El domingo 12, por la mañana, en la sede de la parroquia San Miguel Arcángel, se comenzaron las celebraciones litúrgicas con la administración del sacramento de la reconciliación.

Los fieles fueron invitados al arrepentimiento y se invocó sobre ellos el don del Espíritu Santo.

Dado que en los Estados Unidos se celebra el día de las madres el segundo domingo de mayo, en esta ocasión, aparte de las otras celebraciones ya realizadas, también se les agasajó.

Se oró por ellas, se les bendijo y, luego se cantaron canciones adecuadas a la ocasión.

La actividad matutina de la parroquia concluyó con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo y concelebrada por el padre Jorge Cerda.

Los hermanos participaron con devoción, conscientes de que es el momento en que el cielo baja sobre la tierra y la Palabra viva de Dios, se nos entrega.

Después del medidía, el arzobispo presidió un beve retiro para los lectores y ministros de la comunión de las diferentes comunidades de la parroquia.

Se invitó a tomar conciencia de que el ministerio que se ejerce, es testimonio y no meramente el cumplimiento de una función.

Después de la meditación dirigida por el arzobispo, los hermanos fueron invitados a entrar en silencio y oración profunda, para escuchar la voz misma de Dios.

Los hermanos tomaron muy en serio la invitación y se pudieron vivir momentos muy profundos de encuentro con el Señor.

Después de la oración, se invitó a los hermanos a que participaran, compartiendo con los demás las inspiraciones que habían recibido del Señor en ese tiempo.

Varios hermanos participaron, compartiendo experiencias muy profundas que se habían tenido.

El sábado por la noche, en la comunidad de Tzanixnam, Totonicapán, Guatemala, falleció doña Celestina, madre de cinco jóvenes que participan en la parroquia San Miguel Arcángel.

Por esta razón, no pudieron participar en la divina liturgia que celebra el arzobispo los domingos por la mañana. Sin embargo, pidieron que se celebrara la misa en la casa de uno de los hermanos.

Después de compartir acerca del sentido del misterio de la vida y de la muerte, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para la familia del hermano Esteban David, líder de la comunidad.

Se oró por el descanso eterno de doña Celestina y por sus cinco hijos y familiares que estaban participando en la celebración.

El mismo domingo 12, al caer el día, en la sede de la comunidad Santa María de Guadalupe, el arzobispo impartió formación para los hermanos de la comunidad.

Se invitó a tomar conciencia de cómo, a través de la vida sacramental, el misterio de la encarnación se prolonga en el tiempoy en el espacio.

Las celebraciones litúrgicas en la comunidad Santa María de Guadalupe iniciaron con la administración del sacramento de la reconciliación para los fieles.

Los hermanos expresaron su arrepentimiento y se invocó la efusión del Espíritu Santo sobre ellos.

Los hermanos lectores que habían participado poco antes en el retiro impartido por el arzobispo en la sede central de la parroquia, fueron bendecidos para ejercer el ministerio.

El arzobispo les recordó la identidad de su ministerio y los bendijo.

También los tres diáconos que ejercen el ministerio de distribución de la comunión en la comunidad Santa María de Guadalupe de Riverside, fueron bendecidos.

El arzobispo recordó el sentido profundo de su ministerio y los bendijo.

Con ocasión de las celebraciones litúrgicas se pidió que se diera la bendición sobre la niña Lucía, hija de los esposos Manuel y Patricia, miembros activos de la comunidad.

El arzobispo oró sobre la familia y presentó a la niña, delante del Señor.

Hace un par de meses, se administraron los sacramentos de la iniciación cristiana a la niña Analí.

En esta ocasión, por petición de la hermana Ana, abuela de la niña, el arzobispo la ungió con el óleo santo, para pedir del Señor su bendición sobre ella y su sanación.

Seguidamente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, con los hermanos de la comunidad Santa María de Guadalupe, de Riverside, California.

Los hermanos participaron con mucha devoción y provecho en la celebración.

También con ocasión de celebrar en los Estados Unidos, el día de las madres, el segundo domingo de mayo, el arzobispo oró, bendijo y felicitó a las madres de la comunidad Santa María de Guadalupe.

Al final se les agasajó con algunos cantos acordes con la celebración.

El lunes 13 de mayo, por la noche, en la sede de la parroquia San Miguel Arcángel de East Rancho Domínguez, California, se realizaron actividades específicas para el Consejo Pastoral de la Parroquia.

Se inició con la administración del sacramento de la reconciliación para los miembros del Consejo.

Después de la homilía, el arzobispo invitó a los hermanos a ponerse en oración, para tener claro qué es lo que el Señor está pidiendo como respuesta a la misión que nos ha confiado.

Los hermanos entraron en oración y, más adelante compartieron sus experiencias espirituales.

Seguidamente, se celebró la divina liturgia, específicamente para miembros del consejo pastoral.

La misa fue presidida por el arzobispo, concelebró el padre Jorge Cerda y participaron con mucha devoción y entrega todos los miembros del Consejo Pastoral.

Se concluyó la actividad con una reunión del Consejo Pastoral. Se evaluó lo actuado y se intercambiaron puntos de vista acerca de las formas para responder más adecuadamente.

Fueron incorporados al Consejo los esposos Samuel y María, quienes colaborarán en la coordinación del ministerio de limpieza y otros aspectos para los que se sienten llamados.

El miércoles 15 de mayo, fiesta de Santa María de la Siembra, el arzobispo visitó la comunidad Poder del Espíritu Santo, para celebrar la liturgia mensual.

Se comenzó con la administración del sacramento de la reconciliación, después de exhortar al arrepentimiento y la conversión.

Durante la homilía, a la luz de las lecturas bíblicas, el arzobispo explicó el sentido de dedicar a la Virgen María las siembras e invitó a los hermanos a entrar en oración de súplica y entrega de sí mismos.

Los hermanos oraron con devoción e intensidad por sus necesidades y las de la comunidad.

La visita concluyó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo.

Los hermanos participaron con mucha devoción y, la gran mayoría de ellos, pudieron participar también en la comunión con los divinos misterios.

El mismo día 15 de mayo, ya entrada la noche, el arzobispo llegó hasta la comunidad Pacto Divino, ubicada en el centro histórico de la Ciudad de Los Ángeles.

Se comenzó la visita con la administración del sacramento de la reconciliación.

El arzobispo explicó, a la luz de las lecturas bíblicas que el Señor espera de cada quien la siembra de sí mismos, para permitir que se produzcan abundantes frutos.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a entrar en oración de acción de gracias y de entrega de sí mismos al Señor.

Finalmente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia para los miembros de la Comunidad Pacto Divino, ubicada en el Centro de Los Ángeles.

Los hermanos participaron con mucha devoción y provecho en la celebración.

El sábado 18 de mayo, el arzobispo llegó hasta Champaign/Urbana para hacer la visita pastoral a la comunidad Nueva Creación.

Se inició con la administración del sacramento de la reconciliación, después de haber animado a reconocerse pecadores, a asumir una actitude de conversión y de compromiso de cambio.

A la luz de la celebración de Pentecostés, el arzobispo animó a los hermanos a ponerse en oración, para clamar del Señor la gracia de reconocer la presencia del Espíritu Santo.

Los hermanos entraron en oración profunda y, en ambiente de devoción se acogieron a la misericordia del Señor.

También en el contexto de la visita del arzobispo a la comunidad Nueva Creación se preparó a cinco niños para que hicieran la primera reconciliación y la comunión solemne.

Los niños son Mateo, Simón, Diego, María y Dominga.

La actividad de la jornada se concluyó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo.

Los hermanos participaron con profunda devoción y, la gran mayoría, pudo también participar recibido la comunión con los divinos misterios del Cuerpo y la Sangre del Señor.