuando cada uno de los que habían recibido el sacramento, se acercaron también a recibir la comunión sacramental.

La iglesia estaba abarrotada con los confirmandos, sus padres y padrinos y buen número del Pueblo de Dios.

Al final de la celebración, el obispo se entretuvo durante largo tiempo saludando a los participantes en la ceremonia.

Finalmente, posaron delante de la fachada de la Catedral: El Padre Rigoberto Upún, el obispo, el Padre Orlando López, el seminarista José Alfredo Hernández y una hermana que con toda humildad se había acercado al obispo para que le diera la bendición, con la actitud de la pobre viuda del Evangelio.

El domngo 20 de Noviembre, Monseñor Eduardo comenzó su ministerio pastoral en la Comunidad de Los Guates, San Juan Sacatepéquez, Guatemala.

La razón de la visita era la administración del sacramento de la confirmación a un buen número de jóvenes y señoritas que, durante largo tiempo, habían sido preparados para tal efecto.

Muchísimo hermanos de la comunidad acuedieron con devoción a la celebración, habiendo asumido, como pueblo de dios, el compromiso de renovar su entrega al Señor, junto a quienes fueron confirmados.

Terminada la celebración de la Eucaristía en Los Guates, el obispo tuvo una pequeña reunión con los líderes de las cuatro comunidades de San Juan Sacatepéquez. Los Guates, Las Palmas, Los Pririres y Los Caneles.

La razón de la reunión era evaluar el proceso pastoral que se había seguido a lo largo del año.

Como consecuencia de la reunión se estableció que era de urgencia que se constituyera el Decanato del Centro del país, para reunir en forma periódica a los líderes de las comunidades de los departamentos de Guatemala y Sacatepéquez.

Se estableció que las reuniones serían trimestrales y que la primera reunión se celebraría el domingo 18 de marzo del año 2012.

El lunes 21, el obispo estuvo hasta el norte del Quiché para visitar las parroquias de Ixcán, y realizar el decanato de esa zona.

La reunión, a la que asistieron representantes de la mayor parte de comunidades, inició con la exposición que hicieron los diferentes delegados. Se constató que aún cuando todo marcha bien, no se ha dado un trabajo suficientemente dinámico en el proceso misionero, por lo que todos asumieron el compromiso de emprender iniciativas que ayuden a que se cumpla más fielmente el encargo misionero que hemos recibido.

Por la tardel del día 21, el obispo visitó por primera vez la comunidad de Cuarto Pueblo, para celebrar la Eucaristía con una de las dos comunidades católicas renovadas que se encuentran en esa aldea del nor-occidente de Ixcán, muy cerca de la frontera con México.

Durante la celebración un grupo de jóvenes recibió el sacramento de la confirmación.

Por la noche Monseñor Eduardo realizó la primera visita a la comunidad católica renovada de Primavera de Ixcán, ubicada en la parte sur-oriental del municipio de Ixcán.

Esta comunidad inició hace varios años como una CPR (Comunidad de Población en Resistencia) y durante el tiempo del conflicto armado, durante 14 años vivieron en la montaña, sin tener un lugar fijo de residencia, para huir de la persecución. Terminado el conflicto armado, les fue entregado el territorio en el que actualmente se han asentado y que tienen organizado con partes de tierra comunitarias, para satisfacer las necesidades comunes y partes de tierra propias, que cada quien cultiva de acuerdo a sus propios criterios e iniciativas.

La comunidad es bastante grande. Con ocasión de la visita del obispo se había preparado la celebración de la iniciación cristiana para varios hermanos, la administración de la confirmación y un gran número de matrimonios.

Quienes fueron iniciados a la vida cristiana, recibieron la administración de los tres sacramentos de la Iniciación. Toda la comunidad participó con gran alegría y seriedad.

Quienes fueron confirmados, entre los que se contaban numerosos hermanos que luego recibirían el sacramento del matrimonio, reafirmaron su compromiso de vivir íntegramente como vivieron los primeros cristianos.

Los que contrajeron matrimonio expresaron públicamente su compromiso de asumir todo lo que es inherente a la recepción de tal sacramento. A la izquierda: momento en el que públicamente asumen uno de los compromisos propios del matrimonio.

El martes 22 por la mañana, el obispo presidió la celebración del Decanato de Petén en San Fernando, Sayajché, Petén. A este decanato asisten representantes de la parroquia de San Fernando, de la zona de La Libertad, de San Benito, San Luis y de las Parroquias de Chisec y Raxruha-Fray Bartolomé de las Casas de Alta Verapaz.

Los hermanos fueron exponiendo cuál es la situación de sus comunidades.

El obispo respondió a las preguntas que se hicieron y además dio la formación necesaria para animar a que las comunidades se comprometan en el trabajo misionero.

El 22 por la tarde, el obispo celebró la Eucaristía en la sede central de la Parroquia de Chisec.

Con ocasión de la visita del obispo, fueron instituidos ministros de la comunión para servicio de varias de las comunidades que integran la parroquia.

Los hermanos, después de ser instruidos sobre sus responsabilidades y de aceptar los compromisos inherentes, fueron aprobados por el pueblo de Dios y luego instituidos por Monseñor Eduardo.

Por la noche, nuestro obispo realizó la primera visita a la Comunidad Esmeraldas, en el Municipio de Cobán, Alta Verapaz. La comunidad se integrará como parte de Cristo Resucitado de Balbatzul.

En el poco tiempo de existencia que tiene la comunidad, ha logrado reunir a muchísimas familias de la comunidad y sus miembros se notan bien organizados y llenos de alegría.

El obispo pudo constatar que los líderes son bien conscientes de lo que implica entrar a formar parte de la Iglesia Católica Renovada y que están dispuestos a trabajar para que la iglesia cumpla fielmente su misión.

El miércoles 23 por la mañana, se realizó el Decanato de Alta Verapaz en el centro misionero ubicado en Tomtem. Asistieron muchísimos hermanos provenientes de las parroquias de Balbatzul, Cobán, Lanquín, Carchá y de las otras comunidades de Cobán y San Juan Chamelco y de Cubulco, Baja Verapaz.

Junto a Monseñor Eduardo participaron los Padre José Ángel Núñez y Fredy González, quienes trabajan pastoralmente en el área.

El Decanato comenzó con la presentación que hicieron los hermanos de la situación que se vive en las comunidades.

Luego el obispo explicó las líneas fundamentales del trabajo misionero que la iglesia espera seguir durante el año 2012 y todos los hermanos estuvieron de acuerdo en comprometerse a trabajar en esa dirección.

El mismo miércoles 23 por la tarde, Monseñor Eduardo presidió la celebración de la Eucaristía con los hermanos de la comunidad de San José, Cobán.

El obispo animó a los hermanos a seguir trabajando con el mismo entusiasmo con que lo han hecho hasta el momento: durante el presente año lograron comprar el terreno para construir la iglesia, construyeron la iglesia y se han visto bendecidos con la incorporación de numerosas familias.

El 26 y 27 de Noviembre, Monseñor Eduardo realizó la visita pastoral al Oasis San Patricio, sede de KORKID (IGLESIA CATÓLICA ECUMÉNICA RENOVADA EN ALEMANIA -KATHOLISCHE OEKUMENISCHE RENOVIERTE KIRCHE IN DEUTSCHLAND), la cual tiene como Vicario General al Padre Ottmar María Mickmann OSB

Durante la visita el obispo concelebró la Eucaristía con el Padre Ottmar. El Padre Ottmar lleva una vida fundamentalmente eremítica y su apostolado fundamental consiste en la Dirección Espiritual que da a muchísimas personas que acuden a él en busca de orientación y apoyo espiritual.

Entre el 28 y el 30 de Diciembre Monseñor Eduardo realizó una peregrinación a dos centros religiosos que han jugado un papel importante en su proceso de crecimiento espiritual y de descubrir las raíces y los alcances de la Iglesia Católica como nació el día de Pentecostés y como los Apóstoles y los Padres de la Iglesia la impulsaron.

La primera etapa la constituyó la peregrinación a la tumba del apóstol Pedro, ubicada en la Basílica Vaticana de Roma.

El obispo se recogió durante largo tiempo en oración, pidiendo la intercesión del apóstol Pedro, para que la misión que realizamos y la forma de iglesia que nos sentimos llamados a impulsar, coincida exactamente con aquella que él y los demás apóstoles extendieron, sobre el fundamento de la Roca de Cristo y de la confesión de fe de que Cristo es el Mesís el Hijo del Dios vivo.

La segunda etapa de la visita la constituyó la peregrinación a Montmartre. Sobre el cerro de Montmartre se ha edificado una basílica grandiosa, caracterizada porque durante los últimos 125 años ha tenido adoración ininterrumpida del Santísimo Sacramento,

Sin embargo el origen y profundo significado de este sitio es que, como su nombre lo indica "Mont Martre", es una variación que traducida al castellano significaría "Monte de los Mártires". En el pie del cerro, según la tradición habría sido martirizado San Dionisio, evangelizador y fundador de la Iglesia de París y Francia y sus compañeros y éste ya decapitado habría caminado con su cabeza hasta la cima del cerro, para indicar un lugar desde donde debería irradiarse el Evangelio para todos los lugares.

Dentro de su visita, el obispo tuvo la oportunidad no solo de visitar la majestuosa basílica sino también las catacumbas en donde habría sido martirizado San Dionisio.

En ambos lugares el obispo dedicó amplio tiempo a la oración, igualmente pidiendo al Señor que nos dé la capacidad de trabajar con la misma sabiduría, entreza y radicalidad con la que lo hicieron los primeros cristianos.