El domingo 22 de septiembre, por la mañana, en la sede de la comunidad de Omaha, se celebró la liturgia de la reconciliación para los fieles de la comunidad.

Después de invitar a los hermanos al arrepentimiento y a la conversión, el arzobispo les administró la absolución, para recibir el don del Espíritu Santo.

Durante la homilía, el arzobispo recordó a los hermanos la urgencia de vivir como auténticos discípulos, para poder reconocer la presencia del Señor y ser escuchados por Él.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a entrar en oración profunda, clamando el don de la entrega total en las manos divinas.

La visita pastoral a la comunidad de Omaha concluyó con la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo.

El arzobispo recomendó insistentemente a los hermanos el estar totalmente disponibles para cumplir el mandato del Señor, rnovando sus vidas y las de sus familias y trabajando arduamente en la promoción misionera.

El martes 24 de septiembre, en el Centro Arquidiocesano Santiago Baradeo, de Santiago Sacatepéquez, se celebró la reunión de la Vicaría de Guatemala y El Salvador de la Arquidiócesis.

Presidida por el arzobispo, participaron todos los presbíteros de la Vicaría, así como el diácono y el Canciller. Se dialogo acerca de los proyectos misioneros que se están impulsando.

El miércoles 25, por la mañana, en la Catedral Arquidiocesana María Auxilio de los Cristianos, se tuvieron las celebraciones por las bodas de oro presbiterales del Arzobispo.

En la celebración participaron los obispos de las diócesis de la Arquidiócesis, la mayoría de los presbíteros, los diáconos, seminaristas y representantes del pueblo de Dios.

Durante los homilía, el arzobispo hizo un recorrido de la llamada que le ha hecho el Señor y cómo, dentro de la continuidad, el Señor le ha llevados a ser incorporado dentro de la Iglesia Madre de todas las iglesias, la Iglesia Católica Apostólica Siro Ortodoxa de Antioquía. También animó a todos a responder con radicalidad a la misión que se ha recibido.

Terminada la homilía, el arzobispo pidió que se orara por él, para pedir perdón por sus faltas e implorar la capacidad para ser fiel en el cumplimiento de su ministerios.

El momento culminante de la celebración fue marcado por la celebración de la divina liturgia.

La misma fue presidida por el arzobispo y concelebrada por los tres obispos diocesanos, por el presbiterio de la arquidiócesis y se contó con participación de los diáconos, seminaristas y delegados del pueblo de Dios.

Al final de la celebración, el arzobispo invitó a los diferentes grupos de participantes a que se tomaran las fotografías grupales, con los participantes.

Entre los participantes, estuvieron presentes tres de los hermanos del arzobispo.

También, al final de la liturgia, algunos grupos de fieles y otros hermanos, quisieron presentar algunos regalos al arzobispo.

Destacaron entre estos, la Asociación de la Catedral San Juan Bautista, que presentó una hermosa pintura de la Basílica de San Juan y la parroquia de Los Guates, San Juan Sacatepéquez, que también presentó otra pintura.

La celebración concluyó con un agasajo y con el almuerzo en honor al arzobispo.

Todo transcurrió en un ambiente de mucha alegría y fraternidad.

El mismo día 25, al caer el día, se tuvo la celebración de la reunión trimestral del Consejo Episcopal de la Arquidiócesis, compuesto por el arzobispo y los tres obispos diocesanos.

Se inició con el rezo del oficio divino.

Durante la reunión, cada uno de los obispos hizo la presentación de la situación actual de las respectivas diócesis.

Se dialogó sobre diferentes temas, especialmente, la elaboración del pan eucarístico, la implementación de los tablithos y la conclusión de los Estatutos.

También se decidió que, en el futuro, las reuniones serán de dos días, para tener una jornada de formación permanente sobre la identidad de la Iglesia.

El jueves 26 de septiembre, por la noche, el arzobispo llegó hasta la ciudad de Birmingham, Alabama, para hacer la visita pastoral del Centro Pastoral San Pablo Apóstol.

En esta ocasión, la visita comenzó en la comunidad de Tuscaloosa, en donde se impartió formación a los hermanos.

El viernes 27, por la noche, después de la formación, se comenzó con las celebraciones litúrgicas en la comunidad Divino Redentro de Tuscaloosa, Alabama.

El arzobispo invitó al arrepentimiento y a la conversión y administró la absolución a los hermanos.

Después de la homilía, en la que el arzobispo explicó el sentido en el que se tiene el discernimiento cristiano, como fruto de la efusión del Espíritu Santo, invitó a los fieles a la oración.

Los hermanos oraron con profundidad e intensidad, clamando al Señor el don del Espíritu Santo.

La visita pastoral a la comunidad Divino Redentor, culminó con la celebración de la divina liturgia.

Presidida por el arzobispo, invitó a los hermanos a asumir con humildad el seguimiento del Señor, para dejarse transformar por la efusión del Espíritu Santo.

El sábado 28 de septiembre, por la mañana, se celebró la reunión del Consejo Pastoral del Centro Pastoral San Pablo Apóstol, en la sede central ubicada en la comunidad La Voz del Espíritu Santo, Gadsden.

Se leyó el acta anterior, se evaluó el trabajo y se planificaron algunos aspectos relacionados con las visitas pastorales y con la formación a las comunidades.

Hacia media mañana, el arzobispo impartió formación a los líderes de las comunidades, acerca de las actitudes que deben caracterizar a cada líder y sus responsabiidades.

Se explicó el sentido originario de la Iglesia y lo que implica ser parte de la Iglesia Madre de todas las iglesias.

Terminada la formación, el arzobispo invitó a que, cada uno de los presentes compartiera su reacción ante lo que se había implicado en la formación.

Los hermanos participaron, se aclararon cuestiones acerca de la forma de acción de los líderes y se animó a emprender un auténtico camino de voncersión.

La sesión de formación concluyó con la invitación que hizo el arzobispo a orar, para implorar del Señor la gracia de la conversión y de la fidelidad en el cumplimiento de la misión.

Los hermanos, presididos por el arzobispo, oraron intensamente durante un tiempo prolongado y muy fructuoso.

El sábado 28 de septiembre, por la noche, el arzobispo llegó a visitar la comunidad Cristo Rey, ubicada en la ciudad de Gadsden, Alabama.

La visita comenzó con un tiempo de formación para los miembros de la comunidad, acerca del sentido en que la Iglesia es Una e Indivisble y las consecuencias que esto tiene para la vida pastoral.

Terminada la formación, comenzaron las celebraciones litúrgicas.

El arzobispo invitó a los hermanos al arrepentimiento y a la conversión y, seguidamente, se les administró el sacramento de la reconciliación a quienes se prepararon.

Durante la homilía, el arzobispo explicó, a la luz de las lecturas bíblicas, lo que implica ser discípulos del Señor y la exigencia de morir a sí mismos de manera continuada.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a entrar en oración, para implorar la gracia de participar de la vida divina.

El momento culminante de la visita pastoral a la comunidad Cristo Rey lo constituyó la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo.

Los hermanos participaron con mucha devoción y provecho en la celebración.

El domingo 29 en la Comunidad la Voz del Espíritu Santo, sede del Centro Pastoral San Pablo Apóstol de Gadsden, Alabama, se hicieron las celebraciones para conmerorar las bodas de oro presbiterales del arzobispo.

La celebración inició con la administración del sacramento de la reconciliación a los hermanos de las diferentes comunidades.

Durante la homilía, el arzobispo explicó el camino de su vocación y el compromiso que todos mantenemos, como parte de tener la misma misión que los apóstoles.

Por lo mismo, invitó a los hermanos a orar para poder cumplir la llamada que se ha recibido y ser signo del Evangelio en el mundo.

El arzobispo, después de la oración del Credo, quiso dar gracias al Señor, en oración por los 50 años de su ordenación presbiteral.

Durante el tiempo de oración, pidiói a los hermanos que le acompañaran en la oración para dar gracias al Señor e implorar la continuidad de sus bendiciones.

El momento culminante de la celebración lo constituyó la celebración de la divina liturgia, la cual fue presidida por el arzobispo y en la que, los hermanos participaron con mucho provecho.

Se ofreción como acción de gracias por el ministerio presbiteral del arzobispo y como súplica para ser capaces de cumplir a cabalidad el ministerio y la misión que han sido confiados.

Por la tarde, al haber concluido todas las celebraciones litúrgicas, los hermanos hicieron un sencillo agasajo al arzobispo, para celebrar sus boda de oro presbiterales.

El arzobispo agradeció el agasajo que se hizo y animó a los hermanos a seguir adelante en el cumplimiento de la misión que el Señor nos ha confiado.