El jueves por la tarde, Monseñor Eduardo llegó hasta la comunidad de Chuitzanchaj, en donde los hijos de dos familias, miembros de la comunidad, fueron iniciados en la vida cristiana.

La iniciación comenzó con la administración del bautismo.

Inmediatamente después, se hizó la invocación del Espíritu Santo y luego la crismación de los niños, pidiendo que sean incorporados como miembros de Cristo sacerdote, profeta y rey.

La iniciación culminó con la administración de la Sagrada comunión a cada uno de los iniciados, así como a sus padres, padrinos y a todos el pueblo de Dios que había participado en la Eucaristía.

También fue instituido como ministro de la Comunión el Hermano Joaquín. Él es también secretario y coordinador de la formación catequética de la comunidad.

El jueves, al caer de la tarde. Monseñor Eduardo llegó hasta la comunidad de Pajomel, para administrar la Reconciliación a los hermanos que los necesitaban y para celebrar la Eucaristía.

Durante la homilía, el obispo hizo énfasis que como Luz de Cristo, que estamos llamados a ser, debemos dar testimonio del Evangelio en todas partes, para poder recibir las bendiciones del Señor.

Los hermanos al recibir la comunión, también asumieron el compromiso de trabajar como misioneros, para llevar el mensaje de Cristo a todas partes.

El jueves por la noche, el obspo llegó a la comunidad de Xolbé, en el municipio de Sololá.

La visita del obispo comenzó con la administración del Saacramento de la Reconciliación.

Durante la homilía el obispo habló, a la luz de las lecturas del día, que teniendo ya acceso directo a Dios, por la acción del Espíritu Santo, nos hemos convertido en luz del mundo. Esto, además de ser un privilegio, es un auténtico compromiso, pues requiere que se lleve el mensaje del Evangelio a todas las personas.

Al final de la celebración, el obispo dialogó con los dirigentes de la comunidad. Ellos le explicaron que algunos hermanos se han quedado al margen últimamente, ante algunas fallas de otros servidores. El obispo les exhortó a intensificar la oración y el ayuno, para que los que tienen imperfecciones las puedan superar y los que se han alejado, revestidos de entrañas de misericordia, puedan volver a la participación activa de la Iglesia.

El viernes primero, Monseñor Eduardo llegó hasta la comunidad parroquial de Cuilco, para tener el decanato con los representantes de las comunidades del sur-occidente de Huehuetenango.

Cada uno de los representantes de las comunidades tuvo el tiempo necesario para hacer un balance de la vida de sus comunidades, el cual fel bastante positivo.

Al final, el Padre Pedro Martínez, Párroco de la Parroquia de la Inspiración del Espíritu Santo, hizo un balance de la situación general y explicó que se está trabajando con generosidad y que se está creciendo, aunque también señaló algunos retos y dificultades que se afrontan.

Al final el obispo además de la formación general que preparó, sobre la fundación de las Iglesias Apostólicas, señaló la importancia de que se tome conciencia y se organice una pastoral seria con los que durante esta época del año emigran para las tierras cálidas, en busca de recursos económicos, que les aseguren sus subsistencia durante el resto del año.

El viernes primero por la tarde, Monseñor Eduardo presidió la celebración de la Eucaristía en la Parroquia de Cuilco, dentro de la cual se instituyó un ministro de la comunión y se administró la confirmación aun grupo de jóvenes.

Concelebró con el obispo, el Padre Pedro Martínez, Párroco local.

Antes de administrar la confirmación, el obispo recordó la gracia inestimable que confiere el sacramento, pero también el profundo compromiso que se adquiere, pues implica trabajar con el mismo dinamismo con el que lo hicieron los apóstoles.

El ministro de la comunión que fue instituido, trabajará en una comunidad de San Juan Ixcoy, la cual eclesialmente hace parte de la Capellanía de San Nicolás, en Chiantla y está también bajo el cuidado pastoral del Padre Pedro.

Al final, tanto los confirmados como el ministro y los líderes de la comunidad en que éste servirá, posaron junto al obispo y el Padre Pedro.

El sábado 2 por la mañana, se celebró la Asamble-Decanato en el centro de formación de Huehuetenango, habiendo contado con la asistencia de unos 150 delegados.

Los representantes de las parroquias, centros pastorales y capellanías que se encuentran en el sur y sur-oriente de Huehuetenango, pasaron a exponer la situación que se está viviendo.

En general señalaron que, aunque ha habido algunos intentos de desestabilización de parte de otras confesiones, lo que se ha logrado es la consolidación de las comunidades, así como sus sostenido crecimiento.

Al final de la exposición de los hermanos, presentareon el balance de su labor, tanto el Misionero Noé, que está dedicado a la misión a tiempo completo, como los Padres Marco Tulio, Yaider y Pedro que trabajan en el área cubiera por este Decanato-Asamblea.

Los Padre señalaron algunas dificultades pastorales que se han presentado, reafirmando su compromiso por impulsar un trabajo que respete y promueve la fe en su integridad.

Al final el obispo respondió a las diferentes inquietudes que se habían planteado, tanto de parte de los hermanos como de los presbíteros y dio, durante más de una hora, la formación que había preparado.

También se hizo el calendario de las visitas que el obispo hará durante los meses de marzo-mayo a algunas de las comunidades que él atiende pastoralmente, por no tener aún en presbítero responsable directamente.

El sábado dos por la tarde. Monseñor Eduardo visitó la comunidad de El Rodeo, Malacatancito, para celebrar la iniciación cristiana de cuatro hermanos y el matrimonio de tres parejas.

E los que recibieron el bautismo estaban dos adultos que contrajeron matrimonio y dos niños, hijos de las otras dos parejas que también contrajeron matrimonio.

Después del bautismo, el obispo administró la crismación a los cuatro hermanos. Los adultos asumieron el firme compromiso de trabajar paraivir y dar testimonio del Evangelio.

Las parejas que contrajeron matrimonio, vivían unidas desde varios años e incluso hacían parte de la comunidad desde hace algún tiempo. A partir de entonces comenzó su preparación catequética y espiritual, la cual culminó con las ceremonias del día dos, festividad de la Presentación del Señor al Templo.

El sábado dos por la noche, el obispo presidió la celebración de la Eucaristía con el personal del Centro de Formación de Huehuetenango, para pedir la salud y la bendición de varios enfermos, así como para implorar del Señor que las actividades del Departamento de Teología y Ministerios, se desarrollen bajo la guía y la luz del Señor.

Durante la homilía, el obispo recordó a los presentes que, para poder recibir las bendiciones del Señor, es necesario que cada quien, en un ambiente de fe y disponibilidad, esté dispuesto a cumplir la voluntad de Dios.

Los hermanos que, previamente habían acudido al sacramento de la Reconciliación, también participaron con devoción en la comunión.

El domingo tres por la mañana, el obispo llegó hasta la comunidad de Quiajolá, para tener una jornada de formación con los representantes de las comunidades del Centro Pastoral de San Sebastián Huahuetenango.

La jornada comenzó con la exposición de la situación en que se encuentra cada una de las comunidades. En general, aunque no se señalaron problemas serios, sí se expresó que actualmente, debido a la fuerte emigración hacia las zonas de la costa, la actividad de las comunidades queda reducida fuertemente.

Entre los temas que el obispo abordó, estuvo la cuestión de los símbolos. Se señaló que algunos hermanos, por tener una comprensión equivocada de los mismos son propensos a rechazar algunos símbolos, como el uso de las velas y del incienso.

El obispo explicó cuáles son los fundamentos tanto bíblicos como en la tradición apostólica para el uso de tales elementos. Sin embargo señaló que, qunque se debe instruir pacientemente para que los hermanos comprendan su sentido y los acepten, no se debe rechazar a ninguno que no esté abierto al uso de estos símbolos, siempre y cuendo profese íntegramente la fe católica apostólica y la vida sacramental en su totalidad.

El domingo 3 por la tarde, Monseñor Eduardo presidió la Eucaristía para los Delegados de las Comunidades del Centro Pastoral de San Sebastián Huehuetenango.

Durante la homilía el obispo hizo énfasis en que estamos llamados a experimentar y a impulsar que cada uno de los miembros de las comunidades ha sido elegido personalmente por el Señor. En esto se encuentra una de las bases fundamentales de la Iglesia, pues constituye uno de los aspectos ejes del mismo Evangelio. A partir de esta experiencia, se debe impulsar a que los hermanos, reconociendo los dones que Dios les da, trabajen intensamente en bien de la Iglesia, sin temer los condicionamientos o críticas que puedan sufrir.

Al final de la celebración, todos los hermanos se acercaron para participar en la Sagrada Comunión y regresar a sus casas como testigos de la presencia viva de Cristo en medio de su Iglesia.

Desde hace unas dos semanas ha llegado hasta nosotros el Padre Julio Tomás, para iniciar el proceso de incorporación a la Iglesia.

Desde hacía varios meses, el Padre había iniciado un proceso de discernimiento espiritual y de diálogos, que le llevaron a concluir que el Señor le estaba llamando para volver a la vida ministerial.

Dentro del proceso de incorporación, el Padre Julio ha fijado su residencia en el Seminario de San Lucas, en donde participa de la vida espiritual y académica en forma íntegra.

Además ha comenzado a tener experiencias pastorales, que le permitan conocer la especificidad de la identidad litúrgica y pastoral de nuestra Iglesia.

El lunes cuatro de Febrero, nuestro obispo llegó hasta la Parroquia de San Miguel, Tzanixnam, Totonicapán, para celebrar en ese día, la Presentación del Señor al Templo.

Con ocasión de la visita del obispo, además de la Eucaristía, se celebró la iniciación cristiana de seis niños, hijos de miembros de la comunidad.

También Oscar y Tomasa, que siendo originarios de Chichiscastenango, se trasladaron a vivir a la parroquia, después de varios años de vivir únicamente en una unión de hecho, abrieron su hogar, para que el Señor les bendijera, a través del sacramento del matrimonio.

Siguiendo una larga tradición, los hermanos de la parroquia presentaron en ese día las semillas que sembrarán en el presente año, para que fueran bendecidas. Además ofrendaron diez quintales de maíz para el seminario.

Al final, el obispo posó junto al Padre Julio que, desde el seminario atenderá la parroquia cada quince días y con el Reverendo Paulino, quien está haciendo su Ejercicio Pastoral Supervisado en la Parroquia y es el responsable de la animación misionera y catequética.

El cuatro por la tarde, Monseñor llegó hasta la comunidad de Tzununá, a la orilla del Lago de Atitlán.

La Eucaristía estaba dedicada específicamente a dar gracias al Señor por los beneficios recibidos en el año precedente, especialmente por la cosechas.

Al final de la misa, el obispo también hizo la bendición de las semillas que serán sembrada en el presente y oró al Señor, pidiendo buen tiempo y buenas cosechas.

El jueves siete, desde la mañana y hasta las dos de la tarde, se llevó a cabo el Decanato del área de Baja Verapaz y del sur de Alta Verapaz. La asistencia de los hermanos fue muy numerosa, lo cual es fruto del notable crecimiento que está teniendo la Iglesia en esas áreas.

Los hermanos hicieron una relación de las nuevas comunidades que han hecho la alianza en los últimos dos meses y medio: se trata de unas 10, especialmente en el área de San Pedro Carchá, San Juan Chamelco y Cobán.

Entre todos se mostraba gran alegría por los resultados tan positivos que está dando la evangelización.

Los padres que trabajan en la zona, José Ángel Núñez y Fredy González, también hicieron una relación detallada de los avances que se han conseguido.

Al terminar las exposiciones, el obispo hizo comentarios acerca de los presentado y luego di la formación que tenía preparada.

El día siete por la tarde, el obispo llegó a la comunidad de Santo Tomás Purahú.

La ocasión de la visita era conocer el nuevo templo que los hermanos han construido.

El templo es amplio y espacioso y los hermanos, en gran número, participaron en la celebración de la Eucaristía.

El obispo les felicitó por los logros materiales que han alcanzado, pero sobre tod por su fortalecimiento en la fe y por el crecimiento sostenido que han tenido, adhiriéndose a la comunidad siempre un número creciente de miembros.

El siete por la noche, el obispo llegó hasta la comunidad de Rojcá Pasacuc.

Esta comunidad, ubicada en el extremo occidental del Municipio de Cobán, Alta Verapaz, colinda con el Ixcán. Exactamente, está a la orilla del río Chixoy y muy próximo a la comunidad se encuentran Comunidades católicas renovadas de Ixcán, Quiché, como Primavera.

Recientemente esta comunidad fue elegida para ser constituida en Centro Pastoral, junto a otras cuatro comunidades del área lo que, con la ayuda de Dios, permitirá que en el futuro se pueda crear una parroquia en esa zona.

Con ocasión de la visita del obispo, dieciocho niños fueron iniciados en la vida cristiana, habiéndoseles administrado los sacramentos del bautismo, la crismación y la comunión.

Los hermanos también prepararon el matrimonio de dos parejas que durante muchos años habían estado solamente unidas.

El obispo se alegró profundamente de los avances espirituales y materiales que ha tenido el Centro y animó tanto a los miembros de la comunidad como a los delegados que habían venido de comunidades vecinas a que sigan trabajando con entusiasmo, hasta lograr la creación de la parroquia.

El viernes ocho por la mañana, se celebró en la comunidad-sede parroquial de Pueblo Nuevo, Ixcán el Quiché, el decanato de esa área.

Entre las noticias positivas que se dieron estuvo el que en los últimos meses tres nuevas comunidades hicieron alianza.

Además la comunidad de Kaibil-Balam, que hizo alianza apenas a mediados del año pasado, informó que cuenta con treinta y cinco familias, lo que significa al rededor de 300 miembros.

El Padre Fredy González, en su informe recordó que en el área que atiende pastoralemente, inició hace cuatro años con únicamente treinta y cienco comunidades. Actualmente las comunidades en alianza que él atiendo son ochenta y dos y todas las que existían han aumentado sensiblemente en el número de miembros.

Al final el obispo importió la formación que tenía preparada, la cual fue de gran agrado para todos los participantes.

El viernes ocho por la tarde, Monseñor Eduardo visitó una de las comunidades católicas renovadas de Cuarto Pueblo, Ixcán.

En Cuarto Pueblo existen dos comunidades. Ambas han tenido un fuerte crecimiento en el último tiempo.

Durante la homilía el obispo les animó a seguir adelante en el compromiso evangelizador, insistiendo en que la dimensión misionera y el crecimiento son signos claros de que se está viviendo en fidelidad al Evangelio y que se está cumpliendo la misión que el Señor nos confió.

Al final los hermanos renovaron su compromiso de mantenerse en constante actitud de conversión, para dejar que el Señor siga constantemente renovar sus vidas.

El ocho, al caer del día, Monseñor Eduardo llegó hasta la comunidad de Zunil, ubicada en el límite con la Municipio de Barillas, Huehuetenango.

La razón principal de la invitación para que el obispo llegara, fue administrar la confirmación y el envío misionero a un buen grupo de jóvenes de la comunidad.

Durante la ceremonia, el obispo insistió en que la Confirmación significa recibir el don que recibieron los Apóstoles el día de Pentecostés, pero también asumir el compromiso de vida y de misión que ellos asumieron.

Conscientes de esta realidad, los jóvenes asumieron el compromiso de cumplir la misión y, como símbolo de unirse a Cristo, luz del mundo y de ser ellos mismos luz, encendieron unas velas, para simbolizar el envío misionero.

El sábado 9 por la mañana, en Yalpemech, Raxruhá, se celebró el Decanato de Petén y el norte de Alta Verapaz.

Hubo un buen número de delegados de las diferentes comunidades.

Los hermanos, con gran alegría manifestaron el crecimiento que se ha dado en varias áreas: en Sayajché, Petén, se están organizando dos comunidades, y en San Luís Petén, también ha habido un notable crecimiento, con la alianza de varias comunidades. En Chisec entraron también dos comunidades y en el área de Fray Bartolomé de las Casas, se está en diálogos para que hagan alianza varias comunidades.

Después de las exposiciones, el obispo dio la formación habitual, la cual fue seguida con gran interés por todos los que participaban.

El sábado nueve por la tarde, el obispo llegó a la comunidad de La Linterna Dos.

La comunidad ha experimentado un notable crecimiento. Solamente en los últimos días, tres familias numerosas se convirtieron, ingresando a la comunidad.

Los hermanos habían preparado un buen grupo de niños, para que fueran iniciados en la vida cristiana. La concurrencia era tan numerosa que la administración de la Iniciación Cristiana y de las Confirmaciones tuvo que realizarse afuera del templo. La Liturgia Eucarística fue celebrada al interior del templo.

Fueron nueve los niños que iniciaron en la vida Cristiana.

Entre estos niños, tres eran los hijos de una familia que se ha convertido recientemente.

Los confirmaciones también fueron numerosas.

El obispo insistió a quienes eran confirmados que no se trataba de un mero rito, sino era reavivar el don del Espiritu Santo, recibido en la iniciación cristiana, para lanzarse a la vida misionera, como los Apóstoles.

El momento de la comunión es siempre un momento maravilloso. Especialmente es significativo el momento en que los niños que han sido iniciados a la vida cristiana comulgan, como está sucediendo con el niño de la foto a la izquierda.

El sábado nueve, al car de la tarde, el obispo llegó hasta el Barrio El Porvenir, para celebrar la Eucaristía en campo abierto, con los heranos que están formando la comunidad, bajo la coordinación del Hermano Rony.

Durante la Liturgia, los hermanos Alfredo y Elena, fueron instituidos como ministros de la comunión, para servir a las dos nacientes comunidades de Sayajché.

Al final de la celebración el obispo animó a los hermanos, porque han sido víctimas de cruda persecución y de calumnias.

Los hermanos, por su parte, asumieron el compromiso de trabajar con generosidad, sabiendo que están llamados a dar testimonio incondicional del Reino de Dios.

El nuve por la noche, Monseñor Eduardo llegó hasta la comunidad ubicada en el Barrio La Pista, de Sayajché.

Se trata de una comunidad Kekchí y la mayor parte de sus miembros ha llegado del área de San Pedro Carchá.

La razón principal de la visita del obispo fue instalar la presencia permanence del Santísimo Sacramento en la casa de oración temporal que ha adaptado la comunidad.

El obispo también impuso las insignias a los hermanos que fungirán como Ministros de la Comunión en la Comunidad.

El domingo diez por la mañana, el obispo llegó hasta la comunidad de Tamaris, La Libertad, Petén.

La comunidad está ubicada a unos ochenta kilómetros del Centro de Municipio.

La razón principal para la visita del obispo fue la creación de la nueva parroquia católica renovada del "Espíritu Santo", cuya sede estará en el Templo de Tamaris.

La nueva parroquia está compuesta por comunades de La Libertad y del nuevo municipio de Las Cruces. Cuenta con un total de seis comunidades, sin embargo, hay muchas otras que están en proceso de hacer alianza e incorporarse.

Con ocasión de la creación de la parroquia, unos 30 jóvenes y señoritas recibieron la confirmación y el envío misionero.

Además una pareja de hermanos que vivía unidad desde hace muchos años, santificó su hogar a través de la recepción del sacramento del matrimonio

Al final de la celebración los miembros del Consejo Parroquial posaron junto al obispo.

El obispo además se reunió con el Consejo Parroquial, para presentar al seminarista Marco Antonio Xumux, quien está haciendo el año de Ejercicio Pastoral Supervisado y tendrá su base en el templo de Tamaris. Desde allí saldrá a evangelizar a todas las comunidades.

El Pueblo de Dios estuvo muy contento de contar con la presencia de Marco Antonio.

El grupo de jóvenes y señoritas que recibieron la Confirmación y el Envío Misionero, se comprometieron a trabajar incansablemente para dar testimonio del Evangelio.

El domingo diez, al caer del día, Monseñor Eduardo llegó hasta la comunidad de Secoyab, San Luís Petén, para hacer la bendición del hermoso templo que los hermanos han construido.

Habían llegado delegados de las diferentes comunidades de Fray Bartolomé de las Casas y Raxruhá, así como de las otras comunidades del Municipio de San Luis Petén.

El obispo felicitó y agradeció a los hermanos el esfuerzo que han hecho para construir el hermoso templo, así como para evangelizar, logrando que en los últimos tiempos surgieran otras tres comunidades católicas renovadas en el área.

Después de la homilía, el obispo recorrió el interior y el exterior del templo para impartir la bendición, implorando que el Espíritu Santo se posara sobre lugar, en el que la comunidad de fieles se reunirá.

Al momento de la comunión, fueron muy numerosos los hermanos que se acercaron a participar.

La celebración religiosa de los hermanos se prolongó todo el resto del día, hasta la media noche y continuó aún medio día del lunes.

El miércoles de ceniza por la mañana, Monseñor Eduardo presidió la celebración solemne de Laudes en el seminario, para realizar la imposición de la ceniza cuaresmal.

Durante la homilía el obispo explicó que el tiempo de la Cuaresma está orientado a tratar de dejar que Dios nos infunda su Espíritu, para poder reflejar su presencia en toda nuestra vida.

Después de la homilía, se llevó a cabo el rito de bendición e imposición de la ceniza. En la foto, el Padre Juan Moisés impone la ceniza a nuestro obispo.

Después de la imposición de la ceniza al obispo, éste procedió a imponerla a los presbíteros y a todos los seminaristas, así como al personal que colabora con los trabajos del Seminario.

El miércoles al medio día, el obispo presidió la Solemne Liturgia de Santiago, en el Seminario, para señalar el inicio del itinerario cuaresmal.

Durante la homilía el obispo señaló la importancia de dar un sentido profundo y comprometido a la celebración de la Cuaresma.

No se debe tratar de meras formas de religiosidad popular, sino de una profunda identificación con la manera de pensar y de actuar del mismo Dios.

La celebración de la Divina Liturgia de Santiago, tiene lugar en el seminario una vez a la semana, de ordinario, los días miércoles, antes del almuerzo.

Los seminaristas cada vez conocen mejor la Liturgia y se van identificando con su celebración.

Al final el obispo exhortó a todos los seminaristas a vivir con profunda actitud de oración y conversión el santo tiempo de la cuaresma.

El sábado 16 al medio día, nuestro obispo llegó hasta la Cancillería de la Arquidiócesis del Oeste de los Estados Unidos del Patriarcado Siro-ortodoxo de Antioquía, para sostener una reunión con Su Eminencia Mor Clemis Eugene Kaplan.

Dent de la visita, también tuvo ocasión de reunirse con el Vicario General de la Arquidiócesis, Reverendísimo Monseñor Abdulahan Shara, con quien estuvo revisando varias de las publicaciones que hemos hecho en nuestro sitio de internet sobre la Iglesia Siro-Antioquena y en cuyo fondo se encuentran algunos de los cantos litúrgicos que Monseñor Shara ha ejecutado.

El 16 por la tarde, Monseñor Eduado llegó hasta la sede central de la Parroquia Católica Renovada de San Miguel Arcángel, para presidir la Eucaristía.

Los hermanos comenzaron recibiendo el sacramento de la Reconciliación, como primer momento de preparación del camino de la Cuaresma que se está iniciando en estos días.

Durante la homilía, a la luz de la lecturas de la Liturgia, Monseñor instistió en que se asuma una actitud profunda de conversión, lo cual significa de identificación con el pensar, el sentir y el actuar de Dios mismo.

Los hermanos siguieron con atención las reflexiones compartidas por el obispo y al final de la homilía se hizo una oación especial para pedir al Señor la gracia de tomar seriamente el camino cuaresmal.

Al caer del día 16, nuestro obispo visitó la Comunidad Pacto Divino, la cual está estrenando su nuevo local ubicado en el Bulevard Wilshire, en el centro de Los Ángeles. El local se encuentra apenas a unos 150 metros del antiguo local, sin embargo, presenta condiciones mucho más favorables para ser la sede de la comunidad.

Durante la homilía, a la luz de las lecturas del primer domingo de Cuaresma, el obispo centró su reflexión en torno a las implicaciones de los que significa creer en Jesucristo con el corazón y explicó también los desafíos y tentaciones que se presentan a una fe viva y genuina.

Los hermanos siguieron con atención las reflexiones y, al final, se continuó con la Liturga Eucarística. Los ministros de la comunión hicieron la presentacón de los dones que serían ofrecidos al Señor.

El sábdo 16 por la noche, Monseñor Eduardo llegó hasta la comunidad Restauración en el Espíritu Santo, para celebrar la Eucaristía y dar inicio al itinerario Cuaresmal de la comunidad.

Durante la homilía exhortó a los hermanos a abrirse al crecimiento y profundización en la fe, presentándose a sí mismos ante el Señor, con actitud humilde y corazón arrepentido, para recibir del Señor la gracia del don del Espíritu Santo, que es quien permite que la fe adquiera una dimensión viva y salvífica.

Después de la bendición final y antes de despedirse de la comunidad, el obispo animó a los hermanos a aprovechar el tiempo de Cuaresma con intensidad y a estar vigilantes ante las tentanciones que inhexorablemente se presentan en la vida del cristiano.

El domingo durante toda la mañana, el obispo impartió dos cursos a los hermanos que asisten al DETYM, Los Ángeles.

Los cursos fueron transmitidos también por Radio Carisma, La Voz del Espíritu Santo, de Santa Cruz Barillaz, vía Internet.

Los cursos versaron sobre temas de gran actualidad.

El primero delineó cuáles son los medios a través de los cuales la Renovación Caristmática vive y crece en su identidad. El obispo subrayó que para nosotros la Renovación Carismática con es simplemente un movimiento espritual sino es el mode de ser Iglesia, como sucedió en la Iglesia Primitiva.

El segundo curso presentó algunos de los aspectos distintivos de la Historia de la Iglesia en Occidente durante el siglo XIX. El obispo subrayó la serie de condicionamientos que llevaro a que se acentuara en occidente el alejamiento de la fe Católica y Apostólica, que había iniciado catorce siglos antes.

El domingo por la tarde, Monseñor Eduardo presidió la celebración de la Eucaristía con la comunidad de alumnos del DETYM, Los Ángeles.

Durante la homilía, el obispo fue explicando la serie de tentaciones que, al igual que sucedió con Jesús, al inicio de su Ministerio, pueden hacer que quien está comprometido en vivir su cristianismo y dar testimonio del mismo, encuentre obstáculos que no le permitan realmente creer y vivir con dinamismo y autenticidad.

Igualmente, dentro de la homilía el obispo señaló que el camino para superar las tentaciones es simplemente ofrecerse a sí mismo al Señor, reconociendose pobre y pecador, para que el Señor, derramando su Espíritu, dé la gracia de ser purificado y de creer en forma viva y fructuosa.

El viernes 22, Monseñor Eduardo llegó hasta Venezula, para hacer la visita pastoral de la misión de Venezuela, ubicada en el Estado Portuguesa.

La misión tiene como responsable al Padre José Roberto Aguirre Lima.

La primera actividad que realizó fue el día 23, visitanto de la comunidad del Parcelamiento Las Cocuizas, del Municipio de San Rafael de Onoto.

La comunidad cuenta con un predio en el cual, temporalmente, ha construido un templo que luego será utilizado como salón parroquial, cuando construyan el templo definitivo.

En ese lugar, el obispo celebró la Eucaristía.

El ambiente de la celebración estuvo cargado de fe, así como de cordialidad entre todos los miembros de la comunidad, que se siente muy agradecida con el Padre Roberto por la acción evangelizadora que, a lo largo de varios años, ha ido realizando entre ellos.

Durante la celebración, el obispo explicó a la luz de la Palabra de Dios, el compromiso que tenemos como presencia viva de la Iglesia que Cristo fundó.

Los hermanos respondieron con devoción y con entusiasmo a la invitación que les hiciera el obispo a comprometerse cada día con renovado entusiasmo a establecer la Iglesia católica y apostólica, como el Señor la fundó.

Al final de la celebración, y a la sombra de un mangal, se tuvo un tiempo para compartir con los hermanos y para intercambiar experiencias y opiniones.

El domingo 24, la actividad pastoral de Monseñor Eduardo, comenzó en San Rafael de Onoto, presidiendo la Eucaristía con la comunidad parroquial de la Parroquia de San José.

Esta parroquia fue la que solicitó su creación hace poco más de año y medio y ha sido la base para establecer la misión de la Iglesia en Venezuela.

La celebración dio inicio con la administración del Sacramento de la Penitencia a quienes sintieron necesidad de participar en él. Antes del inicio de la celebración comunitaria de la Penitencia, un grupo de hermanos habían pedido al obispo que les administrara individualmente el Sacramento.

Durante la homilía el obispo, a la luz de la lectura de la Transfiguración del Señor, enfatizó que la fe cristiana nos lleva a la certeza de que ese milagro que se realizó en Jesús, es el mismo que Él quiere realizar en nosotros actualmente, para que el mundo pueda creer en el Señor, como sucedió con los apóstoles Pedro, Santiago y Juan.

Después de la homilía siete hermanos; Jorge Luis, Christian, José, Adrián, Eva, Edwin y Ana, fueron confirmados en la crismación y recibieron el envío misionero.

Terminada la ceremonia de la confrmación, cada uno de los confirmados expresó su compromiso de vivir y trabajar como lo hicieron los apóstoles.

Como signo del compromiso, cada uno pasó a elevar un cirio encendido, símbolo del empeño por ser luz y por llevar la luz de Cristo a todas las personas.

Los hermanos asistentes hicieron una hermosa procesión de dones y ofrendas.

Entre las ofrendas estuvo la de las flores que adornaron el altar.

También entre las ofrendas una familia se presentó ante al Señor, llevando especialmente a su niña recién nacida, para que fuera ofrecida al Señor.

Al final de la Eucaristia el Padre Roberto agradeció a nuestro obispo su pesencia y aprvechó la ocasión para cantarle, junto a toda la comunidad, un canto por su cumpleaños que se aproxima.

El obispo por su parte expresó su alegría por los progresos que nota en la comunidad y animó a fortalecer el compromiso apostólico, que lleve a vivir la Iglesia, con las mismas características que tuvo en los tiempos apostólicos.

Hacia el medio día del domingo 24, se tuvo un encuentro y un convivio con representantes y servidores de la Parroquia Católica Renovada de San José, San Rafael de Onoto.

Los hermanos compartieron llenos de alegría los alimentos, expresando de diferentes maneras su gratitud al obispo por la visita que les hace y también reiterando su voluntad de compromiso para llevar la presencia de la Iglesia a todos los lugares.

En la conversación el Padre Roberto señaló varias de las dificultades que se han afrontado, especialmente debidas a los ataques que se reciben de otros grupos religiosos.

Ante esta situación, el obispo hizo énfasis que el trabajo misionero debe centrarse en torno a la conversión de cada uno de los miembros, para que, fundados sobre la roca de la fe, sean capaces de resistir ante las dificultades.

Además, dentro de la conversación, el obispo animó a trabajar en la organización de cada una de las comunidades, de manera tal que cada uno de los miembros asuma sus responsabilidades. De esta manera, el presbítero se centra en el ministerio sacramental y en el acompañamiento espiritual y el pueblo de Dios, asume una responsabilidad misionera.

El Padre Roberto subrayó que es en esa direccion en la que se ha estado trabajando desde el inicio. De tal forma que, bajo la guía del Espíritu Santo, cada persona sea consciente de sus compromisos y tenga la libertad y firmeza para perseverar en la fe.

El domingo 24 al caer del día, Monseñor Eduardo presidió la celebración de la Eucaristía en Acarigua.

Fue la primera vez que el obispo celebraba en ese lugar, que abarca también la ciudad gemela de Araure y tienen una población aproximada de 450,000 habitantes.

Dado que la comunidad se está apenas organizando, no cuenta aún con un local propio, por lo que la celebración se realizó en el auditorio del Colegio de Abogados.

Durante la homilía el obispo explicó cuál es la misión que el Señor nos ha confiado, refiriéndola a las lecturas de la segunda semana de cuaresma: se trata de dejar que el Señor nos transfigure a través del don del Espíritu Santo, para tomar conciencia de ser los hijos amados de Dios y poder dar testimonio, con la autoridad que viene de Dios, del Evangelio.

Dentro de la ceremonia, cinco miembros de la comunidad fueron confirmados en la fe, fortaleciendo la unción del Espíritu Santo y recibiendo la misión de ser testigos del Evangelio en nombre de la Iglesia.

Durante el rito de unción con el Santo Crisma, participaron no solamente el obispo sino también todo el pueblo de Dios, uniéndose en intensa oración, para pedir la confirmación en la unción del Espíritu Santo.

Terminado el rito de unción, fue invocado nuevamente el Espíritu Santo, suplicando al Señor que, fortalecida la presencia del Espíritu, a través de la vida y el testimonio de los confirmados, se produzcan los mismos frutos que se produjeron a través de la primera predicación del Evangelio.

Terminado el rito de la confirmación y el envío misionero, Monseñor Eduardo llamó de entre los presentes a quienes asumieron el compromiso de organizar en forma estable la comunidad católica renovada de Acarigua-Araure. Unos 80 hermanos se presenta. El obispo oró por ellos y luego presentó a los esposos Bolívar, Pedro y Hegli como candidatos a Ministros de la comunión de la nueva comunidad. Los hermanos aprobaron la elección y el obispo procedió a hacer su institución. En la foto de la derecha, los esposos Bolívar mientras reciben la comunión.

Al final de la celebración, en nombre propio y de toda la misión de Venezuela agradeció al obispo la visita y deseó al obispo feliz cumpleaños anticipado.

El obispo quedó muy complacido de la visita pastoral y confía en que en adelante se dará un crecimiento sostenido de las comunidades, así como de su organización.

El miércoles 27, en el seminario se celebró la Divina Liturgia de Santiago, para pedir al Señor por la próxima peregrinación que nuestro obispo realizará al medio oriente.

Durante la homilía, el obispo señaló que el llamado que el Señor nos ha hecho al servicio y a la humildad, debe llevarnos a reconocer en las dificultades, las críticas y los fracasos, una maravillosa oportunidad que el Señor nos da, para identificarnos más con las actitudes del discípulo y eso, precisamente, nos debe llevar a amar con sinceridad y profundidad a quienes nos provocan dificultades y tribulaciones.

La celebración de la Divina Liturgia hace ya parte de la identidad de nuestro Seminario, después de que desde el mes de Agosto del año pasado, se celebra todos los miércoles.

Después de que los participantes de la Liturgia han comulgado, el obispo hace la presentación de los Divinos Dones que han quedado, implorando que la celebración sirva para la salvación y la participación en la vida divina de quienes han comulgado.

Al final, los seminaristas, en el momento de despedirse, se acercan a hacer el saludo de comunión al obispo y luego haven la veneración de la Sagrada Escritura.

El 27 por la tarde, a solicitud del Consejo Pastoral de la Parroquia de San Juan Bautista de la Santa Iglesia Catedral de Comalapa, Chimaltenango, el obispo les recibió en audiencia, en el Seminario de San Lucas Sacatepéquez.

El presidente del Consejo Pastoral (o Junta Parroquial), el hermano Mario Simón Caná, introdujo el encuentro, indicando que la razón que motivó la audiencia, fue la presentación del nuevo Consejo y el solicitar del obispo recomendaciones y directrices sobre el trabajo que se debe realizar. Cada uno de los once hermanos presentes se presentó a sí mismo.

El obispo, por su parte agradeció que hubieran venido, subrayando que le alegraba muchísimo que tomaran tal iniciativa y felicitándoles, porque es la primera vez que el Consejo Pastoral toma tal iniciativa.

Entre las recomendaciones que el obispo dio al Consejo Pastoral están las siguientes: 1. Ante todo, que emprendan todas las iniciativas con ánimo y sin desaliento, tratando de ofrecer al Consejo General soluciones e iniciativas que ya estén en proceso de ser concretizadas y no simplemente proyectos. 2. Que trabajen insistentemente en que todo el Pueblo de Dios tome conciencia clara de nuestra identidad Católica Apostólica Renovada, de acuerdo a la Tradición Apostólica y a cuanto vivió la Iglesia en los primeros tiempos. 3. Que se trabaje para que en todas las Aldeas se establezca una presencia organizada, en la que se pueda tener formación catequética y otros servicios. 4. Que se busquen formas de crecimiento misionero. Al final se pudo constar la coincidencia total entre los planteamientos del obispo y el sentir del Consejo Pastoral.