El sábado 1 de junio, por la mañana, en la sede de la comunidad La Voz del Espíritu Santo, se celebró la reunión del Consejo Pastoral del Centro Pastoral San Pablo Apóstol.

Se dialogó sobre el programa pastoral que se tiene durante el resto del año.

Seguidamente el arzobispo tuvo una reunión de formación con los líderes de las cuatro comunidades que forman el Centro Pastoral de San Pablo Apóstol.

Se explicó cuáles son las características de una comunidad que se organiz en base a los dones que el Espíritu Santo a a todos y cada uno de los miembros.

Después de la formación se entabló diálogo acerca de la forma en la que se puede implementar una organización más adecuada en las comunidades.

Se estableció que, dentro de cada comunidad, funcionan por lo mesnos 6 ministerios a los que hay que potenciar: de ministros de la comunión, de lectores, de acólitos, de catequistas, de predicadores y de música.

El mismo día primero de junio, por la tarde, en la comunidad Divino Redentor de Tuscaloosa, se tuvo una reunión con los servidores de la comunidad.

El objetivo de la reunión fue impulsar la formación que permita un mayor compromiso y una mejor organización en cada uno de los aspectos que vive la comunidad.

Antes de comenzar las celebraciones litúrgicas, el arzobispo impartió un tiempo de formación a los fieles de la comunidad Divino Redentor de Tuscaloosa.

Especialmente se hizo énfasis en el hecho de que cada quien recibe dones especiales, para la edificación de toda la comunidad.

Las celebraciones litúrgicas comenzaron con la administración del sacramento de la reconciliación a todos los fieles de la comunidad Divino Redentor.

Se les exhortó al arrepentimiento y a la conversión y, seguidamente se invocó sobre ellos la efusión del Espíritu Santo, para el perdón de los pecados.

Durante la homilía, el arzobispo explicó cuál es el sentido de ser discípulos y cuales son las condiciones que se deben asumir para que ello se convierta en realidad.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a entrar en oración, para clamar del Señor, la gracia de ser fieles.

La visita a la comunidad Divina Redentor de Tuscaloosa, Alabama tuvo su momento culminante, con la celebración de la divina liturgia, presidida por el arzobispo.

Los hermanos participaron con mucha devoción y provecho.

El domingo 2 de junio, por la mañana, el arzobispo llegó hasta la pequeña comunidad La Esperanza, ubicada en una parte rural de Alabama, llamada Boaz.

Allí, le recibió la pequeña comunidad que se reúne en un garage que ha convertido en casa de oración.

Los hermanos presentaron al niño Alan Reynaldo, hijo del hermano Guadalupe, originario de El Quetzal, Barillas, para que recibiera los sacramentos de la iniciación cristiana.

Los padrinos del niños fueron los líderes de la comunidad, los esposos Miguel y Estela.

También se preparó un matrimonio. Se trata de los hermanos Mateo, quien también recibió los sacramentos de la iniciación cristiana y es originario de Nentón y la hermana Juana Cristina.

Con la celebración del matrimonio completaron un camino que habían emprendido desde hace varios años.

La visita a la comunidad La Esperanza culminó con la celebración de la Divina Liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo y contó con la activa participación de los hermanos.

A pesar de las limitaciones logísticas y económicas, los hermanos se han esforzado por centrar su fe en torno a la celebración de la Eucaristía.

El mismo domingo 2 de junio, el arzobispo llegó hasta la comunidad de Cristo Rey, ubicada en la Ciudad de Gadsden, Alabama, habiéndose contado con numerosa participación de fieles.

La celebración comenzó con un tiempo de formación para todos los fieles.

Seguidamente, la liturgia dio inicio con la administración del sacramento de la reconciliación para todos los miembros de la comunidad Cristo Rey que estuvieron dispuestos a prepararse.

El arzobispo invitó al arrepentimiento y a confesarse pecadores y, seguidamente, administró la absolución, para la efusión del Espíritu Santo y el perdón de los pecados.

Se preparó a cinco niños para que pudieran recibir los sacramentos de la iniciación cristiana. Se trata de los niños Osvaldo y William, Noemí y Anahí y Mary Smith.

Los padres fueron debidamente preparados para cumplir con los compromisos propios de quien inicia a un hijo en la fe.

También un grupo numeroso de hermanos se preparó para recibir la confirmación de la crismación y el envío misionero.

El líder de la comunidad, hermano Eduardo y su esposa Margarita, así como el hermano Vicente y su esposa Juana y varios hermanos más, entre los que están Gladys, María, Catarina, Eulalia, María, hicieron parte del grupo que fue confirmado.

También fue preparado un grupo de niños para hacer la primera reconciliación y la comunión solemne.

Después de recordarles el sentido de la ceremonia, el arzobispo oró por ellos, para pedir del Señor la gracia de que sean fieles y perseveren en la fe.

Finalmente, en un ambiente festivo, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, contando con la participación activa de toda la asamblea.

Los hermanos están creciendo en la fe y en el compromiso espiritual.

A media tarde, el arzobispo llegó hasta la comunidad La Voz del Espíritu Santo, para presidir las celebraciones dominicales de la comunidad, en la que tiene su sede el Centro Pastoral.

Se dio inicio con la celebración de la liturgia de la reconciliación.

A la luz de las lecturas bíblicas de la solemnidad de Corpus Christi, el arzobispo recordó a los hermanos cómo el misterio de la Palabra Viva de Dios hecha carne, se prolonga y actualiza en la iglesia.

Por lo mismo, animó a los hermanos a entrar en oración para implorar del Señor la gracia de responder con fidelidad al llamado que Él hace a cada uno de los fieles.

La visita pastoral al Centro Pastoral San Pablo Apóstol culminó con la celebración de la divina liturgia, que el arzobispo presidió con los hermanos de la comunidad La Voz del Espíritu Santo.

Al final de las actividades litúrgicas, el arzobispo se dedicó a hacer el trabajo de Secretaría del Centro Pastoral, para garantizar que todos tengan las constancias de los sacramentos que se celebran.

El lunes 3 de junio, por la noche, el arzobispo llegó hasta Los Ángeles, para hacer la visita pastoral de la Parroquia San Miguel Arcángel de California.

El martes por la noche, se comenzó con los miembros del Consejo Pastoral Parroqual, la administració del sacramento de la reconciliación.

Durante la homilía, el arzobispo explicó cuál era la fuente de la vida cristiana y, por lo mismo invitó a los hermanos a orar por ellos y por toda la comunidad parroquial.

Se oró con intensidad, conscientes de la misión que se ha recibido y de los resultados que espera el Señor.

Seguidamente, el arzobispo presidió la celebración de la divina liturgia, habiendo concelebrado el padre Jorge Cerda, vicario parroquial y todos los miembros del Consejo.

Todos participaron con mucha entrega y devoción y se acercaron a comulgar con los divinos misterios.

Finalmente, se celebró la reunión del Consejo Pastoral actual, habiéndose centrado en la forma en que se llevará a cabo la Asamblea del viernes 7 de junio.

Se explicó cuál es el objetivo de la asamblea y cómo se espera que de la misma salga potenciada la vida parroquial.