El domingo 11 de agosto, a media mañana, en la sede de la parroquia San Miguel Arcángel, de East Rancho Domínguez, el arzobispo presidió las celebraciones dominicales parroquiales.

Se inició con la administración del sacramento de la reconciliación a todos los hermanos que quisieron recibir la absolución.

Durante la homilía, a la luz de las lecturas bíblicas, el arzobispo explicó que, en medio de las dificultades el Señor da el pan de vida, bajado del cielo, para fortalecer a todos y ayudarles a llegar a la meta.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a orar, para pedir del Señor la gracia de estar preparados para que los divinos misterios proudzcan los frutos esperados en cada quien.

Una de la familias que hace parte de la parroquia pero vive en Riverside, preparó y trajo a su niño para que se le administraran los sacramentos de la iniciación cristiana.

Después de explicar cuáles son los compromisos que se asumen, el arzobispo administró los tres sacramentos de la iniciación a Diego Pablo.

William, hijo de la hermana Petrona ha experimentado en su vida el auténtico milagro de haber vuelto a la vida y de encontrar el sentido de la misma.

Para culminar este proceso de resurrección y retorno, en esta ocasión, recibió la confirmación de la crismación y el envío misionero.

Cristian y Susana son una pareja de esposos muy activos dentro de la vida de la parroquia. Hace un par de años consagraron su vida matimonial recibiendo el sacramento del matrimonio.

Ahora el Señor los ha bendecido con el nacimiento de la niña Débora Sofía que cumple 40 día de haber nacido y que se presentada ante el Señor, junto al hijo mayor de la familia que es Cristian.

Las actividades en la sede de la parroquia culminarion con la celebración de la divina litugia, la cual fue presidida por el arzobispo y concelebrada por el padreJorge.

Todos los hermanos participaron con mucha devoción y provecho.

Al caer del día domingo 11 de agosto, el arzobispo llegó hasta la comunidad Santa María de Guadalupe de Riverside, para hacer la visita pastoral.

Se inició con un tiempo de formación, a cerca de temas relacionados con la formación de la Sagrada Escritura.

Después de la formación, se inició con las celebraciones litúrgicas en la comunidad Santa María de Guadalupe de Riverside.

Se invitó a los hermanos a reconocerse pecadores, al arrepentimiento y a la conversión. Se concluyó con la administración de la absolución a quienes estaban preparados.

A la luz de la reflexión que hizo el arzobispo sobre las lecturas bíblicas, invitó a los hermanos a suplicar del Señor la gracia de descubir y asumir la llamada que el Señor hace a cada creyente.

Los hermanos con intensidad, clamando del Señor la gracia de hacer de la comunión con el Pan vivo, bajado del cielo, el centro de toda la vida de fe.

La visita a la comunidad Santa María de Guadalupe concluyó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo.

Los hermanos participaron con mucha devoción, conscientes de que a través de ella, el Señor está dando el pan vivo bajado del cielo, que da la vida eterna, para la resurrección final.